la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 3 de diciembre de 2025

La verdad del bombardeo de Guernica contradice el relato oficial y el mito de los 1.600 muertos / por José Luis Orella


'..El tiempo del bombardeo se llegó a decir que duró de dos horas y media hasta tres horas, y que se descargaron unos 50.000 kg de bombas, que arrasaron la villa y provocaron unos 1.654 muertos, cuando por el modelo reconocido de los aviones, sabemos que únicamente pudieron llevar 1.400 kg de bombas y causaron 126 muertos en el bombardeo..'

La verdad del bombardeo de Guernica contradice el relato oficial y el mito de los 1.600 muertos

La creación del mito procede de los corresponsales británicos adjuntos al ejército republicano. En aquel momento únicamente uno se encontraba en la villa, Noel Monks; los demás estaban fuera y escribieron sus artículos después con testimonios.

José Luis Orella
La villa de Guernica fue bombardeada el 26 de abril de 1937, durante la Guerra Civil Española. El bombardeo no ha pasado desapercibido como otros, quizás más sangrientos, durante la dura contienda, sino que se ha convertido en un símbolo y un mito muy usados a nivel propagandístico.

Si seguimos el informe del Gobierno Vasco titulado Relación de víctimas causadas por la aviación facciosa en sus incursiones del mes de abril de 1937, se habla de centenares de víctimas. Incluso en la actualidad el Gobierno autonómico vasco sigue usando la cifra de 1.654 muertos.

Al ser la localidad vasca la sede histórica del Árbol de Guernica, un roble situado delante de la Casa de Juntas de la villa, el árbol simboliza las libertades consuetudinarias de Vizcaya y de sus habitantes. La Casa de Juntas era donde el rey de Castilla, como señor de Vizcaya, juraba los fueros del señorío.

El relato se ve acompañado por la ausencia de interés militar de la villa, por lo que fue un ataque deliberado contra el pueblo vasco.

¿Qué sucedió? En el teatro de operaciones del norte, el general Mola inició el 31 de marzo de 1937 una ofensiva con las cuatro Brigadas Navarras y fuerzas vascas de los tercios de Nuestra Señora de Begoña, el de Ortiz de Zárate y la 1.ª Bandera de Vizcaya. La ofensiva militar otorgó a partir del 25 de abril de 1937 un nuevo protagonismo militar a la villa de Guernica.

En aquel momento, según el censo de 1930, la población civil era de unos 5.200 habitantes, aunque un millar vivía en los caseríos adyacentes. La villa era el centro de la logística de las unidades republicanas, con tres hospitales de sangre y tres acuartelamientos situados en los conventos y colegios expropiados a los religiosos.

La presencia militar se calculaba en unos tres batallones, con dos mil combatientes. No obstante, la presencia militar podía ser mayor el día del bombardeo por la retirada de un par de batallones del frente que buscaban refugio, huyendo de los nacionales.

Las operaciones bélicas del norte estaban cubiertas en el espacio aéreo por la Legión Cóndor. El general Sperrle, siguiendo instrucciones del embajador alemán ante los nacionales, general Wilhelm von Faupel, mandó a su Estado Mayor programar un bombardeo de Guernica a cargo de tres trimotores italianos Savoia-79, acompañados de un bimotor Dornier 17, seguidos posteriormente por tres escuadrillas de trimotores Junkers 52, unas 18 aeronaves escoltadas por cinco Fiat CR-32.

La acción se inició a las 16:30 h. de la tarde. Lógicamente, no hubo mercado en pleno conflicto bélico, como se citó por los corresponsales británicos.

Los aviones fueron pocos, suficientes para el objetivo logístico que se trataba, de diferentes modelos, italianos y alemanes, y al ser reconocidos se sabe plenamente su capacidad de armamento.

