Además, con el fulano maltrato animal que tanto argumentan, la verdad verdadera es que están acabando con nuestras raíces, costumbres y tradiciones, con nuestra cultura, con nuestra identidad, pretenden acabar con una actividad que además dinamiza la economía de cualquier pueblo o ciudad venezolana, pretenden acabar con la poca distracción que le queda al venezolano…
Ya basta de estos grupos minúsculos manipuladores y mentirosos, que se mueven bajo el engaño, esos no representan la idiosincrasia del venezolano, del venezolano de bien, el venezolano de valores, no representa a las familias venezolanas que crecieron disfrutando de los excelentes pasodobles de Billos, las inolvidables canciones de Memo Moralez, las familias que disfrutaron de la Granada de Alfredo Sadel o del Nuevo Circo de Billo Frometa, no representa a los venezolanos que admiran, disfrutan y respetan las distintas manifestaciones artísticas, que saben valorar un buen libro, escuchar una buena poesía, admirar un cuadro, una pintura, el venezolano culto, porque todo esto es la tauromaquia, es cultura, es arte, es inspiración, pero también es compromiso, es disciplina, es una ceremonia de mucho respeto y bendecida por lo más sagrado y divino de nuestra iglesia, el Todopoderoso y la Virgen María. Porque la tauromaquia es además el encuentro con la muerte, la tauromaquia es verdad, es entrega, es de héroes, aquí no hay cabida a los cobardes, esos quienes justamente, amparados en un título amarillista y escandaloso como el fulano “maltrato animal”, buscan coartarnos de la libertad y el derecho que tenemos de elegir lo que queramos disfrutar y vivir.
Con el fulano “maltrato animal” están llevándose por encima toda una raza animal que dejaría de existir si una locura como ésta, prospera.
Llegó la hora de apretarse lo machos, dar un paso al frente y salir a por todas, a defender este sentimiento y esta pasión que nos une.
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