O sea que, empezamos bien. Siempre es gratificante leer a un compañero porque, entre nosotros no hay rivales puesto que, todos los que amamos la fiesta de los toros, cada cual a nuestra manera, mostramos nuestro amor a la fiesta y, sin duda, nuestro rechazo a quienes la vilipendian. Enrique Amat forma parte de ese reducto hermoso de personas, críticos de arte que defienden la pureza del toreo desde sus más bellos ancestros. Al margen de sus crónicas y publicaciones radiofónicas, Amat es dueño y señor de la autoría de más de treinta libros, un tipo para enmarcar y querer.
Nada más ojear dicho libro, con más de ochenta entrevistas a personajes de inmensa relevancia en el mundo de los toros, de forma inexorable me ha venido a la mente un tal Pla Ventura que, hace cuarenta años editó aquel libro de entrevistas cuyo título era Las Desgarradas Entrevistas…..del susodicho. O sea que, sin pretenderlo, he encontrado paralelismo en aquello que yo hice hace cuarenta años con lo que ahora ha logrado Enrique Amat, nada que ver lo uno con lo otro. En aquellos años yo era un joven incipiente e ilusionado que quería hacer muchas cosas que, por “lógica” todas salían mal, aunque luego me encontré con auténticos sabios en la materia que pulieron mis defectos y lograron que mi pluma, en el peor de los casos, no cometiera errores. Vulgar como ensayista lo sigo siendo pero, con una virtud, se me entiende desde lejos.
Contado lo anterior, he de decir que Enrique Amat ha editado una obra muy rica en contenido que, para los aficionados hallarán personajes interesantísimos que, de todos podremos aprender alguna que otra lección. Y es cierto porque, solo podemos aprender de los que saben y si Amat es un erudito en materia, todos sus personajes tienen un calado hermoso, quedémonos con Luis Francisco Esplá y tendremos la prueba inequívoca del “delito”. Como digo, son muchos, Amat no ha reparado en hacer el esfuerzo más grande que pudiera llevar a cabo para mostrarnos a toreros, empresarios, músicos, banderilleros……y todo un elenco de personajes que, sin duda cautivarán al personal.
Quedémonos con nuestros compañeros valencianos, Enrique Amat y Paco Delgado, dos auténticos personajes que divulgan la fiesta de los toros por todo el orbe taurino; dos hombres apasionados que, entre los dos, sospecho que han escrito más de ochenta libros taurinos, todo un lujo y, si para colmo, a Paco Delgado le añadimos sus dotes como caricaturista, la dicha no puede ser mayor.
Como alguna vez dije, me siento muy honrado que personas de tanta relevancia como los citados, aunque podría nombrar muchos por toda España que, a diario reparan en mi humilde ser. Y es cierto porque mi ego, como diría la Madre Teresa, consiste en lavarme los pies cada noche antes de acostarme. Quiero decir que, siendo el último de la fila –pero en todos los sentidos- y que muchas personas quieran participar del festín de mi alma, eso es muy de agradecer porque, como miles de veces dije, poco puedo ofrecer puesto que, mi vida me la he pasado aprendiendo de los que saben y, ahora mismo, con poquita gasolina en el tanque, mi labor diaria no es otra que buscar a los que saben para aprender con ellos. Hoy le ha tocado a Enrique Amat, un compañero querido del que tantas lecciones he tomado en mi vida. Felicidades, amigo Enrique, que Dios te siga bendiciendo y que sigas editando libros puesto que, aprender, a tu lado, sigue siendo un privilegio.
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