Una burda mentira / por Rafael Comino Delgado

Señor ministro, quiero ser respetuoso con todo el mundo, incluso con Ud., que tanto nos ha faltado el respeto a los taurinos, que se ha perdido el respeto a sí mismo, que miente en sus afirmaciones y que nos toma por estúpidos.

Una burda mentira

Rafael Comino Delgado

Catedrático de la Universidad de Cádiz

El ministro de Cultura, don José Manuel Rodríguez Uribes, llegó diciendo que no le gustan los toros pero que los respeta. Le dimos un tiempo para que fuera mostrando sus verdaderas intenciones, y muy pronto se definió con sus hechos: ¡Al toreo ni agua! Pero no solamente eso, sino que a medida que ha ido hablando ha ido descubriendo que miente mucho, que no respeta a los taurinos y que es burdo hasta para mentir. Últimamente ha hecho declaraciones, relacionadas con la Tauromaquia, verdaderamente antológicas. Entre otras cosas ha dicho literalmente: 

"Me cuesta mucho polemizar en tiempos de crisis, pero decir la verdad también es un deber: Que no se ha ayudado al mundo del toro son cosas que dijo Vox y el PP para justificar que no apoyaban este decreto”. 

Señor ministro, quiero ser respetuoso con todo el mundo, incluso con Ud., que tanto nos ha faltado el respeto a los taurinos, que se ha perdido el respeto a sí mismo, que miente en sus afirmaciones y que nos toma por estúpidos. Si, porque de esas declaraciones se deduce: Que Ud. dice la verdad,  que ha habido ayudas al mundo del toro, y que VOX y el PP lo niegan. Pues díganos, ¿Qué ayudas? ¿Cuándo? ¿Dónde están esas ayudas? Nadie las conoce, ni sabe de ellas. Luego no dice verdad, miente, o algo peor, padece una psicosis, patología caracterizada por deformar la realidad. 

Lo único que los taurinos hemos recibido del ministerio de Cultura ha sido desprecio, y en alguna ocasión buenas palabras y promesas que sabían no cumplirían. Esta es la realidad, pero seguramente dirá que son inventos nuestros, de los taurinos, de VOX y del PP. Ya puesto, si le parece bien, diga que son inventos de Franco, que está muerto. 

No le pareció suficiente y continuó argumentando que, “eso lo ha inventado VOX y el PP para negar ayudas al cine, al teatro, la música, los libros o la danza, incluido el flamenco”. ¿Quiere decir que esos dos partidos están en contra del cine, teatro, música, danza y flamenco? ¿Realmente piensa que alguien normal le puede creer? Seguro que no, porque es una mentira muy burda. ¿Tan estúpidos nos considera?

Quiso mostrar su magnanimidad y equidad añadiendo que: “Los trabajadores más vulnerables son los que más me preocupan”. Pues infórmese bien y se dará cuenta de que en este sector hay algunos que viven con ayudas de familiares y amigos, porque llevan varios meses sin ingresar un solo euro. Y no digamos la cantidad de ganaderos que se han arruinado totalmente, y pequeñas empresas ligadas al Toreo que han cerrado y no volverán a abrir; lo han perdido todo.

En otro momento trata de desviar la atención y traspasar la responsabilidad a ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas citando, naturalmente, a la de Madrid, que no se deja avasallar por un gobierno prevaricador, y lo hace de forma bastante hipócrita, pues sabe que actuarán según el color político que en ese momento les gobierne. Cuando él tiene la obligación de defender y apoyar la Tauromaquia porque es Patrimonio Cultural Inmaterial de España.

Amplió más su intervención con frases como, “La Tauromaquia está dentro de Cultura, voy a aplicar la ley”, “Esto se trata de un debate con fondo ideológico, como se ha querido presentar por parte de la derecha”. 

Ante tal panorama, por fin, el mundo del Toreo unido  empezó a levantar la voz, lo que ha dió lugar a que el Sr. ministro hable telefónicamente con don Victorino Martín -día 25 de mayo-, presidente de la FTL. Y ¿qué ha salido en claro de dicha conversación? Pues, el ministro se ha comprometido a tener una nueva reunión con el sector en los próximos días, en la que le puedan exponer sus problemas y reclamaciones. Es decir, ha salido lo que se esperaba. Nos parece que la conducta del presidente de la FTL es correcta, prudente y moderada, pero uno piensa: Si el día 22 de abril ya expusieron, de palabra y por escrito, en un exhaustivo documento que está en el ministerio, todos esos problemas y reclamaciones, que el ministerio prometió estudiar en profundidad. ¿Es que no les ha dado tiempo a estudiarlo? La estrategia de la dilación, de las buenas palabras y darle largas al asunto. Si no han estudiado el documento en más de un mes que le tienen en su poder es que les mintieron cuando dijeron que lo estudiarían, y el que miente una vez mentirá muchas.

Señor ministro, a medida que va haciendo declaraciones, más nos vamos dando cuenta de sus intenciones, de sus limitaciones y de que le han colocado en ese sillón para que haga lo que le ordenen desde arriba, favorezca a algunos colectivos e ignore a otros, cosa que está llevando a cabo rigurosamente. Eso no es propio de un gobernante digno y justo, que merezca ser respetado. “Cuando los que mandan pierden la vergüenza los que obedecen pierden el respeto” (Gustavo Torres Grössling o Georg Christoph Lichtenberg. A los dos se atribuye tan acertada reflexión). Nosotros somos algo más explícitos y decimos que, “cuando los gobernantes mienten y son injustos, los ciudadanos, justificadamente, les pierden el respeto,  piensan muy mal de ellos y les  dicen cosas muy feas”. 

En otro sentido, un gran filósofo y matemático francés, René Descartes, dijo, “Las naciones son tanto más civilizadas y cultas cuanto mejor filosofan sus hombres”, lo que es una gran verdad. Como la profesión del ministro es filósofo, ha empezado a querer filosofar en profundidad, con un discurso falaz, pero tengo la impresión de que se ha desviado, y lo que hace es prevaricar.

Muestre alguna dignidad, don José Manuel, de vez en cuando. Si no nos respeta a los taurinos, ni tampoco se respeta Ud. mismo, al menos respete el cargo que ocupa, y que tan grande le viene.

Intente volver a la realidad, ponga los pies sobre la tierra, admita las cosas como son, admita a los taurinos como seres normales, con los mismos derechos que los demás, e intente ser justo si le dejan, y si no le dejan, y se respeta un poco, levántese del sillón y vuelva a su trabajo habitual. No sería un demerito sino todo lo contrario. Nunca olvide que se puede ser ministro, o presidente, o tener mucho poder político, pero si no se tiene una ética, que ponga por encima de todo la verdad y la justicia, no se vale nada.