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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 11 de abril de 2023

Desafíos ganaderos / por Pla Ventura

"...Nadie tenemos la varia mágica para saber si un toro embiste o deja de embestir pero, lo que si queda más que demostrado es que ese tipo de festejos son una falacia sin sentido que, para mayor desdicha, los chavales que se enfrentan a este tipo de toros son candidatos a jugarse la vida y, lo que es peor, a sabiendas de que no habrá la más mínima recompensa..."

 Desafíos ganaderos
Pla Ventura
Toros de Lidia/10 abril, 2023
Los resultados siguen demostrando que los llamados desafíos ganaderos son un cuento chino que no sirven para nada. Así sucedió días pasados en Madrid y, lo que es peor, lo que ocurre siempre cuando se montan este tipo de eventos. ¿Dónde queda un desafío ganadero si no existe materia prima? Lo digo porque, como en obvio, ese tipo de toros no convence a nadie porque todo nos hace barruntar que se han comprado a precio de saldo.

Nadie tenemos la varia mágica para saber si un toro embiste o deja de embestir pero, lo que si queda más que demostrado es que ese tipo de festejos son una falacia sin sentido que, para mayor desdicha, los chavales que se enfrentan a este tipo de toros son candidatos a jugarse la vida y, lo que es peor, a sabiendas de que no habrá la más mínima recompensa.

Si lo que se pretende es que se lidie el toro con toda su pujanza, ganaderías para ello las tenemos de sobra puesto que, si se compran seis toros para un espectáculo, siempre habrá más garantías que si se trata de remiendos para salir del paso como ocurre con los festejos citados de tres y tres. Es más, en cualquier ganadería de las llamadas duras, puede salir ese toro que sueña cualquier torero, que se lo pregunten a Fernando Robleño con aquel toro de José Escolar que le salió el pasado años en Madrid, un animal para un triunfo grande que no culminó Robleño debidamente con la espada pero, como era sabido, la ganadería era de las llamadas duras, ¡qué digo, muy duras!

No hagamos experimentos raros que, como se comprobó, nos pueden explotar en la cara. Si ya de por sí mismo toda corrida de toros es una incógnita impredecible, imaginemos esos festejos “desafiantes” que, en realidad, no aportan nada, salvo que unos hombres se jueguen la vida por el precio de la nada. Y lo triste de la cuestión es que, siempre se basa todo en el más absoluto fracaso y, si de toros hablamos, para fracasos estamos. ¿Verdad?

Para colmo, como sucedió el pasado domingo en Madrid se rechazaron los toros de Los Maños por falta de trapío. Yo no los vi, por tanto, no puedo certificar nada pero si sospecho que, detrás de aquel rechazo había algún que otro interés por parte de alguien. Y sé lo que digo porque la ganadería maña no es sospechosa de nada y, mucho menos, de falta de trapío porque el ganadero ha lidiado en Madrid y sabe clarísimo cómo es el tipo de toro que requiere dicha plaza, por ello, pensar que se trajeron seis toros para las figuras me parece un despropósito en toda regla.

Por si faltaba algo, ayer en Madrid se corrieron toros de ocho ganaderías, ¿cabe despropósito mayor? ¿Sería una corrida concurso disfrazada? Lo que sí ocurrió es que la empresa montó un numerito para quitarse a tres toreros de encima, de forma muy concreta a Curro Díaz que, por lo que nos han contado estuvo sensacional con el material que tenía enfrente que, en su segundo, de haber acertado con la espada su triunfo hubiera sido legítimo dada la inmensa calidad de su toreo, la que nadie puede descubrir ahora y que ayer en Madrid volvieron a gozar.

--Valga la foto de Andrew Moore, en la que vemos la hondura y el sentimiento de Curro Díaz ayer en Madrid.

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