"...El diestro nació el 17 de septiembre de 1945 en Alcàsser y tuvo importantes triunfos de novillero con picadores en la plaza de toros de València, motivos por los que tomó la alternativa en el ruedo de la calle Xàtiva. Fabra recibió los trastos de manos de Julio Aparicio y tuvo de testigo a Diego Puerta..."
Muere el torero valenciano Ricardo de Fabra
- El torero de Alcàsser, que ha fallecido en su domicilio a los 78 años a causa de una enfermedad, se catalogaba como "extraordinariamente valiente"
- Julio Aparicio le dio la alternativa en la Feria de Fallas de 1968 y fue el ídolo de la infancia de Vicente Ruiz 'El Soro'
Jaime Roch
Levante/Valencia | 26·09·23
El torero Ricardo de Fabra ha fallecido en su domicilio a los 78 años a causa de una enfermedad. Su entierro será mañana a las 11 horas en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción en Torrent.
El diestro nació el 17 de septiembre de 1945 en Alcàsser y tuvo importantes triunfos de novillero con picadores en la plaza de toros de València, motivos por los que tomó la alternativa en el ruedo de la calle Xàtiva.
Fabra recibió los trastos de manos de Julio Aparicio y tuvo de testigo a Diego Puerta antes de estoquear a “Rondeño”, el toro de la ceremonia, marcado con el número 44 y con un peso de 466 kilos que perteneció a la divisa de Francisco Galache.
En el Extra de Fallas de 2018, en el reportaje Ricardo de Fabra, medio siglo de valentía, el maestro Aparicio describió a Ricardo de Fabra como “un torero con mucha personalidad y solera que nunca perdió la seriedad de su concepto”. La histórica figura sevillana recuerda la corrida inaugural del domingo 10 marzo de 1968 como “un festejo con mucha responsabilidad porque los aficionados valencianos sabían de toros y su plaza, para mí, lo ha significado todo en el toreo. Había que estar a la altura de la tarde”, sentencia. Fabra salió a hombros con solo una oreja en el esportón junto a Diego Puerta, que cortó las dos orejas y el rabo. Aparicio dio una vuelta al ruedo y era el ciclo de la inauguración de las reformas en el coso de Monleón después de un siglo de vida.
"Extraordinariamente valiente"
El valenciano, según cuenta Recorte -crítico taurino de Levante-EMV en aquella época-, “no desentonó al lado de los veteranos maestros y demostró, un vez más, que quiere ser torero” (…) “Se mostró extraordinariamente valiente y con un derroche de voluntad en su afán de conquistar el triunfo” (…) “Fabra muleteó sobre la derecha, consiguiendo pases excelentes que se aplaudieron. Siguió muy valiente intercalando giraldillas, desplante también de rodillas en medio del entusiasmo del público y al son de la música”.
Paco Camino fue el triunfador del mencionado ciclo josefino con dos festejos gloriosos: en el primero cortó tres orejas y un rabo a los torrestrellas -acompañado de Paquirri y Miguel Márquez- y en el segundo obtuvo dos apéndices y un rabo de los pupilos de Pío Tabernero -junto a Ordóñez y Mondeño-. Camino, amigo de Ricardo de Fabra, contó en el mismo texto que “era un matador con mucha garra que nunca se amilanaba. Su concepto era un conjunto de valentía y temperamento”. El Niño Sabio de Camas relata sobre sus dos tardes que “fueron de las más bonitas y emotivas en Valencia, donde siempre salía a triunfar porque era el camino para llegar a Sevilla y Madrid”.
Fabra se presentó como matador en las principales ferias de España y el 12 de mayo de ese mismo año confirmó su alternativa en la Feria de san Isidro con el toro “Araño” de Benítez Cubero. José Manuel Inchausti, “Tinín”, fue el padrino y “Paquirri” actuó como testigo de la ceremonia.
ARCHIVO PACO MARTÍNEZ NAVARRO
Su despedida de los ruedos
El 15 de mayo de 1983, en la corrida en honor a la Virgen de los Desamparados de Valencia, Ricardo de Fabra se despidió de los ruedos junto a El Soro y Emilio Muñoz frente a toros de Osborne.
El torero de Alcàsser cortó una oreja y fue paseado a hombros por sus compañeros Valentín Pedrajas, Curro Valencia y Vicente Luis Murcia como broche de oro a su carrera. Juan Bautista Martí, su antiguo apoderado, y su compañero Emilio Muñoz le cortaron la coleta al final de la tarde. “Fabra siempre me pareció un torero honrado, sobrio y muy capaz. Lo daba todo en el ruedo. Tenía un concepto clásico en la línea de los valencianos” afirmó Emilio Muñoz. “Fue un honor y una responsabilidad cortarle el añadido, de hecho, en mi despacho tengo un cuadro como agradecimiento de aquella tarde tan emotiva”, explicó el coletudo sevillano.
Vicente Ruiz, “El Soro”, manifiestó en el Extra de Fallas de 2018 que “Fabra ha sido uno de los mejores toreros que han representado al pueblo valenciano por su carisma”. El diestro de Foios también asegura que no era una época fácil para abrirse camino en el mundo del toro por la cantidad de figuras que competían y comenta que Fabra fue su ídolo de la infancia: “Ricardo toreaba por mi pueblo y los de alrededor y, al ver su concepto, yo construí el mío. De hecho, guardo una foto con mucho cariño de cuando yo era niño dando una vuelta al ruedo con él”. El Soro recuerda sobre la última tarde del valenciano que “pegó diez naturales extraordinarios a un toro muy serio”.
La despedida del coletudo de Alcàsser, como su alternativa, estuvo marcada por la emoción. El hecho de salir a hombros las dos tardes con tan solo una oreja marca la diferencia. Ricardo de Fabra fue una apasionada invocación del pasado que marca el presente. Un símbolo de la torería valenciana más pura y más auténtica
Ricardo de Fabra
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