Roca Rey, el peruano, en su regreso a los ruedos dejó una completa actuación ante su primero. Firmó tres coquetas verónicas y una media, pero sin trenzar. El animal, que cortaba un poco el recorrido, se dejó en un quite de Aguado, con tres lances a la verónica, bien rematado con la media. En la réplica, Rey apostó con dos chicuelinas ceñidas y recogiendo por detrás. Intenso y bello.
Roca Rey corta una oreja y Pablo Aguado se va de vacío en su estreno en Los Califas
- El rejoneador Diego Ventura cortó dos orejas, una a cada uno de sus oponentes
En cuanto a Roca Rey, el peruano, en su regreso a los ruedos dejó una completa actuación ante su primero. Firmó tres coquetas verónicas y una media, pero sin trenzar. El animal, que cortaba un poco el recorrido, se dejó en un quite de Aguado, con tres lances a la verónica, bien rematado con la media. En la réplica, Rey apostó con dos chicuelinas ceñidas y recogiendo por detrás. Intenso y bello. Tras brindar al público, comenzó en el tercio con una serie de ajuste ante un pronto animal que acompañó en una faena construida en base al tiempo, segmentada y donde citó de frente. El torero metió en la talega con ambas manos, espaciando las series y configurando una acción íntima. Destacó al natural, con progresión y franqueza, logrando por bajo pasajes con fondo. Muy firme, en una acción franca y de concepto. Se le pidió la segunda oreja.
En el quinto bis, pues fue devuelto el predecesor tras chocar contra el burladero y quedar lastimado, apenas tuvo acople con la capa. Se desmonteraron los peones tras un completo tercio de banderillas antes de propinar cuatro estatuarios y otro pase por la espalda. Ahí despegó una faena en largo, con series cosidas por bajo sobre la diestra, con virtud. Incontestable Roca, dejando series ligadas y templadas a diestra y siniestra. Fue toreo de plenitud sobre mando, ejecutad con firmeza, temple y con pasajes de emoción. Pero pecó un tanto en el alargue. Al entrar a matar, necesitó dos pinchazos y estocada, con lo que el saldo con su segundo oponente fue de ovación tras aviso.
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Por su parte, Aguado se estrenó en el Coso de los Califas sin lograr ningún trofeo. Con continuidad recibió con la capa en su debú el toreo sevillano, armando bien el trasteo de arranque y muy a su estilo. Se desmonteraron los peones en banderillas antes de una faena intermitente que apuntaba más de lo que luego dio de sí. Porque faltó acople, en general. Al torero se le adivinó algo inconexo, pese a que puso empeño. Su faena fue a menos.
Buena propuesta en el segundo con el toreo al ralentí, pero con enganches. Igual con la tela, sobre todo, al inicio. Su propuesta fue intermitente. Estuvo bien, pero no rompió. Se mostró mejor al natural ante un toro que no acabó de emplearse.
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Ventura evidencia su peso en los rejoneadores
Por último, Ventura volvió a demostrar su peso en el escalafón de rejoneadores tras dejar una faena completa ante el que abrió plaza. Supo confeccionar una faena ante un animal que no retenía y algo huidizo de salida. Resultó creciente, bien planteada con alguna excepción, por banderillas más bajas, pero donde el titular apostó por la llegada a la cara del toro, y sobresaliendo en los quiebros, topando muy de cerca. Llegó siempre desde atrás y de frente, citando con celo para cerrar con un serial de tres cortas denotando siempre mando. A su oponente le cortó una oreja.
Al cuarto de la tarde, afanado en la búsqueda del triunfo, lo encarriló desde el principio con solvencia. Tuvo que poner empeño en una faena irregular pero de tesón. Ventura mostró gran disposición. Lució en los detalles a la grupa y en el cite. Su faena creció, permitiendo sumar un nuevo trofeo.
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La primera corrida de toros de la Feria de Córdoba, en imágenes
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