Los tres bombarderos italianos lanzaron 12 bombas de 50 kg. En cuanto a los alemanes, solían llevar o 16 bombas de 50 kg o dos grandes de 250 kg para un objetivo de importancia grande como un puente o un edificio de altura. También se sabe la autonomía de vuelo según el aeropuerto usado, Burgos o Vitoria, el tiempo que pudieron estar sobrevolando Guernica por el gasto de gasolina: finalmente, entre 15 y 20 minutos.

Primera imagen difundida por la prensa internacional sobre el bombardeo de GuernicaDaily Worker / Ministerio de Cultura

El efecto del bombardeo afectó a unos 270 edificios de los 492 que componían el núcleo urbano. Como las casas tenían un componente de madera muy importante, el fuego se trasladó a las contiguas sin realizarse ninguna operación de contrafuego para evitarla, trasladándose los bomberos muchas horas después, cuando más de doscientas viviendas se vieron afectadas y consumidas por el fuego ante la inoperancia de las autoridades locales y militares, siendo después atribuidas al bombardeo.

En cuanto a las víctimas mortales, el recuento es sencillo al poder consultarse las listas que se conservan en el Ayuntamiento de Guernica y en el cementerio local de los 24 enterrados en los días 27, 28 y 29 de abril, los tres posteriores al bombardeo, a los que se suman los de la cercana parroquia de San Pedro de Luno, otros 28 fallecidos en el bombardeo del asilo Calzada, que al desplomarse atrapó a parte de las personas refugiadas en el edificio.

Los recuentos de fallecidos en los caminos, debajo del puente y heridos trasladados al hospital de Basurto nos dan un total de 126 víctimas mortales del bombardeo, 76 de las cuales están identificadas.

La creación del mito

La creación del mito falsario procede de los corresponsales británicos adjuntos al ejército republicano. En aquel momento únicamente uno se encontraba en la villa, Noel Monks; los demás estaban fuera y escribieron sus artículos después con testimonios y aportaciones «literarias» en las que destacó el sudafricano George Lowther Steer.

Los corresponsales británicos fueron George Lowther Steer, corresponsal de The Times; Noel Monks, del Daily Express; Christopher Holme, de la agencia Reuters; y Keith Scott Watson, de los londinenses Star y Daily Herald.

Ellos no fueron testigos del bombardeo, pero sí los responsables de la creación del relato que se ha convertido en el texto oficial del bombardeo de Guernica.

Noticia en el Times sobre el bombardeo de Guernica.
Ministerio de Cultura

Los británicos pretendían visualizar la presencia de la ayuda nazi a los nacionales, «identificando» modelos más modernos a los lentos Junkers 52.

El tiempo del bombardeo se llegó a decir que duró de dos horas y media hasta tres horas, y que se descargaron unos 50.000 kg de bombas, que arrasaron la villa y provocaron unos 1.654 muertos, cuando por el modelo reconocido de los aviones, sabemos que únicamente pudieron llevar 1.400 kg de bombas y causaron 126 muertos en el bombardeo.

Las mentiras de la guerra luego serían expandidas a nivel historiográfico por el estadounidense Herbert R. Southworth, un antiguo colaborador propagandístico de simpatías marxistas que después entró en el mundo académico de la mano de Pierre Vilar, historiador de estricta línea estaliniana y miembro de renombre del Partido Comunista Francés. Su obra falsaria será La destrucción de Guernica. Periodismo, diplomacia, propaganda e historia.

El historiador español que ayudó a desentrañar las falsedades del bombardeo de Guernica fue el general de división Jesús Salas Larrazábal, doctor, ingeniero aeronáutico e historiador.

Fue fundador, en 1981, del Seminario de Historia del Ejército del Aire, y subdirector general en la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa (DGAM), con el de representante de España en los programas europeos Eurofighter y Helicóptero de Ataque, compatible con su labor de asesor de ingeniería del jefe de Estado Mayor del Aire y del director del programa «Orión» del Estado Mayor de la Defensa.
  • Jose Luis Orella: es director de la Cátedra CEU de Historia, Memoria e Identidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario