Tras muchos meses de lucha y reclamaciones, el Consejo de Ministros ha parido la pasada semana un decreto por el que los profesionales del mundo del toro podrán recibir una ayuda estatal en estos duros momentos de paro forzoso por la pandemia.
Tras muchos meses de lucha y reclamaciones, el Consejo de Ministros ha parido la pasada semana un decreto por el que los profesionales del mundo del toro podrán recibir una ayuda estatal en estos duros momentos de paro forzoso por la pandemia.
La noticia, en su primera lectura, tiene una doble satisfacción. La primera es que puedan beneficiarse de esa ayuda, 775,83€ mensuales, muchos profesionales que lo están pasando muy mal por la completa paralización, salvo raras excepciones, de su actividad, y la segunda porque finalmente el gobierno haya entendido que no son unos trabajadores apestados, y que cuentan con los mismos derechos que todos los demás.
Hasta ahí llegan las alegrías. Claro que todo no son alegrías. Las decepciones vienen de la mano de qué periodo es el establecido para cobrar dicha ayuda, y eso se circunscribe a tres meses, hasta 31 de enero de 2021. Menos da una piedra diría aquel, pero es que el periodo de paro y ruina ha sido, y es, mucho mayor. Además, tal como lo han anunciado, parece como si se debiera algo a tanta generosidad.
Basta con ver las ayudas a otras múltiples actividades, también dañadas por la situación, para darse cuenta que al mundo del toro se le sigue tratando como marginal. Si tienen el derecho que ahora se reconoce, ¿por qué no desde marzo cuando comenzó todo esto? O ¿es que se les van a pagar los atrasos y yo no me he enterado bien?
Hacen bien las asociaciones de estos profesionales en seguir reclamando vía judicial lo que a otros del mundo de la cultura, a la que ellos pertenecen por ley, se les concedió de inmediato y a ellos se les denegó con muy malas artes y maneras.
Los dineros que pagamos los españoles con nuestros impuestos, todos, aficionados o no, queremos que sirvan para muchas cosas y no solo para las innumerables partidas que en el mismo BOE en el que recogen las ayudas taurinas, aparecen. A modo de ejemplo citaré las subvenciones a la ‘Asociación de mujeres libres y combativas’, a la ‘Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres’ o la ‘Unión Estatal de Jubilados y Pensionistas de UGT y CCOO’, o.... Sí, no crean que van también a otras asociaciones de jubilados, solo los de su cuerda, no hay puntada sin hilo.
Una gran generosidad, o despilfarro mejor, para muchos colectivos que naturalmente no les protestan en la calle, siendo así de sencillo tampoco lo habrían hecho los banderilleros en estos meses. El dinero de mis impuestos, exijo que también le caiga a los colectivos que son de mi cuerda, o de mi gusto, como lo quieran llamar.
Se acabó la miseria… muchos profesionales taurinos podrán llevar comida a casa, algunos tendrán que devolver el dinero a quienes se lo hayan ido prestando y, posiblemente y en algún caso dadas las fechas, alguno de sus hijos podrá tener algún regalo de Reyes.
Se acabó la miseria… dejen ya de protestar. Quién sabe, si entre los afiliados de entre los banderilleros, picadores y mozos de espadas hubiera componentes femeninos otro gallo les hubiera cantado. Mientras sea un reducto ajeno a la igualdad que se exige, además de marginados por taurinos, también lo serán por ‘machistas’.
Para no acabar en la miseria… lo mismo era buena estrategia hacer los deberes que impone la paridad de género. Habrá que pensar si no es mejor darle gusto a un muy influyente ministerio.
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