Quizá, según dicen, con su vuelta en junio de 2018 evite ferias de primera como Valencia, Sevilla o Madrid, y que los veterinarios de otras plazas para junio le puedan parecer más permisivos y que hagan coincidir sus deseos con sus exigencias. Sea como fuere las ferias de Alicante o Badajoz le parecerían más adecuadas para pisar esos ruedos.
UN AÑO NO ES NADA…
Menos de un año… mucho menos. Si se cumplen los pronósticos que en los últimos días hemos visto anunciar en determinados medios sobre la vuelta a los ruedos de Morante de la Puebla, podremos afirmar lo que dice el titular y la entradilla que le sigue.
El adiós, el enésimo adiós, se produjo en agosto, tan solo hace dos meses, y ya tenemos anuncio de su vuelta para junio del próximo año. Es decir, la retirada durará 10 meses a lo sumo y el silencio solo ha durado dos. Demasiado poco para unos, para otros, para una cosa y la otra.
Salvo que a alguien le parezca mucho, parece que estar anunciada ya su vuelta es, cuando menos, sorprendente. Sí, sorprende que el torero de La Puebla tenga tristeza en agosto, vea muy negra la actuación de los veterinarios y los presidentes, y que dos meses después le parezca que ya han cambiado lo suficiente como para ponerse en sus manos en un futuro tan próximo.
Quizá, según dicen, con su vuelta en junio de 2018 evite ferias de primera como Valencia, Sevilla o Madrid, y que los veterinarios de otras plazas para junio le puedan parecer más permisivos y que hagan coincidir sus deseos con sus exigencias. Sea como fuere las ferias de Alicante o Badajoz le parecerían más adecuadas para pisar esos ruedos.
Lo cierto es que José Antonio es un clásico en eso de ir y venir y que sus ciclos de enfado solo los entiende él seguramente. Para el aficionado y la gente del común se hace muy extraña esta conducta con reacciones tan imprevisibles y aceleradas.
Curioso también resulta que, en su necesario y deseado descanso, haya abierto un hueco para planificar con quién ha de realizar la andadura de su próximo futuro profesional. Manolo Lozano lleva ‘mil años’ en esto, yo le conocí activo ya hace 50 años, y alejado un tanto de todo desde hace tiempo, lo que nos hace pensar que puedan ir los dos, por sus maneras de entender esto, sincronizados pero a su aire.
El tiempo, ese que se estira y afloja con tanta facilidad en esta historia, nos dirá cuán de cierto y duradera, además de cómo, será la nueva aventura de Morante de la Puebla.
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