Del toro al infinito: QUITO: En la Belmonte retornaron Novilladas de la “Oportunidad” / Por: Manolo Espinosa “El Ciclón”

lunes, 2 de junio de 2014

QUITO: En la Belmonte retornaron Novilladas de la “Oportunidad” / Por: Manolo Espinosa “El Ciclón”

Plaza de Belmonte de Quito / Foto: La Loma /

"...Hoy pasado el tiempo, -siendo honrados muchos años- volvemos a escuchar y a ver carteles que resucitaron grandes recuerdos, gracias a la iniciativa del empresario de “Triana” José Luis Cobo, que en la capital, es el único que organiza espectáculos en la Plaza Belmonte con los festivales de campanilla en los que actúan figuras del toreo..."

Retornaron Novilladas de la “Oportunidad”

Además, escuchamos con emoción que la interpretación del Himno a Quito se lo hizo sin manipulaciones, tal como lo hemos cantado casi desde nuestro nacimiento, porque es nuestra historia y tradición y es como se debe mantener y no con cambios de mentes calenturientas que lo quieren trastornar todo.

Por: Manolo Espinosa “El Ciclón”

Cuantos buenos recuerdos nos trae esto de las novilladas de la oportunidad, cuando en Quito en la década de los 60, apareciera -alguien a quien los taurinos no podrán olvidar jamás- sobre todo aquella pléyade de novilleros que surgieron de los eventos taurinos organizados por Gustavo Herdoíza León, un aficionado visionario que emprendió la difícil tarea de montar festejos populares en las temporadas de verano, involucrando a varios aspirantes de los barrios quiteños que traían sus propias barras, es decir a sus vecinos que los respaldaban cada tarde.

Recordamos, que cada temporada se iniciaba con varios festivales en los que los aspirantes a toreros lo entregaban todo haciendo de su tarde la mejor, porque querían ser tomados en cuenta posteriormente y quienes triunfaban en sus presentaciones y competencias reiteradamente, tenían asegurada la inclusión en las novilladas. Había emoción y un profundo interés no solo en los actuantes, sino en los públicos que se sumaban masivamente a estas convocatorias aderezadas con sal y pimienta que en sus actuaciones ponían los noveles espadas que soñaban con ser toreros de verdad, de allí que la Monumental de Toros “Quito”, se llenaba a reventar en cada festejo. ¡Eso era increíble! …. Por el romance experimentado en aquel entonces

Poco a poco el empresario se fue encumbrando y más muchachos iban apareciendo en el planeta taurino y uno mejor que otro; de aquellos que querían comerse a los toros y que por su valor y afición sin límites, ocuparon espacios importantes dentro de la fiesta, incluso llegaron a ser matadores de toros.

Hoy pasado el tiempo, -siendo honrados muchos años- volvemos a escuchar y a ver carteles que resucitaron grandes recuerdos, gracias a la iniciativa del empresario de “Triana” José Luis Cobo, que en la capital, es el único que organiza espectáculos en la Plaza Belmonte con los festivales de campanilla en los que actúan figuras del toreo, algo que lo hace cada año con motivo de las fiestas de Quito, aunque sea sin la muerte de los toros porque para esa jurisdicción está prohibido.

El sábado pasado se realizó una novillada, no precisamente “de la oportunidad”, nombre de antaño, sino “Novillada de la Cordialidad” (los dos tienen la misma finalidad, la de fomentar la fiesta brava) , y que según comentarios, (no pudimos asistir) este festejo que se efectuó en la plaza Belmonte, atrajo a tanto público que estuvo por reventar la plaza. Lo que demuestra que Quito anhela tener su fiesta sin mutilaciones, y aunque se emitan miles de decretos en contra de ella, no podrán matar la afición, porque ésta es herencia hispánica, es tradición, es cultura y a la vez nuestra identidad y patrimonio cultural inmaterial.

Remitiéndonos a varios comentarios de quienes asistieron, eso fue una verdadera fiesta en la que triunfaron Martín Camacho, Álvaro Mejía y José Antonio Bustamante que salieron a hombros, en medio de la alegría de los asistentes que festejaron toda la noche por las buenas maneras y el valor de los novilleros.

Además, escuchamos con emoción que la interpretación del Himno a Quito se lo hizo sin manipulaciones, tal como lo hemos cantado casi desde nuestro nacimiento, porque es nuestra historia y tradición y es como se debe mantener y no con cambios de mentes calenturientas que lo quieren trastornar todo. Lástima no haber estado allí para disfrutar del espectáculo y cantado nuestro bello himno con el respeto que se merece nuestra ciudad. Pero felicitamos la iniciativa del empresario que siempre está buscando la forma de engrandecer y fortalecer la fiesta, por eso nos insertamos en sus proyectos como un respaldo incondicional ¡Enhorabuena Torero!