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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 22 de febrero de 2016

La maestría de Pablo Hermoso y Ponce se impone en el cierre de la Temporada de La México.


Foto: Emilio Méndez

Ante un lleno en la Monumental Plaza México en tarde de muy agradable clima, con algo de viento, pasado el despeje de cuadrillas, se le tributó una cariñosa ovación a la memoria del diestro retirado recientemente fallecido Jesús Córdoba.


La maestría de Pablo Hermoso y Ponce se impone en el cierre de la Temporada de La México.

México,21 de febrero de 2016
Concluyó la Temporada Grande Internacional 2015-2016 en el gran coso de Insurgentes con motivo de su LXX aniversario donde el máximo triunfador ha sido el rejoneador estellés Pablo Hermoso de Mendoza al cortar su cuarto rabo en esta plaza y 128 en la historia de la misma para al finalizar el postrero festejo salir en hombros por la Puerta Grande de “El Encierro” siendo acompañado por el valenciano Enrique Ponce, quien tuvo una soberbia actuación pero sólo pudo obtener una oreja, el potosino Fermín Rivera, quien igualmente se hizo de un apéndice salió de la plaza por su propio pie. El otro alternante, Octavio García “El Payo” sólo pudo lidiar un astado debido a que padecía un fuerte cuadro de gastroenteritis.

Así que ante un lleno en la Monumental Plaza México en tarde de muy agradable clima, con algo de viento, pasado el despeje de cuadrillas, se le tributó una cariñosa ovación a la memoria del diestro retirado recientemente fallecido Jesús Córdoba.

Se lidiaron dos toros de Los Encinos para rejones, siendo regular el primero y muy bueno el segundo. Y seis astados de los Sucesores de Teófilo Gómez para la lidia a pie, siendo bueno el cuarto con benévolo arrastre lento. Buenos también resultaron el tercero y el sexto; regulares el primero y el segundo y complicado el quinto.



En el toro de la dehesa de Los Encinos que abrió el postrero festejo, el rejoneador navarro PABLO HERMOSO DE MENDOZA montando a “Gento”, tras doblarse con el astado, logró colocar dos rejones de castigo para templar luego a la grupa. Después encima de “Disparate” enceló con la cola del caballo para ligar su toreo a la mínima distancia dando la grupa, hacer recortes y clavar dos banderillas largas a una mano de frente y dando el pecho del corcel, adornándose con la hermosina que es templar a la grupa alternando los lados de su cabalgadura. Siguió encima de “Ícaro” para hacer el toreo al estribo y clavar otros dos palos, el segundo al cambio y volver a templar al estribo a pesar de la falta de codicia del toro encinero. Y sobre “Pirata” dejó tres rehiletes cortos a una mano, terminando por hacerle el desplante de “El Teléfono” y matar hasta el tercer viaje de estocada trasera, siendo aplaudido.

En su segundo, igualmente de Los Encinos, llamado “Tejocote”, manejando las riendas de “Manizales”, después de doblarse con él, le clavó un rejón de castigo para luego templar a la grupa. Cambió de caballo y sobre “Berlín” hizo el toreo de costado y haciendo la hermosina galopando al hilo de las tablas, clavando más tarde de frente una banderilla larga a una mano y realizar una pasada por dentro a la mínima distancia, exponiendo de verdad, y así, en corto y sesgando, colocar otro palo de manera espectacular y cuajar otra pasada por dentro, incluyendo un ceñido recorte. Con las riendas de “Dalí” enceló Hermoso de Mendoza con la cola del caballo para dejar otras dos banderillas a una mano y realizar giros emocionantes en la cara del toro. Y encima de “Pirata” clavó dos garapullos cortos y un brillante par a dos manos para matar de certera estocada y así conseguir su cuarto rabo en la Monumental Plaza México y el 128 en la historia ésta.




