Como hace una año y un día exactos aquí, el extremeño Alejandro Talavante, con una tauromaquia eficazmente populista, formó la marimorena, indultó un toro, recibió en medio de gran jolgorio las dos orejas simbólicas y con otra del quinto encabezó la procesión triunfal tripartita. Populista, sí, porque a fuerza de arrebato, variedad, efectismo enajenó la parroquia. Pero eso no quiere decir que no incluyera una inmediata comprensión del toro y el estado emocional del tendido, ni la ejecución aislada de naturales lujosos, entre la variedad de faroles, rodillas, espaldazos, arrucinas, cambios, repentismos y una vehemencia de que tenía que reventar la feria. Y “Relicarió”, embistió y embistió, con fogosidad y convicción infatigables a una lidia larguísima de gran exigencia física que se prolongó mucho más allá del indulto.
El segundo, que brindó a Bolívar, fue de poca clase, sin humillación, ton ni son. No le importó. Le acosó por aquí por allá obligándolo a una movilidad que tapaba lo demás y enervaba la clientela, hasta la estocada tendida y tarda que desató la pañolada y la oreja.
Emilio de Justo, Interpretó bellamente al noble “Caribello”, tercero de la corrida, que recargó en el peto. Brindó a la memoria del fallecido ganadero Tuco Gonzalez y entregó la montera a su hijo Mauricio. Luego todo fue buen gusto, quietud, cargar la suerte, ligar y mandar. El toreo de la tarde, la faena de la tarde y hasta ahora de la feria. Un recital de naturales dibujados a mano alzada. De a cuatro, de a cinco, de a seis y los forzados, y las manoletinas a compás abierto muy toreadas y sobre todo ese estocadón sin puntilla que tiró al animal sin puntilla y desató la petición abrumadora de las dos orejas concedidas sin reticencias ni objeciones de nadie. Una vuelta clamorosa con todos los sombreros de la vieja Peña La Sultana a sus pies. El deslucido sexto le complicó la vida y cerró la tarde a la baja. Más porque la espada viajó errática. Tres pinchazos, una estocada caída inane un aviso y dos descabellos. La gente comenzó a irse sin esperar la apoteosis por la histórica Puerta Señor de los Cristales.
Luis Bolívar, no se avino con el soso y revoltoso primero. Seis verónicas trabajosas y tandas cortas para una faena espasmódica bien acogida por el paisanaje. Tres estocas completas en sitio, necesitó esta roca para doblar y casi no lo hace. Fue otro frente al dócil pero vacío cuarto. Muy embrocado ligó las verónicas de saludo, y de quite, tras el tumbo de Arandia en la puerta. En su casa, rodeado de los suyos, brindó. Con cuatro derechas caminadas una trinchera y uno de pecho llevó el pleito a los medios. Temple, secuencia, medida y poso, mucho poso marcaron el tercio con tanto aseó que la poca transmisión del toro quedó tapada. La gente y la banda con él. Manoletinas cinco, y media espada recibiendo cobraron la oreja.
La tarde hizo una parábola emocional, con su clímax en los toros tercero, cuarto y quinto.
FICHA DEL FESTEJO
Cali. Viernes 29 de diciembre 2023. Plaza de Cañaveralejo. 3ª de temporada. Nubes. Tres cuartos plaza. Seis toros de Vistahermosa, pequeños de poco cuajo diverso juego; indultado el 5º “Relicario”, cuatreño, negro Nº 181 de 456 kilos.
Luis Bolívar, silencio y oreja.Alejandro Talavante, oreja y dos orejas simbólicas.
Emilio de Justo, dos orejas y silencio
Incidencias: Saludó Ricardo Santana tras parear el 2º. Salieron a hombros por la Puerta Señor de los Cristales, Alejandro Talavante, Emilio de Justo y el ganadero Juan Carlos García.
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