Se atribuye a Rafael El Gallo la frase que, en lo taurino, define a este mes: noviembre no tiene un pase. Pero aunque también se ha puesto en boca de otros legendarios toreros -Belmonte, Joselito…- y se ha hecho cosa común, lo bien cierto es que este undécimo y penúltimo mes de nuestro calendario -para los romanos era el noveno y de ahí su nombre, novem-, no sólo resulta que sí que tiene un pase: es que hasta faena grande se le puede sacar. No en vano se le representa con un cuerno de la abundancia, advertencia de que lo que ahora se siembre se recogerá en la siguiente cosecha.
Buena prueba de esto es que llegados a estas fechas, cada año, invariablemente, se produce un aluvión de rupturas y alianzas, hasta hace nada inquebrantables y supuestamente para toda la vida. No sólamente matadores y novilleros que no han visto satisfechas sus expectativas -en cuanto a contratos, dineros o repercusión- se deshacen de sus representantes para buscar nuevos que mejoren su balance; también es importante el movimiento que sacude a las filas de plata y azabache y pocas cuadrillas permanecen intactas de un año para otro. El último caso llamativo podría ser el de Manzanares, no por que no haya ido cambiando de cuadrilla cada temporada, sino porque ahora se ha deshecho de golpe de todos sus hombres de a pie, incluyendo a su hasta ahora hombre de confianza, Luis Blázquez, que ha tardado menos de lo que se emplea en contarlo para hallar acomodo con Sebastián Castella.
Por otra parte también es tiempo de ir preparando nuevos pliegos y establecer condiciones para el arrendamiento de plazas que quedan vacantes. Es el caso ahora mismo de Burgos pero alguna más irá surgiendo en estos días.
Asímismo se van esbozando las líneas maestras de lo que será la próxima temporada y las primeras ferias apuntan lo que en ella se podrá contemplar. Sevilla ya ha visto qué toros serán los que se lidien en abril y enseguida la previsora -y también ya reconocida- Casa de Misericordia de Pamplona anunciará las ganaderías cuyos toros se lidien para San Fermín y cuyo ejemplo deberían copiar empresas que montan ferias mucho antes…
Y diestros que anuncian que su ejercicio empezará antes o después, o que toreará más o menos que en este que se cierra (Morante, en ambos casos ya lo ha dejado claro: arrancará en Sevilla y toreará mucho menos que en estos dos últimos años). Y como decía al principio, en América sigue habiendo toros. Acho, Aguascalientes, León, Toluca, Monterrey, Morelia, Guadalajara, Cali… se convierten en estas fechas en foco principal de la actividad en los ruedos.
El Gallo, que además de un gran torero fue un personaje irrrepetible -¿a quién se le podría ocurrir contar que en un viaje a América se escaparon del barco en que eran transportados unos toros que tendrían que lidiarse en Méjico y que él se lanzó al agua para devolverlos a sus cajones a punta de capote?- dejó otra gran frase para la historia pero que, como el cuento de los toros náuticos, no deja de ser una anécdota para contar en estos meses en que el toreo se relaja y las plazas permanecen cerradas. Noviembre sí tiene un buen puñado de naturales.
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