'..a pesar de la magnitud de estos actos, no hemos visto reflejados en los informativos de radio o televisión generalistas ni un solo minuto dedicado a ellos. Parece que no interesa visibilizar que el mundo del toro, tan criticado por algunos, también es capaz de movilizar a miles de personas y recaudar importantes sumas de dinero para causas nobles..'
La tauromaquia silenciada: solidaridad y llenos que los medios generalistas no quieren mostrar.
Sergio Hueso
Este fin de semana, España ha sido testigo de cuatro festivales benéficos organizados con un mismo propósito: ayudar. Uno para mitigar los daños causados por la DANA, otro en apoyo a la esclerosis múltiple, un tercero para el daño cerebral y, por último, un evento dedicado a la investigación de enfermedades raras, como la que afecta a Manuel, sobrino del banderillero Juan Sierra. Cuatro iniciativas solidarias que demuestran cómo la tauromaquia, más allá de polémicas, tiene un corazón generoso y comprometido con la sociedad.
Sin embargo, a pesar de la magnitud de estos actos, no hemos visto reflejados en los informativos de radio o televisión generalistas ni un solo minuto dedicado a ellos. Parece que no interesa visibilizar que el mundo del toro, tan criticado por algunos, también es capaz de movilizar a miles de personas y recaudar importantes sumas de dinero para causas nobles. Las plazas se llenan hasta la bandera, y los fondos recaudados contribuyen de manera significativa a la investigación y a las fundaciones que tanto lo necesitan.
¿Por qué no se menciona, por ejemplo, que el festival de Vistalegre celebrado en diciembre recaudó más de 400.000 euros para paliar los efectos de la DANA? Estas cifras, sumadas a otras aportaciones de la tauromaquia para esta misma causa, superan con creces las de muchos políticos y figuras públicas que sí han recibido reconocimiento en pantalla. Pero, claro, esto no interesa. La prensa generalista, manipulada y alineada con un gobierno empeñado en borrar la tauromaquia del mapa, prefiere ignorar estos datos. Reconocer que las plazas se llenan y que los toros son rentables sería contradecir la narrativa que intentan imponer.
Resulta curioso escuchar declaraciones como las del ministro Urtasun, quien afirmó que a los toros acude una minoría. Estas palabras, carentes de fundamento, solo reflejan ignorancia y desconocimiento. A veces me pregunto, ¿Cómo es posible que alguien con responsabilidades públicas haga afirmaciones tan alejadas de la realidad? El toreo no es solo una tradición arraigada en España; es también un motor de solidaridad y unión que sigue vivo pese a los intentos de silenciarlo.
Pero la tauromaquia no necesita el reconocimiento de una prensa manipulada para seguir su camino. Su grandeza reside en su capacidad de ayudar sin esperar aplausos, de llenar plazas sin necesidad de titulares y de mantener viva una tradición que, pese a quien pese, sigue siendo parte fundamental de nuestra cultura. El toreo no necesita eco para ser solidario; su fuerza y su compromiso con la sociedad hablan por sí mismos. Y mientras haya personas dispuestas a arrimar el hombro, la tauromaquia seguirá siendo, como siempre ha sido, un ejemplo de generosidad y resistencia.
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