Maria Dolores Agustí Guerrero publicó un excelente libro, de muy recomendable lectura, titulado Roberto Domingo, arte y trapío. Fue publicado en 1998 por la Editorial Agualarga.
La primera corrida de toros que vio fue en 1906, y tuvo lugar en Madrid con motivo de la boda de Alfonso XIII. Admiró a toreros como Machaquito, Juan Belmonte y Manolo Bienvenida y colaboró en revistas taurinas como La Lidia, El Ruedo, Torerías y Zig –Zag, así como en el diario ABC, e ilustró numerosas portadas de libros.
En lo taurino creó escuela con una producción llena de color y que abarca todos los aspectos del toreo, incluso en sus detalles más insignificantes. Su pintura sabe plasmar el ambiente de la fiesta de toros, tanto de encierros y capeas, como de suertes de la lidia.
También hizo apuntes de estos temas a pluma en prensa, y se prodigó en cuadros al óleo y gouache. Tenía su estudio en la calle Alcalá 61 de Madrid y vivió la llamada Edad de Oro de la Tauromaquia, con lo que pudo pintar a toreros como Belmonte, Joselito El Gallo, su hermano Rafael, Rodolfo Gaona y un largo etcétera
Otros de los temas que cultivó fueron los patios de caballos, los garrochistas y toro en el campo.
Su obra es variadísima, tanto en formato como en técnica. El movimiento es uno de los puntales de su estilo. Entre sus composiciones destacan cuadros como los titulados Un coleo, Un encierro, Saltando la barrera, Reza el fenómeno y El Gallo, así como los apuntes que tomó al natural de las muertes tanto de Joselito en Talavera como de Granero en Madrid.
Domingo ilustra con su luz, movimiento y colorido la mayor parte de la cartelería taurina del siglo XX. La extraordinaria divulgación de su obra se debe a su trabajo como cartelista. En esta especialidad fue contratado por primera vez por el empresario Sabino Ucelayeta, para ilustrar los carteles de la feria de San Sebastián.
Luego, junto con Ruano Llopis, protagonizó la época dorada del cartel taurino. Entre sus cuadros sobresale la obra No hay quinto malo, que se utilizó para anunciar la Corrida Regia celebrada el 28 de mayo de 1927, con el fin de conmemorar el XXV aniversario de la Coronación del rey Alfonso XIII. Y el titulado Salida a hombros de Ricardo Torres Bombita, un óleo sobre lienzo que se conserva en el Museo Taurino de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid.
El pintor valenciano Juan Reus le considera como su gran maestro y, entre otros de sus discípulos, se cuentan Antonio Casero, Luis García Campos, Vicente Sánchez Navarro ó Cesar Palacios.
Categoría: MISCELÁNEAPor Enrique Amat
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