Estamos de acuerdo con todo lo que se dice en el mencionado artículo, pero su conclusión nos genera algunas dudas.
Si, porque, efectivamente, es posible que algunos políticos, a los que se refiere el maestro Abellán, hayan votado solo desde su ignorancia de lo que es y significa la Tauromaquia pero, sinceramente, creemos qué a la inmensa mayoría, además de no tener el más mínimo interés en conocer el tema en profundidad, a la hora de votar le han movido otros intereses, tal vez no confesables en general, y que lo han hecho solo pensando que ese voto en Europa les podría generar más votos en España, o vaya Ud. a saber que, sin importarles un bledo los toros, los ganaderos y todo el taurinismo.
Es cierto que la ignorancia es muy atrevida y causa de muchos males, hasta el punto de que el gran filósofo griego Sócrates decía que el hombre es bueno por naturaleza y si obra mal, si es un malvado, es por ignorancia, porque no conoce el bien. Así pues, el ignorante es malvado, precisamente por ignorancia, y además, en el caso de los antitaurinos, sean o no políticos, insisten indefinidamente en ello, son muy obstinados, una forma de expresar estupidez, pues “La estupidez siempre insiste” (Albert Camus), de donde se deduce que, en este caso, su ignorancia se acompaña de estupidez.
El maestro Abellán, se refiere específicamente a la ignorancia de los políticos progres, cuya ignorancia-y esto lo digo yo- les impide saber que, “Dudar del progreso es el único progreso” según don Nicolás Gómez Dávila, filósofo colombiano, que añadía, “El tonto (esto también lo digo yo, está muy cercano al estúpido) no se contenta con violar una regla ética: pretende que su transgresión se convierta en regla nueva”. No es exactamente lo mismo tonto que ignorante, pero si me apuran un tonto con iniciativa y poder es muchísimo más peligroso que un progre, un ignorante o un tonto corriente, y sin poder para decidir en un parlamento o en cualquier otro lugar. Si el ignorante es además tonto-o estúpido, o las dos cosas- sin escrúpulos y tiene poder, cosa alto frecuente en la España de nuestros días, es una bomba en manos de un niño.
Además de todo ello, queremos añadir que efectivamente, a los antitaurinos que salen en las manifestaciones, que lloran cuando muere un gatito o un perrito, de los que en vida celebraban- del perrito o gatito- sus bodas, sus cumpleaños, daban fiestas en su honor, etc., y a algunos políticos que persiguen a la Tauromaquia, les mueve solo la ignorancia, pero no olvidemos que los que les dirigen, los que mueven los hilos que a su vez les mueven a ellos, se mueven no por ignorancia, sino por dinero, porque con el negocio animalista se están haciendo inmensamente ricos. Los dólares y los euros es lo que de verdad les mueve, porque con ellos se pueden comprar muchas voluntades.
Pero limitándonos exclusivamente a los que votan en el parlamento, creemos que unos lo hacen “de buena fe” en romper España, y otros “de buena fe” en los votos que piensan lograr o, tal vez, algo más, y desde luego en acabar con la Tauromaquia, deseo irrefrenable del gobierno actual, prueba de ello es que en el proyecto de presupuestos generales para 2021 se aumenta el 25 % lo dedicado a Cultura, pero nada a la Tauromaquia.
Los taurinos hemos de aceptar que el gobierno socialcomunista actual jamás dedicará un céntimo de euro a la Tauromaquia, y que hará todo lo posible en contra de ella, unas veces dentro de la ley y otras fuera, por tanto, el problema hemos de resolverlo nosotros apoyándola cada uno dentro de sus posibilidades.
Es nuestra opinión, dicha con la claridad que no podría decirla si tuviera un cargo público, como el maestro Abellán.
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