Lo lógico sería que ganara la derecha en Madrid encabezada por la señora Díaz Ayuso pero, no menospreciemos al enemigo que, como todo el mundo sabe el comunismo tiene todos los medios informativos a su favor y, como es notorio, gana las elecciones quién tiene todo el poder informativo. Seamos conscientes del peligro que supone para España, en este caso para Madrid, un sujeto de la calaña de Pablo Iglesias, un destructor por naturaleza que no ha hecho nada por sus conciudadanos en el apestoso gobierno que ha formado parte, pero si sabemos todos que, como el gran dictador que es, de llegar al poder clausuraría en el acto la plaza de toros de Las Ventas y todo aquello que oliera a toros. ¿O alguien lo duda todavía?
Estos comunistas de nueva ola que viven opíparamente de los impuestos de tantos millones de descerebrados que les han votado, no tienen recato en destruir todo lo que a ellos no les gusta. Y todavía son capaces de tildar a la derecha de España como dictadores. Ellos, los comunistas si son auténticos dictadores, el último caso lo tenemos en Madrid cuando presidió su alcaldía esa señora nefasta llamada Carmena que, como único logro no fue otro que clausurar la Escuela Taurina de Madrid. ¿A quién molestaba dicha escuela? A nadie; más bien todo lo contrario porque beneficiaba a cientos de chavales que allí acudían con la ilusión de ser toreros pero, cuidado que, estas gentuzas, cuando descubren que algo ilusiona a los demás, lo quitan de en medio en el acto, la citada escuela es el referente de lo que digo.
Respecto a Madrid y sus elecciones seamos cautos. No echemos las campanas al vuelo que su tañir nos puede estropear la fiesta. Lo digo porque en el asqueroso sistema que tenemos respecto a las elecciones en el que, como es sabido, el ganador no pinta nada, cuidado con lo que hacemos con el voto que nos puede salir carísimo. Nosotros, los aficionados tenemos mucho miedo a la izquierda; miedo fundamentado ante todo lo que han hecho, siendo Barcelona el gran ejemplo de la destrucción y la barbarie en lo que a los toros se refiere y en conjunto a todo lo de la sociedad catalana que, entre comunistas y separatistas lo han destrozado todo.
Los comunistas moverán y utilizarán toda su artillería pesada que no es otra que los medios informativos, todo ello a sabiendas de que el pueblo español no piensa, no razona y a la hora del voto se deja llevar por el que más grita. Pablo Iglesias lo sabe, por eso se presenta a dichas elecciones porque, pese a todo, hará un cuadripartido de poder con Errejón, Gabilondo y Ciudadanos y, cuidado con lo que he dicho que puede ser de una contundencia mortal. Cuatro fuerzas políticas para desbancar la derecha que, pese a ser apoyada por Vox, la señora Ayuso puede llevarse un disgusto de época. Y sigo rezando para equivocarme.
Madrid en las manos del comunismo ya sería la hecatombe al más alto nivel; peor que en Barcelona sucedería y, no quiero ya pensar lo que pasaría con los toros. Lo que digo no son elucubraciones sin sentido, es un análisis de la realidad de todo lo que puede ocurrir. No hay enemigo pequeño y, en este caso, de enemigo de pequeño no tiene nada porque, paradojas del destino, ese muñeco llamado Errejón que dice ser enemigo de Pablo Iglesias, de repente se han “casado” otra vez para ir al “altar” de la Comunidad de Madrid, pero no para repartir bendiciones, más bien ostias sin consagrar que no es otra cosa que destruir todo lo que huela a bienestar y, sin duda, arruinar Madrid que es lo único que les queda por conseguir.
Vamos que, de ganar esta gentuza, entre otros, Miguel Abellán ya puede buscar trabajo en otro lugar que, su puesto será eliminado por completo; y no es que pongan a otro, los pondrán a cientos, pero en los lugares que a ellos les gusten. Vamos que, veo la plaza de las Ventas y me entran ganas de llorar. Si, amigos, esa plaza que desde el momento que se inauguró era el lugar “sacrosanto” del toreo, pensar que en un abrir y cerrar de ojos puede quedar como sede del partido comunista, no estamos hablando de ninguna broma.
Muchos me tacharán de loco pero, insisto de nuevo, quiero equivocarme en mis predicciones porque como es lógico, jamás votaría al comunismo ni socialismo porque eso es sinónimo de hambre, miseria y destrucción pero, no todo el mundo piensa como yo. Muchos, como dije, se dejan llevar por cantos de sirena, por mítines propagandísticos en los que se les promete todo lo que nunca les darán pero, una gran mayoría entran al trapo del suicidio colectivo para luego quejarse. ¿Para qué sirven unas elecciones? Está clarísimo, para desalojar al enemigo del poder. ¿O todavía no lo tenéis claro?
En la imagen, la plaza de toros de Las Ventas, la que puede quedar como sede del partido comunista de ganar estos apestosos las elecciones en Madrid. Recordemos a Manuela Carmena y tendremos las pruebas de lo que digo.
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