"...los toros de La Quinta eran una preciosidad. La corrida fue un compendio completo de las diferentes hechuras del encaste Santa Coloma. Una belleza. ¿Quién dijo que el toro terciado no es serio?..."
SANTACOLOMA VIVE
Domingo Delgado de la Cámara
Bilbao, 18/08/2013
A pesar de los esfuerzos denodados del taurinismo para acabar con el encanste Santa Coloma, los santacolomas siguen existiendo y triunfando. Ayer vimos en Bilbao tres excelentes toros de La Quinta, que reivindicaron con su casta, la bravura de un encaste que no debe desaparecer. Tres toros excelentes que hubieran hecho las delicias de las figuras de antaño. Si ahora no los quieren ni ver los toreros de postín, es porque, salvo honrosas excepciones, ni tienen el oficio, ni el valor, ni la vergüenza torera necesaria para enfrentarse a estos toros. Prefieren el toro bobo , con el que no se sufre ni se enseñan las vergüenzas.
Fue una lástima que primero y tercero tuvieran tan poca fuerza, porque tuvieron calidad. Solamente el quinto tuvo guasa. Los bureles lidiados en los lugares pares, fueron tres toros muy importantes. Las ovaciones que recibieron durante el arrastre, fueron totalmente merecidas. A cada toro le cortaron una oreja, pero los tres diestros estuvieron muy por debajo de unos toros bravos y con clase. Hace cinco años, Matías González no hubiera concedido estas orejas, pero el hombre debe estar harto de presiones y ataques. El paso de Matías por el palco de Vista Alegre ha sido tremendamente positivo, pero ha llegado la hora del relevo. Es necesario un hombre nuevo y con ímpetu nuevo que vele por el prestigio de la plaza. Las orejas generosas no benefician en nada el prestigio de un coso de la trascendencia de Bilbao.
Luis Bolívar estuvo delante del único toro complicado de la corrida, el quinto. Un toro que nunca humilló, miró mucho y supo siempre lo que se dejaba detrás. Bolívar conoce el oficio y sabe nadar y guardar la ropa. Robó con habilidad muchos muletazos a un toro difícil. El segundo de la tarde fue un toro de una embestida vibrante y repetidora. Embestía mejor con el pitón derecho, que con el izquierdo. La faena empezó muy bien con dos series muy ligadas con la mano diestra. Bajó de tono la faena con la mano zurda, donde el torero se confió menos. Dos tantarantanes al final de la faena, y una estocada desprendida con nuevo tantarantán, crearon el clima necesario para que la gente pidiese la oreja. Bolívar es un torero de buen oficio, pero con el toro decisivo, falla. Le falta subir el último escalón, es decir, cortar las orejas de dos en dos.
Poco pudo hacer Manuel Escribano con el primero, un toro tan noble como flojo. Lo mejor de la lidia de este primero de la tarde fue un quiebro muy expuesto metido en tablas. El cuarto fue sencillamente extraordinario. Se llamaba “Lumbrero”. Apunten el nombre porque puede ser el toro de la feria. Bravo en el caballo, como toda la corrida, y excelente en el último tercio por su embestida larga, humillada y llena de calidad. Un toro que descubre el techo artístico de un torero. Escribano va a funcionar porque siempre resuelve y le echa ganas, pero es evidente de que no es un torero de clase. La faena fue deslavazada y destemplada. Faltó cadencia y sobró la muleta retrasada. Faena muy por debajo de un toro que siempre fue a más. Después de una estocada de entrega, oreja al canto. El toro era de dos orejas y ponerse en figura del toreo.
Rubén Pinar estuvo correcto con un primero tan noble como flojo. Sin embargo, la faena del sexto fue bastante contradictoria. Pinar tiende espontáneamente al toreo lineal y despegado. Sin embargo ayer se empeñó en echarse al toro muy hacia dentro. Y ese toreo hacia el culo, el santacoloma lo soporta mal, se queda por debajo y repone. Por echarse el toro muy hacia dentro y no dar sitio al toro, tuvo siempre al toro encima y la faena no tuvo reposo. No hubo enganchones, pero no terminó de someter a un toro picante por el pitón izquierdo y sensacional por el derecho. Estocada tendida y orejita. Pues vale…
Hoy tenemos a muchos toreros capaces de solventar con oficio cualquier situación, pero a la hora de asentarse y torear con las yemas de los dedos, hay muy poquitos, se cuentan con los dedos de una mano y aún sobran dedos.
Por último, los toros de La Quinta eran una preciosidad. La corrida fue un compendio completo de las diferentes hechuras del encaste Santa Coloma. Una belleza. ¿Quién dijo que el toro terciado no es serio? Ayer fue un día de enhorabuena para los amantes del toro de lidia. Que se repita. Queremos que el toro de Santa Coloma vuelva a todas las ferias.
Manuel Escribano
Luis Bolívar
Rubén Pinar
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