El Tato Cruz, de Cali a La Maestranza, Foto: Tauromaquia al 100
"..Y para peor, ad portas de las ferias finales en las dos principales plazas del mundo, La Maestranza y Las Ventas, Sevilla y Madrid, San Miguel y Otoño. Dichoso mi querido Tato Cruz que rebelado contra el infortunio cogió un avión en Cali y se largó a verlas de cuerpo presente.."
Que vuelva El Tato
Jorge Arturo Díaz Reyes
El apague y vámonos de OneToro ha sacado abruptamente de la temporada la inmensa mayoría de sus espectadores. Cada corrida, quedamos regados por un centenar de países, entre suscriptores, unos sesenta mil, y piratas hasta veinte veces más según datos de la empresa, todos viendo un chispero.
Y para peor, ad portas de las ferias finales en las dos principales plazas del mundo, La Maestranza y Las Ventas, Sevilla y Madrid, San Miguel y Otoño. Dichoso mi querido Tato Cruz que rebelado contra el infortunio cogió un avión en Cali y se largó a verlas de cuerpo presente.
Los demás, los más, quedamos como antaño, a la buena del ojo ajeno, a las divergentes crónicas escritas y fotográficas. Aunque por fortuna, en esta era digital casi en simultáneo, de todas maneras otra vez tercerizados y sin juicio propio. Que ya era bastante difícil también con las orientadas transmisiones en directo, las cuales parecían decirnos a cada paso y a cada pase, no es lo que ves sino lo que te estamos comentando.
Bueno, como sea, la noticia es que los dos templos, faros de la afición mundial, comenzaron las respectivas solemnes clausuras anuales rindiendo sus máximos honores. Abriéndose de par en par por sus augustas puertas; una el viernes La del Príncipe, y otra el sábado La Grande. ¡Qué maravilla! ¡Increíble! ¡Cómo nos lo perdimos! ¡Malhaya OneToro! Fueron las primeras exclamaciones.
Después, hojeando y ojeando encontramos, entre los consabidos ditirámbicos titulares: Desde Sevilla; “Triunfalista Puerta del Príncipe para Talavante… Talavante abre una discutida Puerta del Príncipe… La plaza funciona como un espejo de la ciudad del turismo… Se fue la televisión y volvieron los excesos” Y al otro día desde Madrid: “Enrique Ponce, puerta falsa… Dos orejas de regalo para el valenciano en su despedida de Madrid… Enrique Ponce terminal… Sentimental Puerta Grande para el maestro de Chiva en su adiós a Las Ventas”.
Y uno acá, sin poder verlo por sí mismo no atina sino a preguntarse. ¿Si así están valorando el rito en las catedrales primadas del toreo, qué será de él por estas lejanas parroquias tropicales ahora dejadas hasta por OneToro?
Antes de opinar, quizá lo mejor sea esperar a que vuelva El Tato y nos cuente como fue la cosa.
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