El 16 de julio es muy importante para la cultura religiosa española, específicamente para aquellos que hacen su vida en el entorno marítimo debido a que este día se celebra a la Virgen del Carmen, patrona del mar y la Armada española.
El origen de esta festividad viene desde hace muchos años y nos transporta a Israel, específicamente al Monte Carmelo. Según narran las escrituras, el profeta Elías había prometido a Dios que el Rey Ajaab y el pueblo abandonarían al dios Baal para que este diera fin a la fuerte sequía por la que atravesaban. En varias ocasiones Elías subió al Monte Carmelo en búsqueda del cumplimento de su plegaria, siendo la séptima vez el momento en el que vio una pequeña nube la cual él consideró como el fin de la sequía y dio inicio a la veneración del lugar y a su vez, a la Orden de las Carmencitas.
José María Pemán (1897-1981) escribió este precioso poema a la Virgen del Carmen que se venera en el convento de los carmelitas descalzos en la población de San Fernando (en Cádiz, España, llamada popularmente "La isla"), que en 1940 volvió a salir en procesión después del periodo de la segunda república española, en el que el culto cristiano público había estado prohibido y perseguido.
El vídeo recoge algunas escenas de la procesión, en la que la imagen de la Virgen es mecida por los costaleros al caminar, convirtiendo sus esfuerzos en oración, tal como canta la poesía.
Poesía a la Virgen del Carmen de José María Pemán
y procesión en San Fernando
¡Cargadores de la Isla,
mecedla con suavidad,
que lleváis sobre los hombros
a la Reina de la mar!
Cargadores de la Isla:
esa que vais a sacar
es la Virgen marinera,
que huele a marisco y sal;
la que llamaban Señora
y Capitana, al rezar,
los abuelos que tenían
claras almas de cristal
bajo la recia envoltura
de sus capotes de mar;
la que apacienta las olas
los días de tempestad;
la que esta tarde de julio
el crepúsculo honrará
colgando nubes de grana
por los balcones del mar.
Yo la vi que estaba triste
la Señora en el altar.
Su rostro llenaba el lirio
de una palidez mortal.
–¿Qué te pasa, mi Señora,
Capitana de la mar,
que más que Virgen del Carmen,
pareces de la Piedad?
–Tres años hace, tres años,
que me estoy sin ver la mar,
sin oler las algas verdes
y sin ver la claridad.
¡Mis hijos, los de la Isla,
ya no me quieren sacar!
–No lloréis, Señora mía,
que dice un viejo refrán,
que la fortuna y el sol
igual vuelven que se van.
¡Cargadores de la Isla,
marineros de la mar!:
La Señora estaba triste:
si la queréis consolar,
cuando la saquéis, mecedla
de esa manera especial,
hecha de tango y ternura
y de vaivenes de mar,
como se mecen los santos
desde los puertos a acá,
¡como no saben mecerlos
en ninguna parte más!
Tú, cargador, que no sabes
rezar la Salve, quizás:
si cuando la saques, meces
el paso, con buen compás,
aunque no sepas la Salve,
Dios te lo perdonará...,
¡que mecer así a la Virgen,
ya es un modo de rezar!
* * * * * * *
Relacionado: "Salve Marinera en honor a la Virgen del Carmen
No hay comentarios:
Publicar un comentario