"...Colocación, quietud, estoicismo y espíritu de samurai tuvo el diestro cuando arrancaba como podía, pase tras pase de esas embestidas que iban claramente a por él. Sin inmutarse Adrián. Estaba aquí para justificarse y más aún. Un desafío personal con su destino. Cogiendo la espada y levantando el estoque, el tiempo se paró y cayó un silencio expectante, raro en este coso..."
Adrián de Torres, el desafío de la muerte
Jean-Charles Olvera
Opinión y Toros/Madrid, 3 Abril 2023
La vida es un desafío permanente. Contra el tiempo, la vejez, sí mismo y los otros. Los toros también son un desafío permanente en los que se juegan la vida, el sagrado y la muerte.
Y de desafíos, muchos teníamos este Domingo de Ramos en Las Ventas, la Jerusalén del toreo.
Un desafío para el público, quien ingresó en verano y salió en invierno, con ese incómodo vientecillo, más aún para los de a pie. Un desafío para el aficionado, con un cartel lejos del interés de la pasada temporada en estas mismas fechas, la de la encerrona de Emilio de Justo.
Lo de esta tarde fue anunciado oficialmente como un desafío ganadero santacolomeño. En el reconocimiento ganó Pallarés por KO técnico vs. Los Maños, a los que los veterinarios solo les reconocieron un único toro apto para Madrid. Fueron cambiados por una ganadería de otro encaste, pero del gusto de la afición, la de Cuadri, que regresaba en lo que fuese su jardín, tras cuatro temporadas de sequía.
Ganadería en crisis, sin duda, pero con un fondo de bravura que pudo valorar las cualidades de los que se alistaron a la exigencia que imponían los tres Cuadri que salieron en la segunda parte. En este desafío ganadero ganó Cuadri con toros que mantuvieron el interés contra los mansos y descafeinados Pallarés, inválido el primero cambiado por un sobrero de Martín Lorca y protestado el flojo tercero.
Desafíos toreros también para Esaú Fernández y Gómez del Pilar. Esaú no tuvo esta vez una corrida ad hoc de las que le proponen y lidia casi siempre, estrellándose con habilidad en sus dos toros (pitos con su Cuadri que fue ovacionado en el arrastre).
Gómez del Pilar tenía que mantener el listón alto tras dos orejas cortadas aquí mismo en dos festejos distintos la pasada temporada. Actuación digna del madrileño, intacta, poniendo perfectamente en suerte y luciendo al sexto de Cuadri con tres puyazos del varilarguero Juan Manuel Sangüesa, ovacionado de pie tras saludo final.
Lo de Adrián de Torres fue otra cosa. Con el segundo Pallarés (bien en la brega Curro Javier) pudimos verle sacarle los mejores naturales de la tarde. Con el Cuadri que salió quinto, bien recibido por verónicas, pero apenas bravo en los caballos y con dos pitones crimínales con la muleta, impresionó el jienense con su coraje y valor. Colocación, quietud, estoicismo y espíritu de samurai tuvo el diestro cuando arrancaba como podía, pase tras pase de esas embestidas que iban claramente a por él. Sin inmutarse Adrián. Estaba aquí para justificarse y más aún. Un desafío personal con su destino. Cogiendo la espada y levantando el estoque, el tiempo se paró y cayó un silencio expectante, raro en este coso. El estoconazo que siguió, articulado como en los mejores libros de tauromaquia, hizo caer en segundos al hondo Cuadri, estallando los tendidos y cayendo la primera oreja de la temporada venteña.
Un trofeo a la sinceridad y al don del sacrificio del torero. De esa liturgia crística se nutre la afición, que simbólicamente esparcía al torero sus ramos en fecha tan significativa. Para Adrián de Torres como para nosotros, no sólo la vida es un desafío, también lo es la muerte: el desafío de la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario