"..para que esta sana reacción social resulte eficaz para revertir el proceso de degeneración al que nos ha llevado el régimen del 78, deberemos empezar por saber cuál es el verdadero enemigo y por qué hemos llegado hasta aquí. Si no somos capaces de hacerlo nuestras expectativas se irán extinguiendo lentamente y tras ellas solo quedará un sentimiento de postración colectiva.."
Si no identificamos al enemigo todo quedará
en un voluntarista espejismo
Asistimos esperanzados a un resurgimiento de la conciencia nacional, puesto de manifiesto en las movilizaciones ciudadanas ante las sedes del PSOE y las masivas concentraciones convocadas por PP, VOX y asociaciones civiles (a destacar por su masiva asistencia la de este sábado en Cibeles) durante estas últimas semanas contra la ignominiosa Ley de Amnistía, que Sánchez y sus variopintos aliados pretenden aprobar en palmaria y humillante traición a España. Para entendernos, el Psicópata y sus disciplinados apesebrados, están dispuestos a desarbolar el estado de derecho triturando la división de poderes a cambio de seguir disfrutando las gabelas del poder. Ese ha sido el precio a pagar por los ponzoñosos votos de Puigdemont y demás separatistas aprovechateguis.
Pero para que esta sana reacción social resulte eficaz para revertir el proceso de degeneración al que nos ha llevado el régimen del 78, deberemos empezar por saber cuál es el verdadero enemigo y por qué hemos llegado hasta aquí. Si no somos capaces de hacerlo nuestras expectativas se irán extinguiendo lentamente y tras ellas solo quedará un sentimiento de postración colectiva.
Pensar que el problema es el sanchismo psicopático, el rajoyismo tancredita o el zapaterismo diabólico, no deja de ser un craso error.
Manifestarse en un totum revolutum ideológico con quienes no son capaces ni de cuestionar el rotundo fracaso que ha supuesto el Título VIII de la imprudente Constitución, estableciendo diecisiete diluyentes e infinanciables reinos taifas. Amén de sus flagrantes agujeros que han hecho posible la cesión por parte del Estado de competencias vertebradoras fundamentales para la igualdad de los españoles como la Educación o la Sanidad. O no darse cuenta de que la UE se ha convertido en la oficina del NOM, dedicándose con fruición a socavar las soberanías nacionales con la imposición a machamartillo de la ruinosa Agenda 2030 o una autoridad supranacional, la OMS, para casos de pandemia, que en realidad es la patronal de las multinacionales farmacéuticas propiedad de los mandamases Schwab&Partners.
O la OTAN y sus injustas guerras en favor también de los mismos intereses masónicos. Por ello para que esta esperanzadora reacción popular resulte eficaz para revertir el proceso de degeneración -la Ley de Amnistía o las prebendas pactadas no dejan de ser un paso más en la demolición de la Nación- al que nos ha llevado el régimen del 78, deberemos empezar por saber cuál es el verdadero enemigo y por qué hemos llegado hasta aquí. Si no lo hacemos estas manifestaciones se irán apagando lentamente y tras ellas solo quedará un sentimiento de postración colectiva.
Ese es a mi juicio el gran problema de fondo más allá del aventurero sin escrúpulos que es Pedro Sánchez.
Un PP defensor del fracasado modelo autonómico, que acude a las manifestaciones repartiendo banderas de la errática, por no decir corrupta, UE, que hace suya la Agenda 2030 y todos los postulados del NOM:
LGTBI, violencia de género, y sumisa alineación con los intereses de USA y sus guerras geopolíticas.
Y un VOX que se queda a medio camino ejerciendo de mediopensionista. Se opone a la Agenda 2030, a las políticas de género y LGTBI, y últimamente parece que baja el tono en su oposición a las autonomías. Y en contraposición, como Meloni, también se alinea incondicionalmente con USA-OTAN en sus guerras más que discutibles desde el punto de vista de la justicia y de los intereses europeos. Está muy bien tener buenas relaciones con Morawiecki, Meloni y Orban. Pero hay que definirse, las diferencias son obvias y no cito a Milei porque chirriaría aun más.
Ese es el problema de nuestra derecha. Igual logramos parar la Ley de Amnistía. Sin embargo, no nos engañemos, sería una justa victoria moral y jurídica. Pero no resolvería la deriva en la que estamos consecuencia de nuestra degradada clase política sumisa a los que de verdad nos dirigen a la escollera. ¿De verdad alguien piensa que Sánchez repite mandato en contra de la UE o del IBEX?
Y hoy por hoy no tenemos un Orban.
¡¡Dios salve a España!!
Luis Ibáñez
Madrid, 19 de Noviembre de 2023
No solo es prueba irrefutable de su pundonor, sino que al mismo tiempo nos obsequia, una vez más, con su sabiduría, humildad y sentido de la trascendencia del ser humano. Un oasis en esta sociedad infectada por el relativismo imperante. Leedlo, es una lección para el espíritu.
¡Larga vida Alejo!
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