".Diez años después todavía te echo de menos, en tus escritos y en lo personal, me falta un maestro para seguir descubriendo las distintas lecciones sobre toros y toreros con las que nos obsequiabas.."
Joaquín Monfil: 10 años después
Antolín Castro
Opinión y Toros/19 Diciembre 2023
Por estas fechas de hace diez años se nos marchó un compañero, un amigo, un aficionado cabal.
Joaquín Monfil, que así se llamaba, era un asiduo de Las Ventas, un fijo en la delantera de la grada del siete. Desde esa posición dominaba todo el escenario de la plaza más importante del mundo. En esa su localidad echó raíces al tiempo que acumulaba conocimientos y experiencias como muy pocos aficionados pueden lucir en su expediente de aprendizaje.
Por si fuera poco, era un lector asiduo de cuanto relacionado con la Tauromaquia caía en sus manos. Hacía de cada corrida un análisis amplio y profundo, no se quedaba solamente en el envoltorio, a través de las tertulias en las que participaba tras los festejos y en el visionado de la corrida nuevamente por la televisión antes de irse a dormir, dejaba la lección bien aprendida.
De esa manera cuajaba su experiencia, la vivida en la plaza, en contraste con las opiniones de otros aficionados, y el repaso final de las imágenes pulía de forma total lo visto y vivido en cada jornada. No es de extrañar que no se le escapara un detalle y si creía habérselo perdido no se iba a dormir sin encontrarlo.
La cercanía con la localidad que yo ocupaba hizo que me fijara en él para cuando se puso en marcha Opinionytoros. Quise que esa visión de uno de los aficionados más exigentes ocupara un lugar importante en las secciones que escribíamos de San Isidro.
En seguida se convirtió en una de las secciones más visitadas por los lectores. ‘Desde el 7’ era una cita obligada para quien quería estar perfectamente informado de lo sucedido, visto desde la exigencia máxima, pero también desde el máximo rigor y conocimiento. Difícil era poder poner objeciones a lo escrito por Joaquín, dada su capacidad didáctica para exponer lo ocurrido.
Todos aprendíamos algo cada día con lo escrito por Monfil. Una capacidad enorme para describir lo que veía. Tanto es así que a él le debemos ese ‘julipié’ que acuñó para definir la forma en que El Juli realizaba ventajosamente la suerte de matar.
Un placer conversar sobre cualquier tema relacionado con el toro, ese que sin él nada tiene importancia. En su cabeza cabían todos los toreros y todos los encastes, para nada era un aficionado de ferias, su presencia todo el año en Las Ventas le acreditaba como conocedor de todos, no solamente de las figuras que se pasean por las ferias, un título reservado a muy poquitos.
Diez años después todavía te echo de menos, en tus escritos y en lo personal, me falta un maestro para seguir descubriendo las distintas lecciones sobre toros y toreros con las que nos obsequiabas.
Por último, he de decirte que además de no verte a ti en aquel lugar preferente de la plaza, también se echa de menos a muchos con los que tuvimos ocasión de compartir tantas tardes, solo dos o tres mantienen el tipo en ese lugar privilegiado y tan soleado de Las Ventas.
Allá donde estés, estoy seguro de que departirás, y mantendrás tu posición, con cuantos compartan esta bendita afición.
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