Jesús Enrique Colombo, en el hospital
Con la temporada dando el último clarinazo en España, la vista se va directamente a América. ‘Lo primero que necesito es que el músculo se recupere cuanto antes para poder tomar una decisión. La primera corrida que tengo anunciada es en Acho (el 26 de noviembre) pero se pueden barajar bastantes cartas. Todo dependerá de mi evolución’.
ALBERTO DE JESÚS
MARCOS SANCHIDRIÁN Madrid
Suena a tópico y lo dijo José Tomás: ‘Vivir sin torear no es vivir’ pero por ser un tópico y por haberlo dicho el de Galapagar no es menos verdad. Sino que se lo pregunten a Jesús Enrique Colombo que deberá estar, al menos, tres semanas con la pierna inmovilizada para recuperarse de la forma más óptima posible de la grave cornada que sufrió en el último novillo de la última novillada de su vida. ‘Soy una persona inquieta que siempre está entrenando o en el campo pero ahora toca tener paciencia. No es fácil pensar que estaré tanto tiempo sin torear pero tengo una apuesta más grande que es estar al 100% lo antes posible’, afirma un resignado Colombo.
Fue un milagro que la cornada no rompiese la femoral porque desgarró el muslo derecho al completo. ‘El doctor me dijo que gracias a Dios no me tocó la femoral. Hubo suerte a pesar de la gravedad’, nos cuenta. La positividad de Colombo de cara a una buena evolución es latente: ‘He pasado la noche mejor que la de ayer, el dolor va bajando. Hoy me han hecho la primera cura y el doctor ha visto que tiene buen aspecto porque está poco hinchada y no he tenido fiebre’.
Una de las imágenes que más impacta de la cornada de Valencia es su gesto de rabia cuando se incorporó y se miró el muslo. No había dolor en su mirada, véanlo. ‘Me miré la pierna y pensé adiós Zaragoza. Sabía que me había pegado una cornada muy fuerte a dos días de la alternativa’. Y continúa: ‘Duele no estar después de una temporada soñada que culminaba en Zaragoza. Era un sueño doctorarme en Zaragoza pero ya no se puede dar marcha atrás, por eso soy torero’.
‘Tengo un compromiso con el público cada tarde que me visto de torero -se sincera Colombo-. Después de casi cuarenta novilladas, de tantos triunfos, de dar la cara todos los días… era bonito culminar en Zaragoza. Todo peligraba por una cornada y fue en la última novillada de mi carrera’. Entonces, ¿será Valencia la última novillada? ‘Sí, el objetivo es tomar la alternativa cuanto antes’.
Con la temporada dando el último clarinazo en España, la vista se va directamente a América. ‘Lo primero que necesito es que el músculo se recupere cuanto antes para poder tomar una decisión. La primera corrida que tengo anunciada es en Acho (el 26 de noviembre) pero se pueden barajar bastantes cartas. Todo dependerá de mi evolución’.
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