A pie, el espada valenciano ENRIQUE PONCE en su primer astado, de los Sucesores de Teófilo Gómez, lanceó bien a la verónica y mejor quitó por chicuelinas. Con la muleta comenzó con pases caminándole al débil pero noble astado para rematar con estupendo cambio de mano por delante. Continuó a media altura por derechazos suaves y templados pero el teofileño perdía constantemente las manos y sin trasmitir. Aun así, con mucho mimo, le cuajó estupendas tandas con la mano diestra, intercalando molinetes y cambio de mano por delante con el sello poncista. Por naturales casi lo obligó en una serie meritoria que rubricó con un afarolado y el de pecho. Concluyó con otra dosis de derechazos plenos de arte, verticalidad y estética, además de ejecutar el toreo en redondo y sacar uno a uno los muletazos de mucho valor previo adorno de la vitolina. Mató de dos pinchazos, el segundo hondo, y dos golpes de descabello para hacerse aplaudir tras un aviso.



A su segundo, “Pateque”, también de los Sucesores de Teófilo Gómez, Ponce lo lanceó con voluntad y mejor estuvo en un quite por verónicas a pies juntos. Con la franela, curiosamente antes de brindar al empresario Miguel Alemán Magnani, el toro le vino encima y aprovechó con la mano izquierda aplicar toreros doblones. Así, una vez hecha la dedicatoria del trasteo, Enrique se dio a torear por derechazos tersos, llevando muy metido en el engaño al astado a pesar de un desarme, todo hecho gracias al mérito del torero al entender y hacer ver bien al toro. Continuó por naturales previo cambio de mano por delante de manera rítmica y cadenciosa. Una vitolina para ligar derechazos en redondo, con temple y calidad. Un trincherazo y más toreo diestro a media altura para entonces venir la poncina que hizo “hervir” los tendidos del coso de Insurgentes. Siguió el despliegue de artístico toreo derechista y en redondo. Adornos por el perfil izquierdo y entró a matar para dejar media estocada caída y estocada entera ligeramente trasera para una aclamada vuelta al ruedo con petición de oreja entre gritos de ¡torero! y al astado se le dio un excesivo arrastre lento.

Y en el que lidió por “El Payo”, de nombre “Pariente” de los Sucesores de Teófilo Gómez, Ponce lanceó estética y lucidamente a pies juntos, además de quitar por tersas chicuelinas. El picador español José Palomares sufrió un tumbo sin consecuencias. Con la muleta el espada de Chiva, Valencia realizó la lidia a pesar de que el caballo que se tumbó no se pudo levantar y ahí se quedó. La gente protestó y se volvió a intentar incorporarlo hasta que lo lograron después de desvestirlo. Continuó pues Enrique para cuajar un trasteo más que torero a un toro nada fácil. Por naturales obligó con evidente poder a su antagonista para que se “tragara” excelentes naturales. Luego le endilgó un molinete para ligar derechazos acompasados pero decidió seguir con la mano siniestra con mucho gusto y extremo arte. Una vez más por el derecho valiente y otra vez por naturales presentando el engaño plegado y largando tela con mucha clase y despaciosidad. Molinete al canto y engarzada la poncina ligada con el cambio de mano por delante calentaron los tendidos y ya de pie lograr adornos plenos de vistosidad y arte concluyendo con un abaniqueo por la cara entre gritos de ¡torero! Mató de estocada casi entera perpendicular y desprendida, además de un soberbio descabello, para obtener un meritorio apéndice del toro número 100 que lidia en la Monumental Plaza México.



