Tal día como hoy hace tres décadas, pasadas las siete de la tarde, la banda terrorista ETA perpetró uno de sus atentados más salvajes en Vich (Barcelona).
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Un coche-bomba con 216 kilos de amonal para provocar una matanza de niños
Aprovechando que la puerta del recinto estaba abierta, dos miembros de esa banda criminal, Juan José Zubieta Zubeldia y Joan Carles Monteagudo i Povo (este último exmiembro de la banda terrorista catalana Terra Lliure) introdujeron un coche-bomba cargado con 216 kilogramos de amonal en el patio de la Casa Cuartel de la Guardia Civil en esa localidad catalana, en un momento en el que la mayoría de los guardias civiles estaban fuera cubriendo un evento deportivo. Los dos terroristas pudieron ver en ese patio a mujeres y niños que estaban jugando, pero a los asesinos etarras eso no les importó.
La Casa Cuartel de Vich, destruida a causa del atentado de ETA. El edificio estaba situado al lado del Colegio del Sagrado Corazón de Jesús. Todas las viviendas situadas frente a la Casa Cuartel sufrieron desperfectos a causa de la potente explosión (Foto: EPA).
La explosión provocó 9 muertos y 44 heridos y mutilados
Los terroristas detonaron el vehículo a distancia. Los tres pisos de la Casa Cuartel se derrumbaron como consecuencia de la explosión, sepultando bajo los escombros a quienes estaban en el patio y en el interior del edificio. La explosión provocó 44 heridos y mutilados y 9 muertos, entre ellos cuatro niños. Éstos fueron los asesinados:
- María Pilar Quesada Araque, de 8 años, estudiante.
- Ana Cristina Porras López, de 10 años, estudiante.
- Vanesa Ruiz Lara, de 11 años, estudiante.
- María Cristina Rosa Muñoz, de 14 años, estudiante.
- Francisco Cipriano Díaz Sánchez, de 17 años, estudiante.
- Nuria Ribó Parera, de 26 años, ama de casa y esposa de Juan Chincoa.
- Juan Chincoa Alés, de 30 años, guardia civil.
- Juan Salas Píriz, de 48 años, guardia civil y padre de dos hijos.
- Maudilia Duque Durán, de 78 años, viuda, jubilada y suegra de Juan Salas. Su hija, Manuela Morgado, resultó herida en el atentado.
Además, el guardia civil Ramón Mayo García, de 55 años, falleció al ser atropellado accidentalmente por una ambulancia cuando ayudaba en las tareas de rescate entre los escombros. También se le considera víctima del atentado.
Un guardia civil llevando en brazos a su hija herida en el atentado (Foto: Pere Tordera).
Las imágenes del atentado, especialmente la de un guardia civil llevando en brazos a una de las niñas heridas, conmocionaron a España y dieron la vuelta al mundo. El Papa San Juan Pablo II envió un telegrama, leído por el obispo de Vich en el funeral dos días después del atentado, expresando su condolencia a las familias y su “enérgica reprobación por este acto terrorista que ofende los sentimientos del pueblo español”.
Dos guardias civiles heridos en el atentado de ETA en Vich (Imagen: TVE).
Un terrorista fue detenido y otros dos fueron abatidos
Tras el atentado, la Guardia Civil puso en marcha una operación para dar con los autores. Los localizó en un chalet de Llissá de Munt (Barcelona). El 31 de mayo, a la misma hora a la que se celebraba el funeral por las víctimas del atentado, la Benemérita procedió a arrestar a los terroristas, que abrieron fuego contra los agentes. Los etarras Jon Félix Erezuma y Joan Carles Monteagudo resultaron muertos en el tiroteo. Juan José Zubieta fue detenido. En el juicio, cuando le preguntaron si no vieron a los niños en el patio jugando, contestó fríamente: “ése es un hecho que no valoramos porque no es nuestro problema que los guardias civiles utilicen a los niños como escudos humanos”.
El funeral por las víctimas del atentado de Vich (Foto: El País).
El único detenido salió a la calle en 2013 tras 22 años en prisión
Zubieta fue condenado a 1.311 años de prisión por 9 asesinatos consumados y 44 en grado de tentativa. Sólo pasó 22 años en prisión. Salió de la cárcel el 20 de noviembre de 2013 como consecuencia de la derogación de la doctrina Parot, buscada por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que no movió un dedo por defenderla ante el Tribunal de Estrasburgo, tras el conocido proceso de negociación con ETA que mantuvo durante su mandato. Un total de 120 peligrosos criminales se beneficiaron de esa desidia, entre ellos docenas de asesinos etarras. El PSOE metió prisa al gobierno de Rajoy para liberar a estos últimos. ¿Era parte del pacto entre el PSOE y ETA?
La diminuta placa en recuerdo de las víctimas del terrorismo colocada el 13 de junio de 2009, 18 años después del atentado, en el Paseo de la Generalidad en Vich, junto al solar que ocupaba la Casa Cuartel de la Guardia Civil destruida durante el atentado de ETA el 29 de mayo de 1991 (Imagen: Google Streer View).
En el lugar se colocó una diminuta placa 18 años después
En resumen: treinta años después de aquel salvaje atentado no hay ningún terrorista en prisión por ello. En Vich se tardó 18 años en poner una simple placa en memoria de las víctimas, tal vez porque se trata de un bastión del separatismo catalán, el mismo que ahora le hace palmitas al etarra Otegui. Lo que quedaba de la antigua Casa Cuartel fue demolido, y durante años el solar estuvo abandonado, convirtiéndose después en un aparcamiento. Ahora se está construyendo una biblioteca en ese lugar, en cuyo patio se plantará un árbol por cada asesinado, escribiéndose los nombres de cada una de las víctimas mortales en los peldaños de las escaleras, según anuncia hoy El Mundo.
El olvido y sus indignantes consecuencias
Tres décadas después de aquel atentado, es triste comprobar el olvido al que se somete a las víctimas de ETA, un olvido que hace un escandaloso contraste con el guerracivilismo de la izquierda gobernante. Fruto de ese olvido es un hecho indignante, ocurrido en noviembre del año pasado: por primera vez un gobierno de España selló sus presupuestos con los herederos políticos de ETA, con un grupo de miserables totalitarios que a día de hoy siguen negándose a condenar las atrocidades cometidas por esa banda de asesinos, entre ellas ese atentado en el que ETA asesinó a nueve personas, entre ellas cuatro niños y un adolescente. Esto debería ser un motivo de vergüenza para todos los españoles.
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