Hoy mismo nos pusimos a temblar cuando leíamos las declaraciones de una tal Mónica García de Más Madrid que, la muy estúpida anunciaba que cerraría la plaza de Madrid y, sin duda, eliminaría la fiesta de los toros en la Comunidad y, a poder ser, en toda España, por eso tenía a su vera a ese indeseable y apestoso llamado Pablo Iglesias, gentuzas todas estas que valoran mucho más a un perro que a un ser humano.
A Dios gracias, o quizás por la labor que ha desarrollado en estos últimos dos años la señora Isabel Díaz Ayuso en Madrid, ha sido ella la ganadora absoluta contra esas gentuzas que pretendían arruinar a los madrileños. Ha triunfado la razón, la libertad, la esencia de la democracia porque los madrileños, al margen de las mentiras que la izquierda les ha contado, ellos han sabido valorar la verdad para hundir a la mentira en las cloacas que esas gentuzas se refugian.
El hecho de que la señora Díaz Ayuso haya superado, por sí misma, a las cuatro fuerzas a las que tenía que combatir, su triunfo no puede ser mayor. Pensábamos que podía ser muy difícil pero, insisto, ha triunfado la razón que, rociada de libertad, ha dado como triunfo definitivo al Partido Popular en la persona de la señora Díaz Ayuso.
Pensar que ese indeseable llamado Pablo Iglesias se haya ido a la mierda por las cloacas que él siempre mencionaba respeto a la derecha, la dicha no puede ser mayor, para mí, para los madrileños y toda la gente de bien de este país que, como Madrid ha demostrado le han largado hacia Venezuela que es su habitad natural por aquello de sus ideas afines con el comunista Maduro. Pensar que ese muñeco llamado Errejón al que Iglesias defenestró, que éste le haya ganado, su fracaso ha sido estrepitoso.
Razón tenía la señora Isabel Díaz Ayuso cuando nos anunciaba que nos quitaría de encima a semejante pistolero, barriobajero y comunista como el citado Iglesias que, como ha confesado se ha marchado a la mierda que es su lugar natural, el que justamente le corresponde.
Herido de muerte se ha quedado Su Sanchidad al comprobar que, las gentes le han pasado la factura a todas sus fechorías que no han sido pocas. Desde luego, con ese Ángel Gabilondo y las maldades y mentiras del propio presidente del gobierno, ¿a qué pretendían aspirar? Al fracaso más absoluto. Por cierto, no hemos visto al mentiroso junto a su derrotado candidato. Estaría cenando con los suyos ¿verdad? Mandó al funeral de Gabilondo a ese tipo llamado Ábalos que, pobre del que sea capaz de fiarle un céntimo.
Insisto, el milagro no ha sido el triunfo absoluto de Isabel Díaz Ayuso que ha sido de una épica maravillosa, lo grande del asunto es que, dichas elecciones han logrado, como decía, se que marchara para siempre de la política ese macabro personaje llamado Pablo Iglesias que, el muy estúpido, se ha ido con un discurso de alabanzas hacia si mismo, como corresponde al puto comunismo que siempre llevó a la sociedad hacia la miseria. ¿Recuerdo un solo español que dicho tipo haya hecho algo positivo hacia la sociedad española? Uno, pido solo uno que nos quite la razón.
Mónica García que ha logrado muchos escaños porque, claro, en Madrid quedan descerebrados pero, con tan escasa relevancia que, ni podrá eliminar los toros ni interferir en el devenir de la comunidad que, en manos de la señora Ayuso seguirá prosperando por completo. Excrementos para toda la izquierda que, como se ha demostrado, desde Zapatero y en la actualidad, con Pedro Sánchez, dichos tipos no han hecho nada por España y mucho menos por Madrid. ¿Saben ustedes quien ha construido los últimos ocho hospitales de Madrid? Sin duda, la derecha de España que, aunque nos llamen fascistas, los logros a favor de la sociedad han siempre una constante.
Hay que felicitar a la señora Monasterio por su digno papel en las elecciones y, sin duda, por sus buenas intenciones hacia el pueblo de Madrid.
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