"Armillita chico" lo quisieron irrespetar.
"...Morante dejó vacías las calderas de la inspiración bien implementada y Roca Rey es entrega plena y dominio absoluto en ecuación que arroja una declaración de lidia sin pausas, sin tiempos muertos ni desánimos emocionales..."
De la sevillania de Morante a la gallardía limeña
hay mucho trecho
Jesús Ramírez "El Tato"
Notiferias/Maracay, 12 Mayo 2023
La morantiana premiación de la feria de Sevilla recientemente concluida, parecía estar alimentada por la firme intención de borrar y no perennizar la puerta del Príncipe obtenida por el peruano Andrés Roca Rey tras convincente triunfo con los toros de Núñez del Cuvillo.
Carlos Arruza el gran rival de Manolete.
Es una añeja mancha que viene desde los tiempos de Gallito contra el mexicano Rodolfo Gaona y luego con la lucha apretada y traicionera de Marcial Lalanda y Domingo Ortega contra Fermín "Armillita Chico", y que ocasionó la ruptura de relaciones taurinas entre España y México y que dio pie para que en el país azteca surgiera el camino del robustecimiento creando una auténtica potencia taurina sui géneris.
Resuelto el lío, volvió otro indio mexicano, Carlos Arruza, que fue el rival más importante de Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" en los años triunfales del cordobés que por cierto sostuvo el último mano a mano con el manito en el ruedo de la maestranza de Maracay el 1 de mayo de 1946.
Pasaron los años para que otro suramericano tomara el mando en España, César Giron, con su raza ablandó las armas que presentaban António Ordóñez, Julio Aparicio, "Chamaco", "El Litri" y "Jumillano" entre otros, que no asimilaban los triunfos del criollo que tuvo que cortar dos rabos en Sevilla en menos de 72 horas y arrasar con todos los trofeos de las ferias para ser tibiamente reconocido, tanto así que ahora que se vuelve a cortar un rabo en el coso maestrante, los morantistas han movido los cimientos de la Giralda y han hecho desbordar el Guadalquivir con lágrimas de emoción.
Los rabos cortados por César Giron
en Sevilla se los ningunean.
Pero parecieran ciclos establecidos de cara al cicaterismo de la crítica española con los nuestros, porque otro suramericano, César Rincón, tuvo que salir cuatro veces por la puerta grande en un año en la plaza de Las Ventas, para ser reconocido su sentido del temple y la distancia de un torero para toreros único.
Ahora surge el peruano Andrés Roca Rey en medio de una decena de figuras españolas que se sienten apabulladas por la fuerza, contundencia y valor de sus triunfos que además lo avalan para llenar las plazas.
César Rincón la gran figura que convenció
En Sevilla hubo el pasado mes, faenas y triunfos Importantes como los de Daniel Luque, Escribano con Victorinos y Miuras, Emilio De Justo, Morante y Tomas Rufo, pero la contundencia y convencimiento de Roca Rey con entradas agotadas, fue otra cosa, de raza, inteligencia, entrega y capacidad a toda prueba, y lo de Morante de la Puebla, fue una sevillania de arte pleno con la gracia única de los toreros andaluces que inteligentemente el de la Puebla, escuda con suertes que revive y trajes de luces con alamares de antaño.
Andrés Roca Rey con la ecuación exacta del triunfo
Morante dejó vacías las calderas de la inspiración bien implementada y Roca Rey es entrega plena y dominio absoluto en ecuación que arroja una declaración de lidia sin pausas, sin tiempos muertos ni desánimos emocionales.
Bueno, esa es la gran diversidad en nuestra amada fiesta taurina que no se puede ocultar. La temporada española está echando alas y el limeño seguirá cobrando alto y llenando plazas y el sevillano con estampa antigua cazando el toro de dulce para el triunfo.
El toro y el tiempo darán ubicaciones.
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