Sería difícil resumir la vida de un personaje tan activo y tan singular. Una vida que pudo ser más tranquila desde su condición de funcionario del Ministerio de Información y Turismo, en el que ingresó como Técnico en Empresas y Actividades Turísticas el año 1969 permaneciendo hasta 1995 en diversos organismos turísticos como las Oficinas de Turismo de Baeza o de Úbeda, de la que fue director. Viajero empedernido, se formó como becario en países como Suiza o Inglaterra, antes de dirigir el entonces recién creado Patronato Provincial de Turismo de Jaén. Un visionario del potencial turístico de la provincia y del camino a seguir, pero que tenía su propio proyecto en la cabeza, partiendo de la estrategia segura de ligar su capacidad, su esfuerzo y un innato sentido del negocio, con su afición más querida. Vivir trabajando en el sector que quería y en el sitio que quería no era solo una cuestión de beneficios empresariales o de economía, sino de contribuir al fomento de la fiesta de los toros y al prestigio, conocimiento y promoción de su propia ciudad: Baeza.
Un día resumió y fotocopió en una cuartilla los datos de una corrida. “La corrida de hoy” la tituló. (De quién son los toros, de qué encaste provienen, quién torea, cuándo tomó la alternativa, quién se la dio...) Aquel día repartió en la plaza de Baeza cien fotocopias. Hoy se cuentan por millones los programas de mano y carteles que se siguen repartiendo en todas las plazas de España y de Francia y que se diseñan y se imprimen en la empresa Grupo M&T Impresores. Una gran empresa, con sus dos hijos al frente, y ubicada ¡por supuesto! en Baeza.
Al mismo tiempo, fundaba con Manolo Calvo, Callejas y Nebrera —entre otros— el prestigioso Círculo Taurino de Baeza allá por el año 1974. No es difícil imaginar los kilómetros que se ha podido hacer con los carteles de plaza en plaza. Sin literas, ni durmiendo, sino al volante y conduciendo. Poca gente habrá visto más corridas que este hombre. Y si se quiere saber algo de ese mundo interno del toro, tan acorazado y endogámico, hay que pregúntaselo a Manolo Torres. Que lo sabe. Eso no quiere decir que te lo cuente. Tienes que adivinar entre sus silencios, porque de otra forma no te enterarás de nada. Él sabe quién manda en esto y cómo funciona. Y no sabemos si es que sabe porque calla o calla porque sabe, pero desde luego él es uno de los que podrían contar la historia —la intrahistoria— de los toros de los últimos tres cuartos de siglo.
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