En una corrida iniciada con la pavorosa cogida de Juan José Domínguez y cerrada con la cornada a Pablo Aguado, Roca Rey derrocha, superioridad, verdad y torería.
Roca manda en tarde sangrienta
Jorge Arturo Díaz Reyes
Crónica Toro / V 19 2021
El mano a mano comenzó con el público, el mayor hasta hoy, en trance de clásico futbolero y un palco que emulando al VAR echó mano de trigonometría para ningunear milimétricamente la faena más rotunda de lo que iba de feria. La del peruano al primer Vega Hermosa (Jandilla) “Juguetón”. Un bronco desquiciado en los dos primeros tercios que había puñaleado entre pecho y cuello a al Banderillero Domínguez zarandeándolo ensartado con saña asesina y aterrorizando a todos. Nadie creía que pudiesen domarlo.
Pero el toreo impertérrito, de Roca Rey, hielo en las venas, fuego en el corazón y criterio en la cabeza brotó en los medios del Palacio para mandar, mandar y mandar. Sembrado, enhiesto, inmutable, arrimado como había estado en el apabullante quite a la chicuelina, hizo el milagro, y la bestia se sometió.
Cinco estatuarios encadenados con dos cambios por pecho y espalda y de inmediato una tanda redonda, pura, de cinco derechas y pecho detonaron las ovaciones y la música. El dominio en circulo al rededor de sí mismo. Lo seis naturales con la muleta y los belfos a ras de arena, y el terrorista domado, hecho una dama, por obra y gracia del arte. Así fluyó la faena, por bajo, sin mácula y sin abandonar el centro. Hasta el volapié leal, frentero y la estocada toda, pelín descentrada, sí, pero bien ejecutada y que tiró sin puntilla ni sangrado. Eran dos orejas, y no le dieron nada. Don Rafael Ruiz de Medina Quevedo se hizo el loco, ignorando la petición no unánime a favor del visitante, quizá tirando líneas en el monitor, y todo quedó en un saludo que vale por muchos pares de orejas que he visto repartir por ahí.
Para qué relatar más. Todos lo vieron. En el tercero de Garcigrande, “Semillero” que por el contrario fue noble, más y más poder, más y más y más valor, más y más verdad manteniendo el nivel del anterior pues el limeño es torero innato de todo toro. Otra gran estocada y ya no pudieron birlarle otras dos orejas. El quinto, de Cuvillo, desfondado y desrazado no dio sino para los dos primeros tercios. Además, no había nada más que demostrar
Pablo Aguado, se vio abrumado toda la corrida, pese al ardor de la parcial. No vale venir ahora a echarle la culpa al sorteo. Vamos. Esparció sí aires de esa estética tan sevillana, tan sobria, tan suave y de gran buqué, que siembra ilusiones y evocaciones. Al final de la faena plausible, al soso y carialto sexto, tomó una decisión heroica, de gran amor propio, de torero. Ir al toro de frente a vida por vida. Se sobró, clavó la espada trasera y fue calado por el muslo. Mientras “Encumbrado” moría corrían con él a la enfermería. La ovación a ese tremendo acto de honor retumbó hasta las tapiadas puertas del La Ventas me imagino.
Corrida cuatro hierros en Domecq. Vega Hermosa 1º, Jandilla 2º, Garcigrande 3º y 4º, Núñez del Cuvillo, 5º y 6º. salieron con 529 kilos promedio, todos con el aire de familia. Tres negros y tres castaños, cerraditos de puntas, pero dieron un juego diverso de muchas alternativas toreras, derramaron sangre humana y dieron un cariz dramático a la tarde, Qué San Isidro tan intenso este de Vistalegre
FICHA DEL FESTEJO
Madrid, Carabanchel. Palacio de Vistalegre. Martes 18 de mayo 2021. 6ª de San Isidro. Menos de media del aforo permitido. Seis toros de Vega Hermosa 1º, Jandilla 2º, Garcigrande 3º y 4º, Núñez del Cuvillo, 5º y 6º bien presentados, y de juego muy diverso.
Roca Rey, silencio tras petición y bronca al palco, dos orejas y silencio.
Pablo Aguado, silencio tras dos avisos, saludo y ovación que recibió la cuadrilla.
Incidencias: Cogido, el banderillero Juan José Domínguez por el primero y el matador Pablo Aguado por el sexto, pasaron a cirugía.
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