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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 6 de mayo de 2023

No lloren por la liga, ya está muerta / por Hank


EL REAL MADRID NO HA TIRADO NADA. SENCILLAMENTE NO LE HAN DEJADO COMPETIR ESTE TORNEO EN IGUALDAD DE CONDICIONES

Me asombra hallar todavía entre parte del madridismo a quien, aún a estas alturas, se encuentra con fuerzas y ganas de echar en cara a la plantilla del Real Madrid el haber tirado (nuevamente) la liga. Con minúsculas, sí. Y si no tuviéramos la consideración que tenemos por la salud oftalmológica de nuestros lectores, escribiríamos liga con una fuente de menor tamaño. Esta competición deplorable, empeñada jornada a jornada en demostrar su cada vez más ínfimo valor, no merece otro destino que el cubo de la basura, desde luego. Sin embargo, resultaría excesivamente poco empático para con la plantilla blanca reducir el pensamiento y la opinión de la afición a ese manido y cansino “hemos vuelto a tirar la liga”. El Real Madrid no ha tirado nada. Sencillamente no le han dejado competir este torneo en igualdad de condiciones.


EL REAL MADRID NO HA TIRADO NADA. SENCILLAMENTE NO LE HAN DEJADO COMPETIR ESTE TORNEO EN IGUALDAD DE CONDICIONES

por Hank
La Galerna/ 4 mayo, 2023
El equipo comenzó con solvencia su andadura por la competición nacional y llevaba un ritmo endiablado hasta unos partidos después del primer clásico: diez victorias y un empate y 31 de 33 puntos posibles. A partir de ese momento, comenzaron a suceder esas “cosas extrañísimas” a las que se refirió Laudrup en su última entrevista y que únicamente acontecen en la liga Negreira. Tropiezo ante el Girona y derrota frente al Rayo.


Y se podría acudir sin falta de razón a las jugadas polémicas (aquel penalti o “rigore inventato” de Asensio, gol anulado a Rodrygo y la expulsión de Kroos) para tratar de justificar la dificultad para competir aquellos partidos, pero no son las jugadas polémicas y sus parciales desenlaces las que marcan el devenir de los nuestros en los partidos, sino las jugadas que yo denomino “del día a día”. Las faltitas, si lo prefieren. Las pequeñas decisiones que van marcando la parcialidad de un arbitraje. La diferencia de criterio a la hora de sacar amarillas. La permisividad arbitral ante las entradas de los rivales a los jugadores blancos y la ausencia de la misma cuando son los nuestros los que realizan las entradas. Estoy convencido de que el madridismo se ha cansado de ver ese cuadro en el que se plasma cómo el Real Madrid supera (en ocasiones hasta dobla) en amarillas al equipo rival habiendo realizado la mitad de faltas durante el encuentro.

NO SON LAS JUGADAS POLÉMICAS Y SUS PARCIALES DESENLACES LAS QUE MARCAN EL DEVENIR DE LOS NUESTROS EN LOS PARTIDOS, SINO LAS JUGADAS QUE YO DENOMINO “DEL DÍA A DÍA”. LAS FALTITAS, SI LO PREFIEREN. LAS PEQUEÑAS DECISIONES QUE VAN MARCANDO LA PARCIALIDAD DE UN ARBITRAJE

El Real Madrid tiene en su debe el competir cada temporada por todo, sí. Pero es muy complicado pedir a los jugadores cada semana ese punto de competitividad extra que se precisa para superar estas circunstancias tan hostiles que en una competición normal sólo se darían una o dos veces por temporada. El año pasado, sin ir más lejos, hubo un partido similar ante el Sevilla en el que el equipo blanco se sobrepuso tanto a un resultado como a un arbitraje adverso, remontando el 0-2 inicial de los hispalenses con un final épico a pesar de un gol injustamente anulado a Vinicius desde el VAR por una mano inexistente en el control.


El equipo estaba enchufado en la liga y además conservaba el chute de adrenalina que le había proporcionado la remontada en Champions ante el Chelsea esa misma semana. Sin embargo, resulta inviable incluso para el Real Madrid esperar ver este tipo de partidos jornada tras jornada, que es lo que hubiera sido necesario desde noviembre para que el club vikingo no se descolgara en liga. Si el esfuerzo físico resultaría extenuante, no digamos ya el estrés mental que supondría para los jugadores el tener que competir de esta manera cada 3-4 días.

¿Y todo para qué? ¿Para ganar una competición que nadie se cree a estas alturas? No hay más que escuchar a Canales ayer para saber que esta competición esta tocada y hundida y que difícilmente pueda ser sacada de las profundidades que a día de hoy habita. “No tenéis que ceder, tío. No tenéis que ceder.” Exclamaba impotente Sergio a Del Cerro ante la enésima expulsión injusta que sufría un rival del Barcelona. Por desgracia, Sergio, sí que tienen que ceder para seguir arbitrando en esta categoría y ganándose los emolumentos que la misma proporciona.

De hecho, el día de ayer resultó perfecto para ejemplificar la competición en la que tiene la desgracia de vivir el Real Madrid. Por la mañana asistimos, ya impertérritos a estas alturas, a una nueva exhibición tuitera del presidente de la liga, que vive enzarzado en continuas trifulcas con periodistas y que no duda un instante en bajar al más espeso de los barros para, desde ahí, llenarse la boca de insultos más propios de un barriobajero que de una persona de su posición y alusiones poco sutiles y cargadas de inquina hacia el presidente del club blanco, con el que tiene una particular obsesión.

