Memoria de los 80 / por Pla Ventura

"...Recordemos que, Santiago fue el último fichaje del canal Toros pero, sin duda, el más emotivo puesto que, este hombre, además de sus conocimientos en materia, su persona emanaba paz por todos los lados y, en los tiempos que vivimos, que un presentador o comentarista en su momento, trasmita paz, eso es un logro impagable. Me consta, porque así lo he indagado, la cantidad de adeptos que Alfonso Santiago consiguió para su programa Memoria de los ochenta..."

Memoria de los 80

Pla Ventura

Toros de Lidia/16 febrero, 2023

La defunción del canal Toros de Movistar nos ha llenado a todos de pena, cosa muy lógica puesto que, dicho canal era el que retrasmitía las grandes ferias de España, razón por la que hemos quedado todos huérfanos al respecto. Como siempre ocurre, es ahora, cuando han clausurado dicha televisión todos la echamos en falta, cosa muy lógica puesto que, en honor a la verdad, tanto hemos gozado con sus retrasmisiones que, sin la bendición de esta televisión, por ejemplo, los aficionados de provincias nunca hubiéramos visto las ferias de Sevilla o Madrid en directo.

A dicho ente televisivo le hemos criticado muchas cosas pero, ahora, en su cierre, todos tenemos la nostalgia de haber perdido algo que lo considerábamos como nuestro, especialmente la de todos los aficionados que vivimos aquellos años setenta y ochenta en plena vorágine del toreo. Y digo que hemos perdido refiriéndome a esos reportajes maravillosos que, su autor, Alfonso Santiago, bautizó como Memoria de los ochenta.

Recordemos que, Santiago fue el último fichaje del canal Toros pero, sin duda, el más emotivo puesto que, este hombre, además de sus conocimientos en materia, su persona emanaba paz por todos los lados y, en los tiempos que vivimos, que un presentador o comentarista en su momento, trasmita paz, eso es un logro impagable. Me consta, porque así lo he indagado, la cantidad de adeptos que Alfonso Santiago consiguió para su programa Memoria de los ochenta, un lujo de reportajes que, emulando a todos los diestros que sacó en el libro de su mismo título, ahora, en persona y frente a las cámaras, les sacaba lo mejor de cada cual para deleite de todos los aficionados.

Estábamos todos ilusionados ante los reportajes y entrevistas a los toreros de aquellos años irrepetibles de la década de los ochenta puesto que, en la misma ocurrieron hechos memorables, entre ellos, la reaparición de Antoñete, sin duda, el suceso más relevante de aquellos años, la mítica faena de Rafael de Paula al toro de Martínez Benavides en Madrid, la forja de Espartaco que, alejado de los Lozano, junto a un periodista amigo llamado Rafael Moreno, que ejercía como apoderado se hizo rico. Muchos fueron los acontecimientos que, como dije, ya disfrutamos en su momento con su memorable libro pero, Alfonso Santiago, rizando mucho más el rizo, quiso llevar a su programa a muchos de aquellos diestros que, pasado el tiempo, el hecho de que nos contaran pasajes de su vida es algo que nos estremeció por completo.

Poco tiempo ha tenido Alfonso para su gran trabajo pero, todavía le ha sobrado espacio para mostrarnos la cara más humana de El Niño de la Capea, Tomás Campuzano, Curro Vázquez, Luís Francisco Esplá…….puesto que, esa paz con la que Alfonso nos invadía era la que perpetraba en el alma de sus entrevistados para ofrecernos lo mejor de cada cual que, sin duda, pasaba por su propia alma. Nos consta que, la lista que tenía preparada Santiago era inmensa, lógicamente, de aquella década tenia de donde escoger y, a su vez, cada uno de sus personajes, dada la circunstancias, el éxito estaba más que asegurado pero, nunca lo olvidemos, con una idea del propio Santiago que, si nos conmovió con su libro, frente al televisor, nos dejaba boquiabiertos con sus personajes tan variopintos y entrañables.

Lógicamente, convencido estoy, que Alfonso Santiago encontrará acomodo en alguna que otra televisión puesto que, esa paz de la que es portador no es producto de la causalidad y mucho menos de la improvisación. Este periodista ha logrado lo que pocos, que nos quedemos con la miel en los labios respecto a su Memoria de los ochenta. Si pretendía dejar huella con su programa lo ha logrado por completo. ¿Cabe dicha mayor?

Para dicha de Manolo Molés, el que fuera el alma mater de dicho canal televisivo, ésta no ha sido otra que le ha pillado jubilado en su profesión pero que, jamás lo debemos de olvidar, tanto fervor como puso para que los aficionados gozásemos y aprendiésemos un poco más a su lado. Las empresas, Manolo, nacen y mueren, exactamente como nos ocurre a las personas.

Tampoco podemos olvidarnos, si de Toros Movistar hablamos, de esa flor hermosa llamada Victoria Collantes que era la alegría de la casa puesto que, su sonrisa era la que invadía todos los espacios que ella ocupaba. Recordemos que, Viky, como todo el mundo le conocía, llegó al mundo de los toros en dicha televisión que ahora ha muerto pero, digámosle a los aficionados al arte de Cúchares que, el mérito de esta periodista es que venía del universo del fútbol y, comprobar cómo se aclimató al mundo de los toros es para quitarse el sombrero, lo que hago yo ahora mismo para echárselo a sus pies. Un beso, Viky.