En el primer ejemplar que le tocó en suerte, de nombre “Tío Prieto” de la ganadería de los Sucesores de Teófilo Gómez, el diestro potosino FERMÍN RIVERA jugó con clase los brazos en lances a la verónica, primero a pies juntos y después abriendo el compás, además de quitar ajustadamente por gaoneras iniciando con una vistosa fregolina, Con la sarga inició doblándose con suavidad para luego emplear tela derechista templando con profundidad y largueza, además de hacerlo a media altura pues el “socio” también acusaba algo de poca fuerza pero que tenía nobleza en su embestir aunque igualmente sin trasmitir. Persistió entonces por el lado diestro para engarzar candenciosos muletazos. Su toreo natural fue a base de acortar distancias con mucho mérito. De nuevo por el pitón derecho hilvanó de forma estupenda, uno a uno, lances de mucha clase y valor, intercalando el molinete, el de trinchera y los de pecho, incluyendo su irrefutable aguante sereno y torero. La faena fue siempre a más, apareció el molesto viento y nuevamente por naturales le ha puesto más que voluntad para abrochar la labor con pases de adorno, teniendo que como contenido final otra serie de derechazos evidentemente empeñosos. Finiquitó su trasteo de estocada tendida y trasera para hacerse de una merecida oreja.

En su segundo lanceó toreramente a la verónica y mejor quitó por chicuelinas. En el tercio de varas el picador Efrén Acosta López fue derribado cuando intentaba reponer el terreno. Con la franela, Fermín le brindó al empresario don Carlos Slim para comenzar con pases vaciando por alto y rematar con el de la firma. Ello prologó una faena más que empeñosa y valiente a un burel nada fácil, muy parado. Destacaron sus series por ambos lados, siempre buscando el lucimiento. Le pisó inclusive los terrenos pero sin los resultados esperados. Terminó de pinchazo y estocada, además de descabello, para ser aplaudido.



El matador queretano OCTAVIO GARCÍA “EL PAYO” en el primer burel de su lote, también de los Sucesores de Teófilo Gómez, veroniqueó con empeño. Su labor de muleta, tras algunos pases de tanteo, a un ejemplar con mayor emotividad y raza, le endilgó tandas valientes por derechazos y que fue atemperando, haciendo lucir su toreo recio y a la vez artístico. Así lo hizo, con mucha dimensión y calidad, cuando lo toreó por naturales de forma reposada en un par de tandas. Ligó la dosantina con el cambio de mano por delante a pesar de resultar desarmado en ese afán del torero por seguir en el mismo tenor alto de la faena. Otra serie izquierdista de buen trazo al tiempo que físicamente se notaba que no estaba bien ya que en varias ocasiones sufrió ataques de vómito que lo obligaron a irse a las tablas. Ya un poco más repuesto volvió a la cara del toro para seguir toreando templadamente por naturales. Acabó de pinchazo hondo para escuchar aplausos y de inmediato irse a la enfermería, de donde ya no salió ya que se le diagnosticó una fuerte gastroenteritis.

FICHA: CIUDAD DE MÉXICO. 
Vigésima y última corrida de la Temporada Grande Internacional 2015-2016. Monumental Plaza México. Entrada: Lleno en tarde de buen clima. 

Dos toros de Los Encinos para rejones, siendo regular el primero y muy bueno el segundo. Y seis astados de los Sucesores de Teófilo Gómez para la lidia a pie, siendo bueno el cuarto con benévolo arrastre lento. Buenos también resultaron el tercero y el sexto, regulares primero y segundo y complicado el quinto. 

El rejoneador estellés Pablo Hermoso de Mendoza: Palmas y dos orejas y rabo, su cuarto en esta plaza y 128 en la historia de la misma. 

A pie, el ibérico Enrique Ponce: Palmas tras un aviso, vuelta al ruedo y una oreja en el que estoqueó por “El Payo” siendo éste el toro número 100 que lidia en el gran coso de Insurgentes. 

Fermín Rivera: Una oreja y palmas. 

Octavio García “El Payo”: Palmas en el único que estoqueó debido a que por una gastroenteritis se lo impidiera. Inexplicablemente salieron en hombros, con justeza Hermoso de Mendoza y Ponce sin justificación, faltándosele así al respeto a Fermín Rivera.



INCIDENCIAS: 
Terminado el paseíllo se le tributó un cariñoso minuto de aplausos a la memoria del diestro Jesús Córdoba. El picador Efrén Acosta López sufrió un tumbo durante la lidia del quinto toro, lo mismo que el también varilarguero español José Palomares en el sexto astado.


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