MADRID A LA VISTA / Por Antolín Castro

"...Cómo me voy a quejar de que vengan a Las Ventas ganaderías como Cuadri, Adolfo Martín, Escolar y Baltasar Ibán entre otras..."

MADRID A LA VISTA

Antolín Castro

España

Sabidos ya los carteles de Las Ventas, algo habrá que decir sobre ellos. Una montonera de carteles que hace hasta difícil su interpretación, mucho más su memorización. 34 festejos entre pecho y espalda entre el 1 de mayo y el 9 de junio, de los que 23 corresponden al abono obligado de San Isidro. Los aficionados sólo tienen 6 tardes para otros menesteres en 40 días. Una locura.

Ese es el primer aspecto a considerar, el de la cantidad, a todas luces desproporcionado y fuera de lugar. Ni el mejor aficionado puede quedar sin sufrir secuelas de tan fenomenal empacho de festejos.

Además, la cantidad -casi siempre reñida con la calidad- no se compensa con muchas tardes de interés. No voy hacer lo que muchos, casi todos, sobre los seis días de carteles rematados. Llaman así a los que van las figuras (Manzanares, Morante, Talavante…) sin darse cuenta, o quizá sí, que eso es lo mismo que pedir que la feria sea una de las de Fallas: las de las figuras y el mono-encaste. Es evidente, con los toreros figuras no se pueden hacer más de seis carteles, si es que las matemáticas no mienten.

Es así, además, por esa permisividad de la empresa de dejar que vayan todos juntitos, en pandilla, agrupaditos en las ganaderías de su gusto y consumo. Ese es uno de los mayores males de la Fiesta, el no abrirlos para que la competencia pueda ser real. Pero, siendo eso malo, como decía, es todavía peor que quienes tienen obligación y responsabilidad en los medios, digan exactamente lo mismo: todos juntitos y con el mono-encaste.

Nuestra obligación, como la de cualquier periodista independiente, es decir en alto, señalar, los agujeros, los fallos de la feria, valorando positivamente la imaginación -también la fuerza- de la empresa a la hora de confeccionar los carteles y la feria en su conjunto. No podemos valorar positivamente la imaginación ni la fuerza, porque sencillamente no la han tenido. Se limitan a gestionar lo que les viene exigido y nada más. Es muy difícil que pueda cambiar algo en el panorama taurino si la empresa supuestamente más fuerte, la de la plaza y feria más importante del mundo, es igual de débil y se comporta como las demás. Se mueven al antojo del grupo de presión que suponen unos pocos toreros y sus poderosos apoderados. ¡Qué digo! -aclaración inmediata- forman parte del propio grupo de presión al ser parte interesada del sistema. La pescadilla que se muerde la cola. Imposible, no puede deshacer el sistema quien forma parte de él.

Dicho cuanto antecede, que lo aclara todo, tras de los seis ‘querídisimos’ carteles rematados, lo demás queda en rellenar fechas para completar ese pedazo de serial interminable.

No puedo pasar por alto que entre tanto sistema, se ha abierto una luz con ese cartel en el que Talavante se encerrará con los victorinos. Eso es positivo y de igual manera tendría que haber -de eso si que hace falta media docena- otros carteles abiertos que levantaran el interés de los aficionados, fuera de la monotonía asociativa de las llamadas figuras alrededor de los toros de ‘garantías’.

Pero he de corregir a cuantos colegas, y aficionados cursis, opinan sobre los carteles, para decir que además de ‘sus’ carteles, yo aprecio interés en otras muchas tardes. Ganaderías y toreros que merecen el mayor de los respetos y la atención de todos. Cómo me voy a quejar de que vengan a Las Ventas ganaderías como Cuadri, Adolfo Martín, Escolar y Baltasar Ibán entre otras.

Cómo no señalar -sería injusto no hacerlo- que Fandiño haya pedido venir con la corrida de Adolfo, y que haya anunciados como él otros toreros como Curro Díaz, Urdiales, Castaño, Robleño, Aguilar y varios jóvenes más a los que un aficionado despojado de la ‘figuritis’ no se puede perder.

No será la mejor feria, pero hay más de esos ‘seis días’ para ir con interés de aficionado.

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Opinión y toros