Máximo Pradera es el gusano que fermenta los intestinos ideológicos de la izquierda y cobra por darle solidez, textura y fluidez a las heces del odio. Sus deposiciones nutren a los coprófagos de izquierdas que hozan en la basura progre y que ríen y aplauden los eructos de Máximo Pradera porque, al igual que él, han perdido la conciencia y se han convertido en mulas que menudean dosis de odio a granel en las Redes Sociales.
No es menester ser un hijo de la gran puta, basta con ser un gusano como Máximo Pradera, para desearle a alguien el vía crucis de un cáncer. Te deseo mucha salud, Máximo, tanta como para que llegues a ver a Macarena Olona sentada en el Consejo de Ministros. Después, Dios dirá. Que lo dirá, ya lo verás. Siempre lo hace. Mientras tanto, Máximo, sigue encadenado a tu orinal, como un Prometeo de cloaca, lamiendo de noche las heces que vomitas de día. Y así todos los días, hasta el fin de los días.
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