la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 26 de julio de 2024

SANTANDER / 6ª de Santiago.- El que manda manda / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Roca Rey espera el 3º. Fotograma OneToro

Roca Rey abre la puerta grande y a Juan Ortega se la niegan olímpicamente. Cayetano incomprendido y pinchaúvas. Encierro diverso…

El que manda manda

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Cali, VII 25 2024
Su señoría don Juan Bautista Calahorra, se ha llevado la bronca de la feria, desafiando al público y a la razón. ¡Fuera! ¡Fuera! Le coreaban, tras su desprecio a la bella lidia del segundo, subrayada con una gran estocada del trianero Juan Ortega.

Era que había negado la oreja pedida por unanimidad. Luego, con menos argumentos, le dio una del quinto. En resumen, le afanó la puerta grande con la mayor arrogancia. Y hay que ver el orejerío que ha ido desperdigando por ahí toda la semana. El escritor y aficionado Alfonso Ussía en el callejón dijo a los micrófonos: “Faena magnífica. Rotunda injusticia”.

Bueno, usía, el de arriba digo, tuvo al parecer un repentino ataque de draconismo esta tarde. Pues a Roca Rey le negó dos veces la fuerte petición de segunda oreja. No digamos nada de cómo fue tratado Cayetano, quién con una faena impecable y una estocada superior sin puntilla (tras pinchazo arriba), estuvo muy por encima siempre de un toro dócil, pero de poca fiereza. En su caso el público fue quien lo ignoró.

De todas maneras, Cuatro Caminos pletórica, con cartel de “No hay billetes”, muchos notables y S.A.R. la infanta doña Helena de Borbón en la barrera, fue una fiesta de toreo y música constante. Cierto t ambién que el encierro; cinco toros de El Puerto de San Lorenzo y 6º de Ventana del Puerto, cuatreños, 505 kilos promedio, anovilladito, dispar de juego no se comió a nadie. Pese a que tercero y sexto, lote del peruano fueron los más exigentes. En particular el enrazado y áspero último. Pero les pudo, los dominó a los dos. Como está dominando al público, a la temporada y al toreo de su época. Con lo que siempre se ha requerido para ello; el mando. Para mandar en la fiesta hay que mandar en el toro. Y él es el mandón de ambos ahora y lo refrenda cada vez. Fulminó como un rayo sus toros y la plaza entregada totalmente lo sacó a hombros. Por primera vez saltaron niños y hasta un gallo al ruedo para acompañarlo. Es el que agota las taquillas, y a riesgo cumple su palabra.

Gustos y prejuicios habrá. Respetables los primeros, los otros no tanto. Los mandones de todas las épocas los han enfrentado. Como los enfrenta este sereno muchacho limeño, entusiasmando la nueva generación, ganando nuevos públicos, vendiendo entradas y suscripciones de televisión, revitalizando una fiesta que daban por muerta. Porque quieran o no todos van a verle. Hoy fue para él, eso, un día normal, uno más de triunfo y procesión.

Lo bueno del toreo es que junto a esa contundencia puede brillar como brilló, sin opacarla ni opacarse, la exquisita sensibilidad del sevillano Juan Ortega. La elegancia de su porte, la frugal magnificencia de su gesto, su relativización del tiempo y el espacio que hubiesen hecho cavilar a Einstein. La reverencia por el toro y la delicadeza con que oficia su liturgia. Eso que viene desde tan dentro y no tiene nada que ver con la técnica ni con el oficio. La inspiración, la imaginación…, el arte… cosas que arrebataron a todos, menos al señor Calahorra, claro. Entre las joyas que pulía, se colaban algunas piedras de menor valor, pero fueron las menos y no hicieron sino contrastar el destello de las más. “Venturoso”, el segundo murió tras una suerte suprema, suprema.

Su obra con “Malvarrosa”, el quinto, no tuvo menor calado, aunque la espada había caído delantera y perpendicular quitándole algún punto frente a la otra. El premio fue merecido, pero por comparación agigantó más el dislate presidencial del que había sido objeto en el anterior.

Cayetano, enjundioso, aplicado y acertado toda la tarde, mereció recompensa y también se la negaron en el primero. Con el cuarto, brindado a la hija de su tío abuelo Domingo Dominguín, y al que había lidiado con gusto y torería se la negó el mismo al pasarse de faena, dificultar la igualada y administrar una espada delantera perpendicular y tres golpes de descabello con aviso.

Esto que pasó en Santander hoy, hubiese sido imposible en Las Ventas. Por muchos factores. Comenzando por el encierro. Allí no hubiese salido. Bueno y ni hablemos del resto. Dos dimensiones, dos verdades.

FICHA DEL FESTEJO
Santander. Jueves 25 de julio 2024. 6ª de Santiago. Plaza de Cuatro Caminos. Nubes, lleno de "No hay billetes". Cinco toros de El Puerto de San Lorenzo y 6º de Ventana del Puerto; Cuatreños, parejos, anovillados, 505 kilos promedio, de juego diverso

Cayetano, saludo y saludo tras aviso
Juan Ortega, vuelta tras petición y oreja
Roca Rey, oreja con petición de otra y oreja con petición de otra

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