Las Ventas: Impresionante corrida de Partido de Resina / por Bocanegra

Fotografías: La Loma

Plaza de toros de Las Ventas

Impresionante corrida de Partido de Resina

• La terna no estuvo a la altura de la exigencia del variado encierro

Bocanegra

Madrid, 21/09/2014.-

No resulta fácil emplearse en una plaza como la de Madrid ante una corrida como la de este tarde de Partido de Resina, cuando los espadas actuantes llegan con tan escaso bagaje como sobradas ilusiones, pero lo que no puede ser....no puede ser y además es imposible, y además las espadas sin afilar...

Mucho interés despertó la presencia y el juego de los toros del encaste "Pablo Romero", por la imponente presentación de sus toros que, en esta ocasión, su excelente trapío no se basó en el exceso de romana ni de volumen, sino en la armonía de sus hechuras bajo los habituales pelos cárdenos de la casa y algunos negros como el espectacular sexto. Toros serios de cara, enmorrillados y en definitiva en el tipo de pablorromeros de toda la vida. 

Sobresalieron por su nobleza y bravura los cárdenos primero y quinto, bajos, hondos y bien armados; muy similares de aspecto, con los que José María Lázaro y Pérez Mota se mostraron muy voluntariosos pero sin alcanzar el acoplamiento y brillantez que sus toros ofrecían.

El albaceteño Rubén Pinar, que ya saboreara las mieles del triunfo en esta monumental plaza al cruzar en hombros bajo el rico artesonado de la puerta grande madrileña, ya hace un lustro, no alcanzó en esta ocasión ni la posibilidad de repetirlo. Aunque tuvo el lote de mayor dificultad, también es cierto que sus precauciones y falta de decisión tapadas por su buen oficio, echaron por la borda sacar el partido de un noble cuarto que tiraba a tablas tras los primeros compases de muleta; querencia donde pedía faena y querencia de donde el albaceteños se empeñaba en sacar al manso "tontorrón".

El sexto podría haber asustado al más pintado del escalafón por su imponente trapío y astifina arboladura, si bien asustaría más su embestida poderosa y receloso sentido. Este es el tipo de toro conocido como el de Madrid, con el que en memorables ocasiones el espada de turno se ha impuesto, lo ha doblegado y lo ha toreado con valor y emoción. Es el toro que transmite y que pone de pie a los tendidos. Es el toro, quizás fiero, quizás bronco, pero el tipo de toro al que con muy pocos muletazos de toreros poderosos que tenemos en mente se les ha cortado las orejas en tardes memorables. Pero a tanto no llegó Rubén Pinar en esta ocasión. Su disculpa es que el toreo de hoy va por otro camino y.... ¿quien le hubiera hecho faena a este ejemplar de Partido de Resina?

En definitiva, seis toros aplaudidos de salida, y cuatro en el arrastre, y haciendo en general una muy buena pelea en varas a pesar de la carniceria que sobre sus lomos perpetraron los picadores -picadores de carne bovina en esta ocasión- y pésima brega por los peones, excepto el corrido en quinto lugar, siendo aplaudido el del castoreño y los subalternos de brega y banderillas.

Esta vez no habrá excusa, de las que suelen aplicarse a los hierros "rabiosos", para que el legendario hierro del encaste "Pablo Romero" no se anuncie en el abono de San Isidro. Esperemos que así sea, y sería de justicia.

Es curioso que un picador se llame Cordero para ejercer de alimaña y dedicarse a masacrar toros desde un caballo, alanceándolos alevosamente a lo largo y ancho de sus lomos tal como ocurriera en el primero y cuarto de la tarde, el lote de José María Lázaro. Eso es la denigración de la suerte de varas. Pues a pesar de todo ello los toros de Partido de Resina, no solo no claudicaron como pronosticaran o desearan los acérrimos del "chotomocho", sino que se emplearon ampliamente y murieron todos con la boca cerrada.

"La venganza de Cordero"