Por la tarde, llegaba el turno del CTA, cuyos acólitos venían con ganas de demostrar que son dignos del más alto de los coeficientes que puedan estimar sus superiores. No se dudó ni por un instante en mostrar la roja a Herrando en el minuto 27 para allanar el camino de los culés. No discutimos la veracidad de la expulsión, faltaría más (falta fuera del área y último defensor sin intención de jugar la bola: roja clara), sino la misma rigurosidad ante un codazo de Busquets sobre la cara de un rival, que se saldó con la airosidad que viene siendo habitual cuando son los azulgranas los que realizan este tipo de acciones. Recordarán escasas ocasiones en las que el arbitraje ha perjudicado a los culés de manera grotesca esta temporada. De hecho, no lo recordarán porque no las ha habido. Debe de ser la recompensa por haber estado corrompiendo la competición durante incontables años.

PULIDO SANTANA DEMOSTRÓ A SU ESTAMENTO QUE PUEDE SER UN ÁRBITRO DE GARANTÍAS PARA LOS INTERESES DEL MISMO. 19 FALTAS DE LA REAL SOCIEDAD: 1 AMARILLA. 9 FALTAS DEL REAL MADRID: 5 AMARILLAS (6 CONTANDO LA PERTINENTE A CARLETTO) Y 1 ROJA

Ya por la noche, le tocó el turno a Pulido Santana, que demostró a su estamento que puede ser un árbitro de garantías para los intereses del mismo. 19 faltas de la Real Sociedad: 1 amarilla. 9 faltas del Real Madrid: 5 amarillas (6 contando la pertinente a Carletto) y 1 roja. Les sonarán estos números, ya que vienen siendo los habituales para ilustrar cada partido liguero del Real Madrid. Más allá de ellos, el arbitraje siguió la tónica de la temporada: permisividad extrema para los contrarios de la que gozó especialmente un Merino que repartió con alegría y sin distinción y que perfectamente pudo haber visto 3 tarjetas amarillas. Precisamente tras una de estas entradas la vio Carvajal, quien protestó airadamente que Pulido no amonestara al jugador navarro. Pero el remate vino minutos después cuando le mostró la segunda al lateral madrileño tras una entrada en la que Dani toca balón.


La secuencia, una de tantas que el espectador sólo tiene la posibilidad de experimentar en la liga Negreira, no tiene desperdicio alguno: Pulido sólo pita falta. A continuación, le hace un gesto a Oyarzábal, negándole la posibilidad de una segunda amarilla cuando de repente algo le detiene. Se lleva la mano al pinganillo de su oído y, tras oír lo que le dijo el siempre voluntarioso Iglesias Villanueva, rectificó su decisión y mostró la segunda amarilla y roja a Carvajal en una acción ilegal desde el punto de vista del reglamento del VAR, que no puede entrar a valorar acciones de amarilla sino únicamente de roja directa. El disparate de cada semana.

Por si no fuera suficiente, posteriormente vimos una imagen absolutamente dantesca de Pulido Santana, encarándose de manera chulesca con Rodrygo —ayer tan provocador como Vinicius, suponemos —, que simplemente protestó una de las tantas acciones mal arbitradas por el colegiado canario y tras lo cual vio cómo Pulido se llevaba la mano al bolsillo con la celeridad del rayo para mostrarle la amarilla.

No sabemos qué sentido tiene a estas alturas seguir manteniendo este comportamiento arbitral cuando la liga ya está prácticamente ganada para el Barcelona (quizá se prevé una sanción de puntos e intentan agrandar la diferencia lo máximo posible), pero en estos circos nos toca actuar. Cada uno está en su derecho como aficionado de exigirle al Real Madrid lo que estime oportuno, pero a mí particularmente se me antoja injusto pedirle a la plantilla que se evada mentalmente de este día a día y compita con naturalidad ignorando los círculos de fuego, los leones a su alrededor y, sobre todo, los payasos y sus gracietas sin gracia.

NO SABEMOS QUÉ SENTIDO TIENE A ESTAS ALTURAS SEGUIR MANTENIENDO ESTE COMPORTAMIENTO ARBITRAL CUANDO LA LIGA YA ESTÁ PRÁCTICAMENTE GANADA PARA EL BARCELONA (QUIZÁ SE PREVÉ UNA SANCIÓN DE PUNTOS E INTENTAN AGRANDAR LA DIFERENCIA LO MÁXIMO POSIBLE)

¿Podríamos haber competido mejor en liga esta temporada, especialmente a nivel defensivo? Seguramente sí, y seguramente habría sido más sencillo mantener la tensión competitiva en una liga rigurosa y seria. De la misma forma que podrían haber expulsado a varios rivales más por la cacería general que se ha llevado a cabo contra Vinicius este año. Si acudimos a los escenarios imaginarios, podríamos incluso visualizar una competición en la que Gavi hubiera sido expulsado en alguna ocasión, por improbable que nos pueda parecer esto.

Esta liga está muerta y poco sentido tiene dedicarle un solo instante de pensamiento o preocupación. Si después de esta temporada, más negreira aún que en las que estaba el propio Negreira, al aficionado madridista aún le pide el cuerpo exigirle al equipo ganar en este lodazal en el que se ha convertido este torneo, admiraré su aplomo y dedicación hacia las causas pérdidas, pero, en mi caso, la única victoria liguera que le puedo pedir a estas alturas al Real Madrid no es sobre el campo sino en los tribunales.

Getty Images

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