Juan del Álamo, triunfa con contundencia (4 orejas)
y sale en hombros con Enrique Ponce. (Foto Julián López-AplausoS)
A la tercera… ¡hundido!
Pedro Javier Cáceres
No siempre se cumple el refrán: “a la tercera va la vencida”.
Más bien el juego de los barquitos, que es la alternativa perversa que toda opción tiene como rival, dos de ¡agua! y al tercero hundido, de un trallazo de adversidad.
Podría ser aplicable a la decepción que ha producido la eliminación de Madrid para ser sede de los Juegos Olímpicos 2020. Dejémoslo ahí.
De vez en cuando la tercera tiene estrambote, y jode más. Me explico: cuando al tercer intento se cumple la versión guay del aserto, el maligno está al acecho y pide un cuarto gesto, un quinto o un sexto… o más.
El 3 es número cabalístico, más en tauromaquia. 3 toreros, 3 banderilleros (si fuera por la Unión —sindicato de subalternos— habría 3 picadores, y el mozo de espadas con su ayuda y el ayuda del ayuda).
6 toros, que son 3x2. 3 tercios, aunque los dos primeros sean un trámite.
Y durante mucho tiempo, por vicio, quizá ahora por necesidad de autogestión como forma de burlar la crisis, se impuso el 33,33,33 que era una especie de cooperativa, generalmente a pérdidas, entre tres padrinos de toreros (tanto matadores como novilleros) para procurar un festejo.
A César Rincón, después de 10 años de alternativa, le costó 3 Puertas Grandes seguidas en Madrid el abrirse camino. Entró, principalmente en sustituciones —de las buenas— para en las ferias de agosto-septiembre (las que no estaban hechas por mayo-junio) entrar con las figuras por méritos propios.
Pero hubo de reivindicar en esas ferias la 4ª, 5ª, hasta la última oportunidad, triunfando en todos los cosos delante de las figuras del momento. Incluso hubo de pasar reválida en otoño para romper todos los registros y ser la 4ª Puerta Grande en un año.
En tono menos arrollador pero no menos rotundo ha pasado Juan del Álamo por la Primera Plaza del Mundo.
1,2…y 3 orejas consecutivas en Madrid en 3 comparecencias. Compás de espera.
El maligno al acecho, había que sortearlo.
Y se sorteó. Al tercer pelo (oreja) melena.
Llegó Bilbao, el cartel no era el top pero sustituía a una figura impar: Morante de la Puebla. Prueba superada. Y a partir de ahí, la ilusión que genera verse recompensado tras la 3ª.
En Cuenca vuelve a sustituir al genio de La Puebla, y ya en la llamada “corrida monstruo” con 3 máximas figuras que lo arropan, entre los cuales destaca El Juli que lo apadrina —coincidiendo que es su padrino de alternativa la casualidad es norte para a partir de ahora sea causalidad—.
Triunfa con contundencia (4 orejas) y sale en hombros con Enrique Ponce. Era su 5º escalón de dificultades superado. Por medio otras sustituciones, y algún contrato previo en compromisos medios que se saldaba con salidas en hombros.
La prórroga que exigía —versión putadita de a la 3ª— verificar estaba a punto de desistimiento por parte del maligno.
Quedaba para ello pasar el corte de la 3ª x 2, la 6º. Doblar la apuesta.
Y llegó el día. En San Sebastián de los Reyes, su “padrino” (El Juli) abortó el mano a mano anunciado tras confirmarse que Morante no podría reaparecer en dicha fecha, y forzó su inclusión.
Era el segundo ciclo de 3 grandes pruebas tras las 3 orejas de Madrid.
Volvió a triunfar…. Pero pagó el peaje de tanto burlar al más malo de los malignos. Un pisotón, casi siempre inofensivo, le rompió un hueso del pie y le ha obligado a cortar la temporada.
Tenía por delante un panorama bonito tras tanto sufrimiento.
Principalmente emular en la próxima Feria de otoño al maestro Rincón aunque fuera en su versión sencilla de cortar orejas de 1 en 1. Incluso superar tal ciclo y ¿porqué no empezar una etapa de salidas en hombros?
En Madrid a la 3ª oreja… hundido.
Es una metáfora respecto del estado de ánimo ante la fatalidad.
Lo bueno de los días nefastos es que también se acaban. Sus triunfos, pese a la interrupción quedan en el disco duro de los aficionados y el reconocimiento de los profesionales. Está a las puertas del gran club de las figuras y estas, aún alguno reticente, dispuestas a darle paso.
No ha podido ser el 2013 (13 y terminado en 3) pero seguro será el 2014. La Fiesta necesita aire fresco por arriba. Remodelar carteles que si no son redondos sean ovalados para ir haciendo el círculo con tiempo y paciencia.
Bien es verdad que todo en la vida tiene alternativa, antagonismos y antídoto. Los dichos, refranes o asertos también.
De “a la 3ª va la vencida” a “que poquito dura a alegría en casa del pobre”.
¡Ánimo Juan! Tú si que vales.
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