FOTO: LADIS
"...una jornada muy taurina que satisfizo a todos y dejó claro la supremacía de un nuevo torero de Córdoba, que está llamado a recoger la antorcha de los grandes maestros nacidos en esta tierra. No cabe duda de que la mañana era de Manuel Román..."
El novillero Manuel Román toca el cielo en Linares
El cordobés corta cuatro orejas y sale triunfador junto a Jesús Llobregat
Diario de Córdoba/Linares (Jaén) | 28·02·23
FICHA DEL FESTEJO
NOVILLADA EN LINARES
Plaza: Linares, excelente ambiente con tres cuartos de plaza en mañana soleada
Ganado: tres novillos, primero, segundo y sexto de El Freixo, tercero y cuarto de El Cotillo y el quinto de Hnos. Collado, de juego aceptable, a excepción del cuarto, complicado
Marcos Linares: pinchazo, pinchazo hondo y tres descabellos (ovación tras aviso) y media estocada (oreja tras dos avisos)
Jesús Llobregat: pinchazo y estocada ( oreja) y estocada (oreja)
Manuel Román: estocada (dos orejas) y media estocada ( dos orejas)
Incidencias: Al terminar el paseíllo se interpretaron los himnos de Andalucía y España; Román viste de rosa palo como hizo Manolete la tarde de la tragedia
El Día de Andalucía del 2023 lo recordará siempre el novillero cordobés Manuel Román porque ha sido una fecha clave en su breve pero exitosa carrera, ya que ha dado un paso triunfal para acceder al escalafón superior de la novillería.
Manuel Román, durante su debut en Linares. LADIS
Y es que Román se ha mentalizado y preparado a fondo para la tarde de hoy, que, a la postre, le ha proporcionado un éxito indiscutible para que la ilusión de la afición continúe. Una afición numerosísima (15 autocares y decenas de coches particulares) que colapsó los alrededores de la plaza para vivir un acontecimiento que se preveía grandioso y que supuso un nuevo abrazo entre Córdoba y su joven torero.
Hay que remontarse a la época de Finito y Chiquilín, en los años noventa, para que un fenómeno como este de seguir a un torero en aluvión volviera a repetirse. Y según hemos presenciado este martes es solo el principio de sucesivas y grandes tardes de gloria.
La jornada, con todo a favor, comenzó con la gran ovación con que el respetable recibió a los toreros cuando pisaron la arena para hacer el paseíllo. Después todo salió a pedir de boca. Román estaba ansioso de que apareciera el tercer novillo para, capote en mano, instrumentarle una serie de verónicas con la cadencia que el chaval le imprime a su toreo de capa.
El tendido ardía y las palmas echaban humo. Tras un buen puyazo de Agustín Collado, el novillo, de nombre Decano, de 466 kilos y un quite de lujo, quedó de dulce para la muleta del cordobés, que brindó al empresario Rafael Gómez. Con rodilla en tierra, comenzó la faena y ya se intuía algo grande. Y, efectivamente, así fue. Román, asentado en las zapatillas y con relajo firmó una obra de arte, sobre todo por el derecho, ya que era el pitón del animal, aunque con la zurda pudo robarle una serie de calidad.
Relajado, templando muy bien las embestidas, los muletazos se sucedían y volvían loco al respetable. Faena de gran maestro rubricada con una buena estocada y el delirio en la plaza. Román había cumplido con su ilusión y con los seguidores desde Córdoba. A su segundo lo recibió con excelentes verónicas. El animal metía bien la cabeza y parecía que todo iba a ser un calco del anterior, pero se equivocó al darle dos puyazos. Eso cambio el panorama. El novillo de nombre «Corremantas» de 469 kilos se fue apagando y dejó de ser un buen colaborador. Sin embargo, Román se pegó un arrimón de escalofrío. Se quedó sin novillo pero no sin ganas, y eso hizo que el tendido le aplaudiera a rabiar. Volvió a pasear dos orejas en una labor, a dos auténticos toretes, de mucho voltaje.
Abrió la mañana Marcos Linares, novillero local, con una larga cambiada de rodillas. Después con la muleta toreo muy templado y muy bien aguantando los parones a mitad del pase. El fallo con el descabello le privó de premio. En el cuarto, el peor del encierro, estuvo sensacional con la capa y con la franela tenaz y valiente ante un animal que no dio facilidades.
Por su parte Jesús Llobregat, también torero local, se encontró a gusto con su primer novillo con pases muy bien ejecutados y con trazo largo. Con la zurda la embestida fue menos limpia y desistió. El novillo mantuvo el ritmo solo en la primera parte de la faena, apagándose poco a poco. En el quinto, al que toreó muy bien con el capote, la faena la brindó a Finito pero ésta no acabó de levantar vuelo.
En resumen, una jornada muy taurina que satisfizo a todos y dejó claro la supremacía de un nuevo torero de Córdoba, que está llamado a recoger la antorcha de los grandes maestros nacidos en esta tierra. No cabe duda de que la mañana era de Manuel Román.
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