"...Al terminar 2014, con cierta urgencia, han sido convocados los profesionales del mundo del toro, entre los que se encuentran toreros, ganaderos y empresarios, a la vista de que algo, o mucho, no va bien. Preocupados ellos, han necesitado hablar sobre los males, más que bienes, que aquejan a la Fiesta..."
NAVIDAD, TIEMPO DE REFLEXIÓN
Sí, ya se que la Navidad es tiempo de alegría, de buenos deseos, de juergas, de luces, de regalos, de buena voluntad… pero también es una época especialmente para reflexionar. Se acaba el año en estas fechas y es buen momento para hacer resumen de cuanto ha sucedido en nuestras vidas, trabajo, salud, aficiones y devociones, en todo.
En ese repaso para muchos en todo el mundo, los llamados taurinos, profesionales y aficionados, también debería ser un buen momento para reflexionar, para buscar en qué nos hemos equivocado o acertado, si es el caso. Pero que hay que hacerlo, sin duda alguna.
Al terminar 2014, con cierta urgencia, han sido convocados los profesionales del mundo del toro, entre los que se encuentran toreros, ganaderos y empresarios, a la vista de que algo, o mucho, no va bien. Preocupados ellos, han necesitado hablar sobre los males, más que bienes, que aquejan a la Fiesta.
De lo tratado en ese ámbito, al que no invitaron a ningún aficionado, ni siquiera a la prensa, -y eso que a algunos se les puede considerar profesionales por la defensa que hacen del modelo actual, ese que no marcha- no se conoce al detalle cuáles fueron señalados como los pies de los que cojea la tauromaquia.
Trascendió, por el comunicado de prensa, que hay que revisar los costes de los espectáculos y adaptarlos a la situación socio económica actual. También que hay que comunicar mejor con la sociedad. Solo esto pareció preocuparles.
Es curioso que primero no inviten a los que van de forma habitual a los toros, pero si quieran comunicar con la sociedad en su conjunto. Parece difícil entender que los que están más cercano no les merezcan la pena y sí el resto de la sociedad. Si puede entenderse desde la perspectiva de captar clientes nuevos, creyendo que los que ya lo son están plenamente fidelizados.
Craso error, la reflexión no se ha hecho o se ha hecho mal. Lo primero sería pensar por qué la sangría de los aficionados de siempre, esos que van dejando las plazas vacías. Llegar a entender el por qué de su abandono es la piedra filosofal. En otros tiempos, con menos comunicación que la que hay ahora, la gente iba a los toros. Y si no se sumaran nuevos, eso sería un mal menor, peor es que se pierden los que había.
Dos razones aparecen claras en cuanto se hace esa reflexión. Basta con no estar ciegos o empecinarse en mirarse el ombligo. La vida misma te lo indica. A un restaurante donde iba la gente y llenaba y ahora no va solo puede ser por una causa: El producto que se ofrece no es de calidad o es de bastante menos que la que se daba antes. Para más INRI, a menos gente que vaya menos amplificación y recomendación para que vayan otros. No lo entienden… pues en eso se ha basado el comercio siempre.
Sin buen producto es imposible la captación de clientes y si se llega a lograr sin ofrecerlo eso es lo más parecido a un fraude, y del que más temprano que tarde terminarán por orientarse. Una reflexión seria empezar por ahí, lo contrario, el echar las culpas solamente a factores externos, es además de corto alcance, de muy difícil acierto.
El producto que se ofrece es la clave, en esta y en cualquier otra actividad, y por eso no pueden aportar soluciones los mismos que han adulterado el producto. Hacerlo sin contar con el cliente es seguramente un error mayor que el ya cometido.
Termina el año y en nuestra reflexión personal llegamos a esta conclusión: Por falta de credibilidad y visión de los problemas, se cargarán la Fiesta definitivamente.
Dicho todo esto, no es obstáculo para desearles Feliz Navidad a todos. También a ellos.
Siempre es buen tiempo para ejercer la reflexión, pero lógicamente en Navidad con mayor motivo por lo que conlleva en todo su conjunto el significado de Navidad.
ResponderEliminarEstoy en plena sintonía con lo escrito por Antolín Castro, pero de forma más integral con “Dos razones aparecen claras en cuanto se hace esa reflexión. Basta con no estar ciegos o empecinarse en mirarse el ombligo. La vida misma te lo indica. A un restaurante donde iba la gente y llenaba y ahora no va solo puede ser por una causa: El producto que se ofrece no es de calidad o es de bastante menos que la que se daba antes. Para más INRI, a menos gente que vaya menos amplificación y recomendación para que vayan otros. No lo entienden… pues en eso se ha basado el comercio siempre”.
Creo que habrá que pensar que mucha parte de culpa es la situación económica por la sufre muchos de los que antes iban a esos restaurantes y hoy no pueden hacerlo.
Que ilustrativo sería que esos medios de comunicación tomarse alguna vez la reflexión de dejar de dorarle la píldora al gobierno del PP, y se limitaran a seguir la consigna editorial del medio que les paga. Como todos ustedes están adivinando (porque tontos no son) me estoy refiriendo a COPE y 13 TV. ¿Pero la línea editorial de la Conferencia Episcopal, propietaria de estos medios es evangelizar o meterse con Podemos?, porque ahora el PSOE parece no molestar demasiado, ahora es Pablo Iglesias.
Es bochornoso y nauseabundo ver todo un programa de dos horas y media como “La Marimorena” de Carlos Cuesta, que muy bien podría llamarse “La Marioneta” de Carlos Cuesta.
Este señor ó lo que sea, ultraderechista de nacimiento (de chiquito le pusieron un chip en el cerebro con el slogan "muerte al hombre rojo") y franquista de vocación, de corta inteligencia, se ha erigido en el líder antipodemos (recibe orden directa de la iglesia, sí, esa iglesia asesina, pederasta, corrupta, que no tiene ningún reparo en pedir que la sintonicen en el siete para recoger las migajas de La sexta ó de pedir dinero con la excusa de una encuesta de opinión que siempre les favorece. Es evidente que la Iglesia teme perder el chollete de la educación y la rotura del Concordato.
Pues bien, este elemento que llama retrasados mentales a sus televidentes, tratando de explicarles lo inexplicable. Cualquier persona medio normal ve que está dos horas con su caterva de ultraderechistas franquistas, esgrimiendo pruebas que no dicen nada, acusando sin ningún rigor, incriminando a Iglesias y a su novia sin ningún resultado.
La "SEÑORA TRUJILLO" no necesita estrujarse las meninges para ponerlo en ridículo, pero él sigue. Ya le han cogido varias veces con el carrito del helado y ha tenido que rectificar. Pero él nada, a lo suyo, lo programaron para hacer el ridículo.
Por cierto, se me olvidaba que también fue programado para decirles a los catalanes que hablen en castellano.
Parece ser que le paga un sueldo a Iglesias porque sin él no tendría programa, ya que ni las teorías neoliberales que nos han llevado a la ruina y que tanto pondera (por ejemplo, es un gran defensor de los deshaucios) le darían para un programa.
A Carlos Cuesta (como su apellido dice) le cuesta darse cuenta de la realidad, pero parece que al final lo ha hecho. Podemos no es sino el némesis del desastre político del PP y PSOE. En vez de reírse tanto de Podemos hace meses, deberían haber empezado a hacer la autocrítica profunda para lavar la imagen de los partidos. Ahora casi no hay tiempo, porque si el PP entona un mea culpa sincero y limpia el partido quizá no haya tiempo para el olvido y el perdón de los electores. Por otro lado ver a Carlos Cuesta mostrando su desesperación y miedo por el avance de Podemos no tiene precio.
Como Partido Popular que es el de toda esta derechona, están haciendo popular al pueblo toledano de Tembleque, pues el tembleque que tienen es de los que no se pueden disimular, en especial el tal Cuesta, Isabel Durán y Antonio Jiménez.
Feliz Navidad
Emilio Cisneros