El perro de Mauricio Macri en el sillón presidencial argentino.
"...Al fin y al cabo, seríamos una sola familia, la zoológica. Pues que la dirijan los irracionales, ya que sus imitadores no pudimos. Encima, son más, mayoría manda. Gobierno de los animales, por los animales, para los animales. Y sin corridas de toros, y sin muerte, y sin proteínas… la gloria Sergio..."
Animales al poder
Jorge Arturo Díaz Reyes
CrónicaToro/Cali, 20 II 2023
“Queremos incluir los animales en el núcleo familiar”, afirma Sergio García-Torres, director de Bienestar Animal del Gobierno Español. Nada original, ya en los hogares allí hay más mascotas que niños, la proporción es de 20 millones a 6. Pero también contradictorio, pues al mismo tiempo el autor aboga por exterminar los toros.
Pese a todo, creo intuir en la declaración un fondo de alcances insospechados. Integrarnos de verdad y romper del todo las barreras del especismo. Sí, del especismo.
Una vez universalizada la inclusión de los animales en la familia, piedra fundamental de la estructura social. ¿Tal como están ahora en manos de sus partidarios? No se: cautivos, castrados, encadenados, enjaulados, fetichizados, rapados; a modo de juguetes, adornos, rarezas, accesorios…, bueno, como sea, quedaría expedito el siguiente paso. Elevar el mono, la cacatúa, el perro, el gato, el pez, el hámster…, desde su amante rol doméstico al nivel superior; la ciudadanía.
Claro, ya reconocidos como familiares iguales, quién les podría negar el derecho elemental en toda sociedad equitativa; elegir y ser elegidos. Para las diversas dignidades del Estado digo: presidentes, ministros, senadores, gobernadores, alcaldes, jueces, rectores de universidades, y por supuesto directores de su propio bienestar. Como en la fantasía premonitoria de Orwell.
¡Increíble! Hallaríamos una rica veta de liderazgos en otras especies. De pronto más eficaces y más baratos. Eso es lo que vislumbro como una epifanía en el anhelo del connotado animalista. Sería quizás la gran redención y él su mesías.
Es que aceptémoslo, por ahí hemos fracasado, no hemos atinado en milenios y milenios de gestión. Echemos un autocrítico vistazo si no a la historia universal (de la infamia, decía Borges), a su perenne violencia, impiedad, injusticia e inhumanidad. Y al punto al que hemos conducido el mundo. Encochinado hasta casi hacerlo inhabitable y amenazante de nuestra propia extinción. Según afirma la ciencia.
¡Hombre! Tan solo imaginemos si a más de darles papel de padres, madres, esposos, esposas, hijos, hermanos, parientes…, los empoderamos de verdad. ¡Si votan y votamos por ellos! Un asno, un cerdo, un buitre, una rata, una cucaracha, un loro, un caballo… (ya hubo uno cónsul), cualquiera y todos al poder. El pleno derecho animal puede llevarnos a una democracia superior, alcanzar la utopía y la felicidad.
Al fin y al cabo, seríamos una sola familia, la zoológica. Pues que la dirijan los irracionales, ya que sus imitadores no pudimos. Encima, son más, mayoría manda. Gobierno de los animales, por los animales, para los animales. Y sin corridas de toros, y sin muerte, y sin proteínas… la gloria Sergio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario