'..El PSOE es probablemente lo que más daño ha hecho a España en el siglo XX y en el siglo XXI. Pocas cosas han hecho tanto mal al país como esta organización..'
El PSOE es probablemente lo que más daño ha hecho a España en el siglo XX y en el siglo XXI. Pocas cosas han hecho tanto mal al país como esta organización.
La última salida de este azote bisecular ha sido montarle una campaña al alcalde de Alpedrete por unas palabras sobre un crimen. Las palabras no eran las más felices ni las más fáciles, pero el hombre trataba de explicar el trasfondo problemático de esa familia.
Se encontró con que el PSOE es dueño de las víctimas cuando son mujeres. Es capaz de adueñarse de su dolor, de la causa del asesinato y del duelo al completo. En esos casos, todo lo que se diga que no sea lo prescrito por ellos será meterse en un jardín.
Es una organización okupa de duelos, okupa de muertes; expropian dolores para hacer su política bajísima. Lo que hicieron con Rumasa lo han hecho después con muertes, velatorios y catástrofes… ¡salvo con la ETA, la comadre!
Se han hecho los dueños del crimen sobre la mujer y los uxoricidios.
Hay que negarse en rotundo, negarse de un modo tajante a admitir la basura moral, intelectual, social y política que es el concepto de violencia de género, pero si hemos de asumirla, entonces hay que decir muy claro que el PSOE es malo para la mujer, que nunca se ha hecho tanto daño a la mujer ni se ha matado a la mujer como gobernando el PSOE, cuyas políticas, por acción u omisión, han debilitado siempre al género femenino (¡al bello sexo!).
Esto es así, y cabe en una gráfica: cuando gobierna el PSOE, la mujer muere más, sufre más, es más violada.
¡Y no hablemos si son monjitas!
El PSOE es atroz. ¿Cuánto daño moral nos ha causado ya? Pero dentro de todo lo malo de lo que son capaces, su manipulación grosera, mezquina y enloquecedora de la victima mujer es lo que personalmente me llega al alma. El subvencionado aquelarre feminista de estos años, además de abortero a más no poder, ha acabado con violadores en las calles, mujeres desprotegidas, tobilleras fallidas y sádicos, violadores en manada rondando por España con el pene fuera, sin que sus agresiones y crímenes les importen un pito (pito de violador importado, maní masón o farlopero falo) a las terribles feministas sacerdotisas de la España estéril.
El 365 días al año infausto diario El País editorializaba sobre las cifras de la delincuencia vasca y decía que «los delitos no tienen nacionalidad, ni raza, ni religión» por no reconocer que están llenando España de delincuentes también sexuales, en su traidora y antifemenina maurofilia. El delito no tiene nada salvo sexo o género, eso sí lo tiene: mata el hombre a la mujer por ser mujer, por «odio de género» y mata el hombre español, porque cuando lo hace un extranjero de los que ellos traen, mata un pobre, o sea, la pobreza, o sea, el capitalismo o el colonialismo.
Cuando mata un español mata el machismo, matamos todos; cuando lo hace un extranjero, es la pobreza estructural, no mata nadie.
¡Pero importan muchas probabilidades de agresor sexual!
¡Pescan en los caladeros de mayor talento violador y manadero!
Las feministas, en un infierno de estupidez e hipocresía que hace llorar a los niños, llorar aun más a los niños muertos, no dicen ni pío, ¡trepan y cobran, trepan y cobran! ¡Más feas que Picio!
Son al PSOE lo que las Trillizas a Julio Iglesias, las coristas del acabose español.
En el momento de la crisis existencial, el PSOE infló el feminismo antinatalista e infló la inmigración hasta liderarla en Europa.
Cuando se empezaba a cerrar la curva, el PSOE aceleró.
¿Nos libraremos algún día de esta organización que desatiende a la mujer, que aísla a la mujer, que engaña a la mujer, que aja a la mujer, que la deja sola ante el Lobo y que ya va camino de arruinar dos siglos de la vida española?

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