Me moriré sin encontrar la respuesta a la pregunta que me hago a diario. ¿Cómo es posible que cuatro hijos de satanás tengan en vilo a un país entero? Así son nuestras leyes y, lo que es más grave, nuestra clase política, lo más miserable que pudiéramos encontrar en nuestro camino y que se doblegan ante la insensatez del primer hijo de puta que pasa por la calle. Casos como el citado son de un disparate tan estúpido que, contarlo, produce asco.
¿Qué hubieran dicho todos esos malnacidos que ahora critican a Morante o a cualquier ciudadano que se fume un puro cuando, por ejemplo, aquel asesino llamado El Ché Guevara se fumaba un puro en su visita a Madrid y en todos los lugares donde se encontraba?
A tenor de cómo se desarrollan los acontecimientos, hizo bien El Pana en morirse, lo digo porque era muy habitual verle hacer el paseíllo puro en boca, algo tan natural como la vida misma para el diestro de Apizaco como para cualquier ser humano de este mundo. Claro que, al paso tan vertiginoso en que se desarrollan los hechos en España, no faltará quien le desee la muerte a Morante porque se fume un habano que, por otra parte, a los fumadores y mucho más a los que consumen puros habanos, el régimen castrista debería de darles las gracias porque lo poco que tienen en la isla caribeña, todo está relacionado con el tabaco que fuma Morante. Pese a la industria del tabaco, en Cuba siguen comiendo mierda los cubanos, salvo sus dirigentes que se desayunan con caviar ruso.
Los que presionan para que la estupidez tenga sentido son unos desaprensivos mientras que, lo que vivimos acobardados por estos criminales tenemos el rango de acomplejados y amariconados porque no somos capaces de hacernos valer y sucumbimos todos al chantaje de tales ratas de alcantarilla que, si tuvieran trabajo y con éste tuvieran que darle de comer a sus familias, todo eso no se les pasaría por la cabeza pero, como quiera que estas gentuzas todos viven del erario público, es decir, de nuestros impuestos, sus logros ante la sociedad en que vivimos no son otros que las sandeces más estrafalarias que, como se demuestra tanto daño hacen a la sociedad en que vivimos.
Bien es cierto que, a tenor de los hechos, los tiros vienen siempre desde el mismo sitio y, como diana, el mundo de los toros. Parece una casualidad pero, qué cosas, todas las bajezas con las que se puede encontrar una sociedad, como punto de destino son los toros. Ahora ya no es una cuestión simplemente animalista, en estos instantes hay que acabar con los habanos. Pero vamos a ver, descerebrados de mierda, ¿no quedamos en que los puros habanos vienen de vuestros colegas y admirados cubanos de donde decís tomar lección?
A todos los gandules de España que viven de la política así como a todos sus adláteres, habría que criticar el paro, la subida incesante de los precios en todos los órdenes; empezando por los carburantes, la electricidad y el carro de la compra y tres mil sectores destrozados por la ineficacia de un gobierno traidor y estúpido pero, tratar de justificar esos sueldos astronómicos que perciben diciendo insensateces, eso es un acto criminal en toda regla y, lo que es peor, todos los que de tal modo actúan tienen la bendición de todos los que nos gobiernan.
Respecto a Morante, por el amor de Dios, habrá que criticarle en su faceta como torero si no hace las cosas como está escrito pero, que le denigremos porque se fume un puro, con razón José Antonio se apuntó a VOX, no le queda otra opción, como nos pasa a la mayoría de los españoles que amamos la paz y el orden. Menuda horterada la que han hecho en Castellón, eliminar el habano de la boca de Morante en lo que a los carteles de la feria respecta y endilgándole un ramito de romero. Por cierto, dado el gobierno que sufren los habitantes de La Plana, digámosle a sus aficionados que pueden seguir viendo toros porque la plaza es de propiedad privada, de serlo municipal o autonómica a estas horas no estaríamos hablando de toros en el norte de la Comunidad Valenciana. No somos más estúpidos porque no entrenamos puesto que, de hacerlo, en este menester tendríamos matrícula CUM LAUDE.
**En las imágenes vemos a dos personas fumándose un puro; en el cartel a un artista llamado Morante que se le acusa de criminal por ser torero y para colmo fumarse un puro; en la otra foto vemos a un criminal fumándose un puro al que, de vivir ahora, en vez de criticarle le llenarían de bendiciones. Esa es la cruel sociedad que hemos forjado.
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