"...Fernando Botero ha muerto a los 91 años de edad, después de soportar algunas complicaciones pulmonares. Lo inadmisible es que algunos, no todos, expresen su animadversión y censura al dejar de mostrar imágenes del tema que inspiró al maestro antioqueño durante nueve décadas cual fue el tema taurino con el que mantuvo pasión y cercanía hasta sus últimos días..."
Para quienes dicen que la Tauromaquia no es arte
Néstor A. Giraldo
A nivel mundial los medios de comunicación han difundido el fallecimiento en Mónaco del pintor y escultor colombiano Fernando Botero.
Fernando Botero ha muerto a los 91 años de edad, después de soportar algunas complicaciones pulmonares.
Lo inadmisible es que algunos, no todos, expresen su animadversión y censura al dejar de mostrar imágenes del tema que inspiró al maestro antioqueño durante nueve décadas cual fue el tema taurino con el que mantuvo pasión y cercanía hasta sus últimos días.
A partir del año de 1944 cuando asistió a la escuela de tauromaquia de Medellín y habiendo sufrido un percance con los toros, desistió y prefirió comenzar a plasmarlos en lienzos iniciando con acuarela de un torero.
Es pertinente preguntar entonces: ¿si su fuente inicial de inspiración fueron los toros, porque los medios no lo registran con mayor interés?
¿Por qué les cuesta tanto preguntar, investigar y conocer de la pasión del maestro en una actividad que destila arte como la tauromaquia así no lo quieran reconocer quienes viven injuriando el tema taurino?
El 30 de enero de 2006 el maestro Cesar Rincón estrenó el capote de paseo pintado por el maestro Fernando Botero en corrida en LA PLAZA DE TOROS DE SANTAMARIA, refiriéndose así a su obra:
“La idea de pintarle un capote de paseo a César me surgió el año anterior cuando nos encontramos en un almuerzo en París, y le comenté mi deseo de hacerlo como un homenaje a todo lo mucho que ha hecho por dejar bien el nombre de Colombia, él inmediatamente me lo agradeció de manera muy sincera.
Entonces ahí mismo en la mesa, le hice un boceto y quedó encantado.
Luego ya en mi estudio, hice el dibujo al tamaño natural del capote sobre un lienzo, para que a su vez sobre ese dibujo se hiciera un patrón y fuese llevado a las bordadoras, que entre otras cosas he quedado admirado al verlo terminado. Las imágenes de los pájaros y las frutas quedaron más perfectos que los dibujos originales
Hace algunos años yo le había también pintado un capote de paseo a Palomo Linares, pero la verdad es que este me ha gustado mucho más, y espero que, así como ocurrió en la corrida, le siga dando muy buena suerte a César pues se la merece por ser un gran torero y un gran colombiano” j
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