Mientras, el mundo realmente libre, hasta el momento, se ha limitado a hacer declaraciones tibias, en su mayoría, pero no mueven un dedo para sacar a Maduro, no ya de Venezuela, sino, a ser posible, del planeta tierra, desterrarlo en una base marciana, y dejarle allí. Eso como poco, porque lo que merece ese orangután carnicero, es otra cosa, que me callo.
Entre esas declaraciones tibias está la de nuestro gobierno (que en realidad apoya a Maduro y está de acuerdo con sus métodos), las de la Unión Europea, las de la ONU, las de Estados Unidos, que ya deberían haber impedido que el simio loco, Maduro, siga asesinando a sus conciudadanos.
Y es que de las dictaduras socialcomunistas solo se sale mediante una guerra, no hay otra manera. Nosotros en España, realmente ya estamos a dos pasos, con algunos matices, de la dictadura de un Frente Popular muy similar al del 1936, donde los militares están callados (ellos sabrán por qué, nosotros lo suponemos), la mitad de los jueces también y la otra mitad perseguidos por el gobierno para hacerles la vida imposible, donde no hay separación de poderes, el tribunal Supremo controlado por el gobierno, igual que el Constitucional, los Códigos Civil y el Penal solo existen para los españoles de a pie, pero no para muchos políticos. A todos los atropellos de la Ley VOX pone denuncias cada día, que acaban en la papelera cuando llegan al juez de turno. Bueno pues a ver como salimos de esta dictadura.
Quien, a día de hoy, piense que de una dictadura sanchista, apoyada por los separatistas, toda la izquierda, y todos los terroristas (Frente Popular de 2024), vamos a salir mediante las urnas, seguro que también cree en los reyes magos. Y es que Sánchez ya ha tomado apuntes de los pucherazos venezolanos, se los sabe de memoria, sabe lo que ha hecho Maduro para permanecer en el poder, y cuando lleguen nuestras elecciones, que esperemos lleguen algún día, aplicará los apuntes tomados en Venezuela. Antes de abandonar la Moncloa, sean los resultados que sean, Sánchez pensará como pensaba Stalin:
“Los que votan no deciden nada. Los que cuentan los votos son los que deciden”.
Eso exactamente es lo que ha hecho Maduro, que habiendo perdido de forma abrumadora, no ha entregado las actas hasta que no las ha cuadrado para que salga el resultado que él quiere, y así desde que está en el poder. ¿Quiere esto decir que las próximas elecciones en España no serán libres y democráticas? Yo no lo sé, pero desde luego no pondría las manos en el fuego porque serán limpias.
Sí, pienso que Sánchez, como mínimo, tiene la misma o más soberbia, ambición, ansia de poder, que Maduro, y es tan dictador, tan autócrata como el orangután Maduro. Porque estamos en Europa, pero en las circunstancias de Venezuela Sánchez hubiera hecho cosas que, nada más pensarlas, producen terribles escalofríos. Eso lo sabe ya todo el mundo en España. Algunos dirán que estoy loco, pero en los años ochenta del siglo pasado, yo decía que los socialistas no querían la monarquía y si una confederación de republicas independientes en España, y lo decía porque socialistas, que pasaban por ser muy moderados entonces, me decían que eso ocurriría más pronto que tarde, pues para ellos España era una nación contranatura. Cuando lo decía me tachaban de loco, pero en eso prácticamente ya estamos. Sánchez, si dura toda esta legislatura, puede pasar, ya lo verán, en menos de 24 horas, de decir, como dijo Pachi López hace unos días, “nuestra querida Casa Real”, a decirle al Rey que prepare las maletas porque se va. Lo que está pasando, en estos momentos, en España, con todo el lio de Puigdemont y Cataluña (ridículo bochornoso para toda España y para toda Europa), lo que hace y deshace Sánchez cada día, comparativamente, es tan grave como lo que está pasando en Venezuela, y aquello es muy grave. Felipe González, Alfonso Guerra, Redondo Terreros hablan, pero no hacen nada, y de alguna forma ellos han colaborado para haber llegado hasta aquí. Un caso aparte es García Page, la viva imagen de la hipocresía, que habla mucho, pero a la hora de la verdad actúa a favor de Sánchez, sin embargo, hay quien le cree y le vota. Tenemos, “al hombre más mentiroso del mundo”, que es Pedro Sánchez, y “al más hipócrita del mundo”, que es Emiliano García Page”. Primero Dios nos mandó a Zapatero, y después a Sánchez y Garcia Page, tres socialcomunistas, tres regalos para España. Gran pecado hemos debido cometer, pero que muy grande, para que nos castigue de esa manera. Hasta aquí nos ha traído el PSOE y sus socios (Frente Popular de 2024), mismos que en 1936 nos llevaron a una guerra. Apunten el dato.
Desde luego, si la oposición venezolana espera salir de la dictadura socialcomunista que tienen dialogando con Maduro, y con la ayuda del mundo libre, nunca saldrá. Los 27 millones de habitantes de Venezuela han de plantearse si es preferible una rebelión masiva de toda la población, hasta acabar con Maduro y su gobierno, aunque la mitad de dicha población muera, pero la otra mitad viviría libre, que no vivir todos de rodillas ante el orangután rojo Maduro. Los venezolanos deben decidir entre seguir viviendo bajo la bota de Maduro o jugarse la vida y vivir libres. A todos no los puede asesinar, aunque si asesinará, se rebelen o no, a muchos. Sé que lo que estoy diciendo es muy duro, pero la vida se va pasando, y cuando quieres darte cuentas te la has pasado arrodillado ante una bestia inmunda, y para eso mejor criar malvas en un cementerio.
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