'Ayer el mundo asistió a la apertura de juegos olímpicos más panfletaria desde la que organizaron los nazis en 1936 en Berlín. Al igual que Hitler, Macron no ha querido hacer un homenaje al deporte ni al olimpismo, sino a su sectarismo ideológico. Macron ha organizado unos juegos "wokímpicos", un acto de ensalzamiento del izquierdismo woke'
París: una olimpiada panfletaria que ofende a los cristianos en nombre de la 'diversidad'
Macron intenta politizar el deporte para ponerlo al servicio de su ideología
Elentir/27.07.2024
Este viernes he sentido un profundo alivio de no ser francés, después de ver el bochornoso espectáculo organizado por el régimen de Macron.
Ayer el mundo asistió a la apertura de juegos olímpicos más panfletaria desde la que organizaron los nazis en 1936 en Berlín. Al igual que Hitler, Macron no ha querido hacer un homenaje al deporte ni al olimpismo, sino a su sectarismo ideológico. Macron ha organizado unos juegos "wokímpicos", un acto de ensalzamiento del izquierdismo woke.
No se me ocurre nada más antideportivo y antiolímpico que lo que vimos ayer: un burdo intento de politizar el deporte para ponerlo al servicio de la ideología de un gobierno muy concreto, sin que a Macron le importe que millones de personas se sientan excluidas de ese espectáculo panfletario, que presume de "libertad", "igualdad" y "fraternidad" pero no admite más que una forma de pensar: el izquierdismo de Macron.
El presidente izquierdista francés, de hecho, fue aún más allá, con referencias expresas a dos promotoras del aborto, ensalzando esta atrocidad y presentándola como un "avance social" ante millones de espectadores de todo el mundo. ¿Qué clase de "avance" es ése que consiste en matar a seres humanos inocentes e indefensos?
Además, mientras el régimen de Macron hablaba ayer "diversidad", exhibió su absoluta falta de respeto a los cristianos con una infame parodia de la Última Cena. Una ofensa que generó muchas protestas en las redes sociales. Esa curiosa "diversidad" progre nunca se atrevería a hacer algo así con el Islam, porque sabe cuál sería la respuesta. Por eso los insultos siempre se dirigen contra los mismos. Por eso, y porque la izquierda y el islamismo se han convertido en grandes amigos.
Al final, lo que Macron consiguió ayer con esas olimpiadas panfletarias es dar una imagen patética y decadente de su país, algo que habrá enfurecido a millones de franceses, que no se identifican con esta asquerosa politización de unos juegos olímpicos. Por lo demás, Macron le ha hecho un gran favor a la derecha occidental: esa borrachera de wokismo ha acabado por hartar incluso a los más moderados, y acabará volviéndose contra esa izquierda estúpida que se cree con derecho a excluir, marginar y despreciar al resto de la sociedad, pero eso sí, en nombre de la "diversidad". Una curiosa idea de la diversidad en la que sólo caben los dogmas de la izquierda y sus lobbys predilectos.
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Macron no tiene ideología. Solo obedece a sus amos. Es una marioneta más del tinglado q maneja el satánico NOM para alcanzar los objetivos de su hoja de ruta.
ResponderEliminarVaciar de Dios al hombre es un paso crucial para ellos. Luego viene la instauración, mediante una sofisticada ingeniería social, la nueva religión climática, en cuyo nombre las masas abducidas tragarán con su propia pérdida de libertad y nivel de vida.
No es Macron el único lacayo, son todos en Occidente con la excepción de Orban en Hungría.. / Luis Ibáñez
El lamentable espectáculo de ayer no debiera sorprender a nadie con un mínimo de conocimiento sobre lo q está ocurriendo en este decadente Occidente.
ResponderEliminarEs pura continuidad con lo q vimos en el último Festival de Eurovisión.
Que pena que lleve razón y un mundo ciego engañado y estafado.
ResponderEliminar*Macron solo es un empleado*
ResponderEliminarNo culpemos a Macron, el pobre no tiene ideología. Solo obedece a sus amos. Es una marioneta más del tinglado q maneja el satánico NOM para alcanzar los objetivos de su hoja de ruta.
Vaciar de Dios al hombre es un paso crucial para ellos. Luego viene la instauración, mediante una sofisticada ingeniería social, la nueva religión climática -no olvidemos las palabras de Margallo (ex ministro de un PP q también está en el contubernio: "la Agenda 2030 son los Evangelios"- en cuyo nombre las masas abducidas tragarán con su propia pérdida de libertad y nivel de vida. Mientras las elites rectoras acumulan poder y riquezas inconmensurables. Y, a mayor éxito de su perversa operación, también la izquierda, q ha dejado de ser roja para pasarse al verde woke, colaborando al nuevo orden.
No es Macron el único lacayo, son todos los dirigentes políticos y de las grandes corporaciones multinacionales occidentales, con la excepción de Viktor Orban.
El lamentable espectáculo de ayer no debiera sorprender a nadie con un mínimo de conocimiento sobre lo q está ocurriendo en este decadente Occidente.
Es pura continuidad con lo q vimos en el último Festival de Eurovisión.
Y en una sociedad hedonista y vacía de valores morales y religiosos, no cabe esperar reacción de hombres de honor.
¡¡Dios salve a España! / Luis Ibáñez /
Siento disentir con este comentario que se basa en un error y un contrasentido explotado por unas redes sociales que ostentan su ignorancia : el cuadro al que se refería este episodio del espectáculo No es la Cena de Leonardo sino El festín de los dioses (mitológicos) de Bellini y Tiziano.
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