Acho: crónica de un fracaso anunciado / Por Pablo Javier Gómez Debarbieri

La Beneficencia de Lima fracasó en su ineficaz intento de arrendar la Plaza de Acho para la feria del 2013, ¿y ahora?

Acho: crónica de un fracaso anunciado

Por: Pablo Javier Gómez Debarbieri

Diario El Comercio de Lima

Como se esperaba y se anunció en reiteradas ocasiones, la primera convocatoria de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana (SBLM) para arrendar Acho quedó desierta. No era necesario ser adivino. Las condiciones de arrendamiento que pretendía la SBLM eran absurdas e inmediatistas; las bases, poco imaginativas y estrechas de miras; y sus directivos –nombrados por la alcaldesa Villarán-, incapaces de pensar a largo plazo.

Resulta imperdonable, tratándose de la gestión de un monumento que es punto cardinal de la declaración de Lima como Patrimonio de la Humanidad. ¿Susana Villarán no le iba a cambiar el rostro a la ciudad? ¿No iba a humanizar Lima? Otro caso más de colaboradores edilicios nombrados por su administración, que no dan la talla para lo que nuestra ciudad requiere. Ofrecieron arrendar la Plaza de Acho sólo por un año –inmediatismo puro- a un precio absurdo, con unas condiciones restrictivas e improvisadas. Y, claro, sucedió lo que todo el mundo –menos ellos- sabía que iba a ocurrir.

El resultado de este fracaso es un serio perjuicio para la propia SBLM. No es cosa de decir “programamos otra convocatoria y punto”. No. Ya causaron un serio daño. Organizar la feria taurina, que es de donde proceden actualmente los únicos ingresos que Acho produce para la SBLM, requiere tiempo y de la debida anticipación, aparte de muchas otras cosas, que hoy tratamos en ésta página. Montar la feria de forma acelerada y sin haber separado –por ejemplo- el ganado por importar con la debida antelación perjudica los ingresos potenciales que generan las corridas y, por lo tanto, los de la propia SBLM, que recaba un porcentaje de éstos. Este año, por la condición de libre de aftosa sin vacunación que tiene el Perú, se requería que los toros colombianos hubiesen sido ya reseñados y separados antes de mayo, para que no se les vacunase y pudieran ser importados. ¿Cómo lograrlo si ya estamos en abril y la SBLM necesitará –en el mejor de los casos- 45 días para volver a convocar un concurso y arrendar la plaza? Lo mismo sucede con la contratación de toreros y la apertura del abono (los abonados son la base económica de la feria), lo que debe hacerse con tiempo suficiente; en caso contrario, las posibilidades de éxito económico de la feria disminuyen. Así, con este primer fracaso, la SBLM se ha perjudicad ella misma, y ha menoscabado, con su fallida convocatoria, sus ingreso del 2013.

El cronograma que acompaña este artículo muestra que la forma en que se manejó (o mejor dicho, no se manejó) el arrendamiento de Acho distó mucho de lo mínimamente aceptable desde el punto de vista profesional, que requiere una organización tan especializada como la SBLM. Un emporio inmobiliario que posee innumerables edificios, los que está obligada a administrar con un mínimo de eficiencia y eficacia para cumplir con los fines sociales y asistenciales que son su razón de ser.

La Plaza de Acho –que en dos años y meses cumplirá 250 años- es el inmueble más valioso de todos los que posee: la joya de la corona. Acho debe brindarle a la SBLM el mejor rendimiento posible, pero recuperando su monumentalidad –hoy en abandono- e incentivando su uso continuo, es decir, humanizándola: el supuesto objetivo de la administración Villarán. Ahora que el PPC contará con mayoría en el Concejo de Lima, ¿será posible que cambien las cosas? Y, para cambiar, lo primero que se debería hacer es remover ipso facto al actual directorio de la SBLM y nombrar a personas más capacitadas para esa labor. Pero peor que la carencia de profesionalismo ha sido la obcecación del actual presidente, Carlos Otero Bonicelli, quien ha terminado perjudicando su propia gestión, pues cree saberlo todo y no acepta que nadie lo aconseje sobre las peculiaridades del negocio taurino.