Los medios audiovisuales y algunos de prensa continúan dando más espacio a las cogidas que a los grandes triunfos
La información que ha generado la pasada feria de Olivenza, ciertamente exitosa en todos los aspectos, el económico y el artístico, se magnificó con la cogida que sufrió Francisco Rivera Ordóñez en la tarde de su reaparición. Una cogida ciertamente lamentable aunque rentabilísima para el torero. Dada su gran fama mediática que no tiene nada que ver con la puramente profesional, las imágenes de la cogida y de los emocionantes aconteceres y de los dolorosos gestos de sus familiares presentes en la plaza, han inundado esos espacios que anteceden a los telediarios, por cierto casi siempre ocupados de las carreras de los toreros llamados mediáticos en los que casi nunca se ocupan de los triunfos de los demás toreros por grandes e importantes que sean.
Así, exactamente así ha pasado con la feria de Olivenza. De los grandes triunfos protagonizados por Alejandro Talavante y Enrique Ponce, así como de los éxitos novilleriles de Ginés Marín, Posada de Maravillas y Pablo Aguado, ni un solo plano ni el más mínimo comentario. Nada. Ni sobre el presente de las grandes estrellas ni sobre lo que para la Fiesta supone para su futuro los éxitos de la mejor novillería actual.
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