Es el caso de Santander que, como se sabe es el contrapunto de lo que sucede en Gijón, dos ciudades norteñas en las que, mientras que en Cantabria les rige una señora decente, talentosa, culta, coherente y cabal llamada Gema Igual, en Gijón rige los destinos de la ciudad asturiana una señora a la que no quiero nombrar pero que, sus hechos demuestran lo que todos sabemos, que la izquierda es más peligrosa que cualquier bomba porque ejercen la dictadura y, lo que es peor, no existe ley alguna para que eso no ocurra.
Gema Igual, como alcaldesa de Santander sale ante los medios de comunicación mostrando su orgullo por aquello de, entre otras tantas cosas logradas, potenciar la fiesta de los toros porque, aunque no le gustase dicha fiesta, ella sabe que, como confesó, el impacto económico que dejan los toros en cualquier feria es algo admirable; en Santander se habla de varios millones de euros en la semana grande. Es algo tan lógico y cabal como la vida misma; pero la realidad es la dicha, que los toros siempre son un gran beneficio para cada feria, de forma muy concreta para la hostelería y la restauración. Hablar de varios millones de euros que quedan en una ciudad en apenas siete días de feria, eso es un logro que hay que agradecer a todos cuantos entienden que, la grandeza de la fiesta no queda solo dentro de los ruedos puesto que, fuera de los mismos, mucha gente celebra con alegría la feria porque han dado mucho trabajo y, a su vez han tenido los lógicos beneficios.
No entro en valoraciones políticas respecto al partido que cada cual quiere pertenecer pero, casualmente, qué cosas, mientras en Santander, su alcaldesa, Gema Igual, pertenece al PP, en Gijón rige los destinos de la ciudad una mujer –cuesta mucho discernir si es una mujer o una aparición- que milita en las filas del PSOE. Mientras Santander ha celebrado su feria por todo lo algo, en Gijón, dicho esperpento citado prohibió la celebración de su feria y, lo que es más grave, aquí no pasa nada; vamos que, no existe ley alguna para llevar ante los tribunales a una señora que, por sus cojones, en este caso por su cono marinero, ha prohibido los toros en Gijón.
Qué cosas tenemos que ver los que ya hemos vivido unos años ¿verdad? Mientras que el dictador, como esos desaprensivos llamaban a Franco, éste no prohibió nunca nada, ahora en cada esquina tenemos un dictadorcillo/a que, si a ellos no les gusta lo prohíben y no pasa nada. Recordemos que Gijón ha sido siempre la gran feria asturiana puesto que, si Oviedo hace años cerró sus puertas, en Asturias les quedaba el coso de El Bibio y, gracias a las aberraciones de su alcaldesa no hay toros en Gijón. ¿Y a esas acciones el PSOE no las califica como dictadura? Pues no lo hacen. Lo que estos tiparracos/as hagan, como quiera que son de izquierdas todo está bien hecho.
El problema de Gijón, como el de otras muchas ciudades que han quedado en manos de estos cafres que solo saben ejercer la dictadura es que, nadie les escucha, por tanto, nunca encontrarán un apoyo para poder redimir esos males que tanto practica la izquierda desde todos sus estrados. Y, cuidado, conozco alcaldes de izquierda que sienten veneración por los toros, el mismo Juan Espadas cuando regía los destinos de Sevilla, jamás cuestionó la fiesta y, lo que es mejor, hasta se declaraba “currista” por aquello de Curro Romero.
Y yo me pregunto, ¿no existe una sola ley que pueda remediar dichas cacicadas como la de Gijón? ¿Qué pensarán los aficionados asturianos al verse sin su feria? ¿Qué dirán todos los hoteleros y restauradores de dicha alcaldesa?
Dirán lo que querrán pero, como la susodicha tiene el respaldo del amo del partido que no es otro que Pedro Sánchez, “su sanchidad” todo lo que haga alguno de los suyos siempre será bendecido. ¿Para eso querías la democracia, golfos de mierda? Toda la pestilente izquierda pedía la democracia a gritos pero, como se ha demostrado, la querían para ejercer como auténticos dictadores, a las pruebas me remito de todo lo que pasa en Gijón y en “tres mil” sitios más en España. Eso sí, desde aquí animo a los ciudadanos gijoneses que sigan votando al PSOE que, si la alcaldesa ha cerrado su feria, su próximo paso será la demolición de la plaza.
Como decía, no es cuestión de afiliación política porque, entre otros muchos lugares de España, conozco Tomelloso en que, su alcaldesa, la señora Inmaculada Jiménez Serrano, afiliada al PSOE, potencia la fiesta de los toros en su ciudad, acude a todos los actos taurinos que puedan darse en Tomelloso porque, entre otras cosas es una persona cabal y coherente, nada que ver con los analfabetos dictadores que, amparándose en el partido, como decía, ejercen la dictadura como si de Cuba hablásemos. ¿Prohibir acaso un espectáculo como los toros en Gijón que lleva más de cien años de actividad no es ejercer una dictadura? Insisto que, no es el PSOE el que prohíbe los toros porque, por ejemplo en Castilla-La Mancha, Emiliano García Page potencia la fiesta de los toros, hasta el punto de que canal manchego, CMM, retrasmite todos los años alrededor de cien festejos taurinos. Pero dentro de ese partido existen personajes para “enmarcar” y quemar el marco, caso de la alcaldesa de Gijón que, insisto, no quiero ni nombrarla ni mostrar su foto porque, mirarla podría producir un desprendimiento de retina para mucha gente y no estamos para dichos dispendios.
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