
'..El Congreso de los diputados debatió y tumbó el pasado día 7 de octubre la ILP antitaurina que buscaba derogar la Ley 18/2013 que regula la tauromaquia como patrimonio cultural de España..'
GALLEANDO
Fracasó el intento
Por Manuel Viera
El Congreso de los diputados debatió y tumbó el pasado día 7 de octubre la ILP antitaurina que buscaba derogar la Ley 18/2013 que regula la tauromaquia como patrimonio cultural de España. Un intento más en el camino de la abolición. Iniciativa que contó con el apoyo de Sumar y Podemos como líderes de los partidos que mantienen al presidente Sánchez en La Moncloa. Sin embargo, un PSOE ambiguo que ni dice sí, ni dice no, se abstuvo en la votación y la ILP fracasó. PP y Vox se mostraron contrario a la nueva iniciativa “progresista”.
Resulta curioso comprobar de qué extraños modos se sirve la izquierda más radical para sentirse deudora, de una manera u otra, de un falso animalismo para convertirse en expresión de nuestras conciencias. Todo un privilegio de unos políticos engreídos que menosprecian la opinión de los que piensan diferente y, sobre todo, lo que les huele a España. Además con el confuso PSOE que no duda en aceptar la maquinaria de la prohibición, con absoluto conformismo, allí donde gobierna la izquierda y lo intenta. Sin embargo, muestra ahora una actitud interesada bajo el temor de perder un buen puñado de votos que le castigaría en unas elecciones que han de llegar más temprano que tarde. Así que su indefinición se convirtió en abstención y, por consiguiente, en el rechazo que permite que los toros sigan blindados pese al circo de pactos y acuerdos con quienes lo mantiene en el poder.
A pesar del nuevo revés seguirán con los intentos de aniquilar las corridas de toros en defensa de sus ideas demagógicas, y con la simpleza de sus argumentos eliminatorios aderezados con discursos embaucadores con los que disfrazan su fingido animalismo. Y como no soportan a quienes no opinamos igual que ellos persistirán en descalificarnos en debates estériles que a nadie convence.
Asediados por el prohibicionismo, camuflado en el manido maltrato animal, continuará el ficticio progresismo queriendo dar la estocada en los bajos a una Fiesta que sigue ninguneada por el falsamente “culto” modernismo, icono del radicalismo político, que ha conseguido maximizar con el sectario proceder de un ministro de Cultura la hipócrita lucha por la extinción de la tauromaquia.
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