
'..Poco contenido en la tarde, que no pudo empezar peor, con un picador convertido en matarife dejando para el arrastre al primer novillo, flojo de por si desde que saltó al ruedo..'
FERIA DE OTOÑO - 5° FESTEJO/2° NOVILLADA
MANSEDUMBRE, ABURRIMIENTO Y FRÍO
Por Juan Miguel Núñez Batlles
Poco contenido en la tarde, que no pudo empezar peor, con un picador convertido en matarife dejando para el arrastre al primer novillo, flojo de por si desde que saltó al ruedo. Ni la bronca del otrora respetable ni las indicaciones a modo de súplicas del joven espada de turno, el mexicano Bruno Aloi, pudieron frenar innecesaria y despiadada carnicería del montado. Teo Caballero se llamaba el hombre en cuestión; un buen aliado del antitaurinismo. El caso es que Aloi no pudo si no terminar de despenar al desprotegido animal de una estocada. Y antes, ni un sólo pase. Ni uno.

En el cuarto, tan manso que se picó de caballo a caballo, que echaba la cara arriba y a la salida de cada pase trataba de irse, no tuvo Aloi oportunidad de enjaretar dos seguidos, y menos aún limpios. Novillo muy desagradable.

Tampoco el segundo de la tarde, primero de El Mene, anduvo sobrado de fuerzas. Aunque éste al menos se movía. Pero su embestida, afligida, no decía nada. Cuatro morisquetas, que decía el maestro "Antoñete" cuando los muletazos no tenían ninguna profundidad. Y breve también con la espada. Ovación, no obstante, a cuento de nada.
Con el quinto parecía que iba a cambiar el panorama. Un novillo que derribó en varas y tuvo una embestida más clara. Muleta en mano tuvo consistencia el inicio de faena por doblones y trincheras, pases con encanto. El astado, a menos; y ya sólo detalles sueltos. Esta vez, mal con la espada.

El tercero, sin nada de lo anterior, sin embargo, manso; "embestía" con las manos y soltando la cara. El peruano Pedro Luis, no obstante, se impuso en tan complicadas circunstancias a base de firmeza y hasta en ocasiones buena apostura. Pero como el trasteo fue demasiado largo y también el puntillero se demoró con reiterados fallos, aquello no llegó a ninguna parte. O sí: a los avisos. Dos avisos, dos. Y silencio final.
Igualmente el último tuvo poco contenido, de tal manera que la faena, larga y esforzada, no dejó ningún poso.
- FICHA DEL FESTEJO
.- Novillos de Fuente Ymbro, bien presentados, mansos y deslucidos. El quinto fue la excepción, aunque también duró poco.
Bruno Aloi: estocada (silencio); y estocada (silencio).
El Mene: estocada (ovación); y dos pinchazos y dos descabellos (ovación).
Pedro Luis: estocada y varios fallos del puntillero (silencio tras dos avisos); y dos pinchazos
La plaza registró más de tres cuartos de entrada en tarde otoñal, de agradable temperatura al comienzo pero progresivamente fresquita hasta llegar a un frío horrible.
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