Tapón y/o tapadera / por Antolín Castro

Octavio Chacón / Foto Muriel

"...Existe un tapón que produce obstrucción para dar paso a matadores que, con cualidades suficientes, se quieren abrir camino, que tienen derecho a relanzar su carrera. Un tapón se lo impide, que obstruye ese paso para que sea imposible subir al escalón de arriba..."

Tapón y/o tapadera

Antolín Castro

Opinión y Toros/12 Septiembre 2023

Tapón: Persona o cosa que produce obstrucción del paso. Tapadera: Persona o cosa que encubre las actividades de otra.

Así lo define el Diccionario de la lengua española. Ni hecho a medida se podría definir mejor lo que sucede en el escalafón taurino. Veamos.

Existe un tapón que produce obstrucción para dar paso a matadores que, con cualidades suficientes, se quieren abrir camino, que tienen derecho a relanzar su carrera. Un tapón se lo impide, que obstruye ese paso para que sea imposible subir al escalón de arriba.

En el deporte en general, en el fútbol en particular, existen mecanismos para quien lo merece y se lo gana en la competición, pueda dar el salto a la división superior sin que nadie lo pueda impedir. Los méritos contraídos tienen premio y no hay tapón que lo obstruya.

En el toreo, en la primera división, se mantienen en el tiempo todos los que la componen, no hay hueco para nadie, allá penas si siguen aportando méritos o, por el contrario, caen en la acomodación. Los que vienen detrás se las ven y se las desean para entrar en ese circuito de las figuras… o la primera división.

Pero hay incluso más, existen las tapaderas, que encubren los méritos que acumulan otros espadas y se silencian, o minimizan, sus éxitos y logros. Cuando se juntan las dos, date por jodido. A veces se hace un huequito para con lo uno o con lo otro, pero todo tímidamente, no sea que vaya a descubrirse eso de las tapaderas.

Recuerden, por muchos méritos que acumuló Álvaro de la Calle el día que tuvo que hacer frente a una corrida entera por percance de Emilio de Justo, no se le reconoció, no se le compensó, no ascendió (Tapón) y, además, una Tapadera hizo que se quedara en el olvido aquella gesta. Solo Francia tuvo la decencia de permitirle hacer algún paseíllo como titular, no como suplente.

Alberto Lamelas a hombros en Arles. Foto: Agnès Peronnet

Ahora, tenemos casos más recientes como Octavio Chacón o Alberto Lamelas, que triunfan de forma rotunda, pero que dichos triunfos, logrados ante corridas muy exigentes y alejadas del circuito vips, serán tratados con un gran Tapón y las Tapaderas no dejarán que sean más relevantes y sonoros sus triunfos. Existen más casos pero no es necesario citar a todos.

¿Y qué hacer para que cambie este panorama? Poco se puede hacer, pues no habrá manera de cambiar un sistema que ensalza a unos en detrimento de otros, sin que nunca podamos juzgar con equidad y equilibrio los méritos de cada cual. Un paraguas, que ampara y envuelve el tapón y la tapadera, impide que haya cambios.

Tampoco es que los toreros se atrevan a proponer ese cambio necesario de ascensos y de descensos, pensando que la fortuna les coloque un día en el lugar de privilegio que ocupan unos pocos. Lo que quieren es ser como ellos, no que sea más justo el reparto. Callan por si su situación pudiera todavía empeorar más con levantar la voz.

Sin embargo, es justo que alguien lo diga, lo reclame, lo denuncie. Aunque seamos muy pocos los que lo hagamos, sabemos que nos asiste la razón y el deseo de que el mundo del toro sea más justo. Con eso nos vale y cumplimos con nuestra responsabilidad de aficionados.